Una Noche Interminable

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Mientras intentaba quedarme dormido y abrazado de mi novia me quedé pensando en que podría haber sido esa extraña y fría sensación, pero sobre todo, en esa mano que agarró mi hombro.

Me sentí ahogado, le dije a mi novia que necesitaba salir un momento. Me levanté y camine lentamente hacia el balcón, el cual tenía una mesa de madera que era redonda y tenia un pequeño agujero en el centro y encima un cenicero,  una silla del mismo material que la mesa de al lado, era una silla bastante incomoda, pero cumplía su función y por último una de esas sillas de playa para recostarse y tomar sol, nunca entendí por que mis padres habían comprado una, cuando la playa esta a hora y media de acá y la piscina esta en el primer piso no en el balcón. Estuve sentado ahí aproximadamente media hora. Me habré fumado unos cuantos cigarrillos. Después de ese momento de pensar en la inmortalidad del cangrejo, decidí bajar al baño, volví a agarrar mis distintivas pantuflas, bajé por las anchas escaleras de mi casa hasta llegar al primer piso dónde estaba el mueble con las toallas limpias. Volví a subir, los escalones de madera crujían con cada paso que yo daba, como todos baños el mio estaba al fondo del pasillo a la derecha, arrastre mis pies hasta la puerta blanca del baño. Giré la perilla y la puerta crujió al abrirse, dí dos pasos hacia adelante y me puse frente al enorme espejo que yacía sobre el suelo de mi baño y que tocaba el techo del mismo. Miré a mi al rededor, todavía tenía la luz apagada, alcancé a ver la ducha y el jacuzzi. Encendí la luz, me mire al espejo con los ojos rojos del sueño, entre a la ducha, abrí el agua helada y la dejé caer sobre mi cara y mi pelo, dejando que se mojara así todo mi cuerpo. Sentía el agua caer, y escuchaba como sonaban las gotas al reventar en el piso de la ducha.

Al salir de la ducha volví a mirarme frente al espejo

- No se que me pasa- pensé para mis adentros.

Puse la toalla al rededor de mi cuerpo con la toalla a la altura de la cintura,  y me dispuse a salir del baño. En el momento en que agarre la perilla supe que algo iba mal, la moví con fuerza y la puerta no abrió,  trate de golpearla tampoco fue una gran idea, comencé a gritar, tal vez mi novia me escucharía. Mientras gritaba las luces comenzaron a parpadear, entré en pánico y comencé a patear y a golpear la puerta del baño. Las llaves del agua se abrieron de golpe dejando en unos segundo el suelo mojado. Del espejo bajo un liquido rojizo que parecía sangre, claro que yo no quise pensar eso. Sentía como si movieran todo el cuarto, las paredes se movían como si fuera un gran plato de gelatina. El piso estaba resbaladizo y yo estaba mareado. Fue cuando sentí que algo me había agarrado desde el tobillo que caí, alcancé a agarrarme de la cortina de la ducha, de todas formas me pegue en la cabeza en una pared. Semi inconsciente, con los ojos entreabiertos alcancé a divisar una figura alta con el pelo largo y negro y muy pálida. A los pocos segundo termine por desmayarme

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