Memorias

Ilusión

Desperté con un dolor punzante en la parte trasera de la cabeza, no tenía noción de nada. Alcancé a darme cuenta que seguía en el baño tirado. Era como si todo lo sintiera y viera en cámara lenta. Pude ver como mi novia entraba al baño inocentemente y comenzara a gritar como si me hubiesen abierto el estómago. Después de ver eso volví a desmayarme.

Estuve en coma por lo que fue más o menos una semana. Cuando desperté me pesaban las extremidades y todavia sentía mucho dolor en la cabeza me dí cuenta que estaba en un hospital por la cama y básicamente por que mi lado había un metal que sostenía sobres con suero. Traté de levantarme pero mi cuerpo no me lo permitió. Giré lentamente la cabeza hacia mi izquierda, el lado hacia donde estaba la ventana, y ahí estaba mi novia estaba en un sofá individual con forma circular, que para mi impresión, se veía bastante incómodo.

-Cata - dije con voz temblorosa.

Ella abrió sus ojos de un salto, pude notar que los tenía rojos e hinchados, se inclino hacia mi me miró y las lagrimas comenzaron a brotarle de los ojos como si de un río se tratara. Me abrazó lo mas suavemente que la emoción le permitió, luego de eso salió corriendo de la habitación y llegó con el doctor que estaba a cargo de mis cuidados. Logré ver el nombre del doctor. Su nombre era "Dr. Pedro Acosta" recordé que mis padres eran amigos de un doctor llamado igual.

- ¿Usted conoce a mis padres?- pregunté todavía algo débil

Me miro con cara de espanto. Luego miró a mi novia y dijo.

- Tal vez tu novio pueda tener algún trastorno de la memoria por el golpe en la cabeza. Es algo completamente normal, se le tendría que pasar con el tiempo. Ella lo miró con cara de espanto y se largo a llorar de nuevo.

- Noo doc. Lo que pasa es que mis padres eran amigos de un doctor con su mismo nombre. Por eso le hice esa pregunta. Me miró y comenzó a reir

- Jajaja, bueno entonces creo que despertaste bastante bien. Déjame revisar tu nombre... ¿Tus padres son Natalia y Gustavo?- preguntó sin hacer ni una mueca.

- Si, esos mismos. Están en un viaje ahora no quiero alarmarlos así que si esto pudiera quedar entre nosotros seria genial.- dije con voz algo nerviosa.

- Claro, solo me gustaría saber con que te caíste o que fue lo que te pasó por que llegaste en muy malas condiciones. - me miró con los ojos abiertos mientras se metía las manos en los bolsillos.

- De que habla doc. Solo me pegue en la cabeza es todo nada del otro mundo.- Dije confiado.

Hubo un silencio bastante incómodo y ellos solo me miraban como si no necesitaran parpadear.

-¿doc? ¿Por que me mira así? - dije pasando del nerviosismo al miedo.

Tuve esa extraña y fría sensación otra vez. La misma que sentí momentos antes de todas las cosas que me habían sucedido todas esas cosas el día anterior.

- ¿No recuerdas lo que pasó la noche anterior? Yo estuve ahí. Tu estuviste ahí, ella estuvo ahí y no me iré hasta que obtenga lo que vengo a buscar.

Creo que nunca había sentido tanto medio hasta ese momento en el que el doctor hablo con esa voz era la más diabólica que jamás había escuchado. Se me erizaron los pelos de todo el cuerpo. Sentí algo cálido por encima del ombligo. También un dolor punzante me llego a la cabeza. Miré hacia abajo había una línea roja marcada en las sabanas. Me sentí horrorizado

Escuchaba las risas del doctor que parecía un demonio encarnado en nuestra tierra. Analicé su rostro. Se le había arrugado la cara los ojos parecían que se le salían de los orificios. Tenía la mandíbula desencajada pero seguía riéndose como si no lo notara. En ese momento escuche como si alguien me susurrara al oído "despierta".

Un segundo después volví a abrir los ojos. Sentí lo mismo que cuando desperté antes. Me pesaban las extremidades y sentía que todo me daba vueltas era la misma habitación de antes. Me pareció todo muy raro. Intenté moverme pero no pude. El dolor de mi cabeza no me lo permitió. Llamé a mi novia.

Cata, Cata, ¿estas despierta?- le pregunte aún aturdido por los sedantes.

Ella se levanto y se largo a llorar de emoción.  Por lo menos supe que todo había sido solo un sueño.