Flash-back, noche de la fiesta.
-¿Donde duerme la chica? -preguntó Dinah mientras sostenía/cargaba a una Normani casi dormida.
Estaban al parecer en él apartamento de ambas chicas. La ojiverde con quien seguro se acostaría Camila aquella noche y la morena que parecía estar en su quinto sueño, inconsciente de todo.
- Ponla por ahí. -Lauren le respondió sin prestarle mucha atención. Para ella era más importante la morena que trataba de jalarle escaleras arriba. Dinah no se dio cuenta de eso.
Ella tenía corazón como para no dejar a la chica, que casi colgada de su cuello, en él piso de la cocina. Pero tampoco quedaba con la fuerza suficiente como para subir las escaleras con la chica en brazos a su habitación.
Porque de seguro dormiría en él piso de arriba.
A no ser que durmiera en él desván bajo las escaleras como aquel chico de la cicatriz en la frente; Harold o Harvis, en fin aquella película de magia que tanto repetía Camila.
Dinah se dio cuenta que empezaba a divagar.
Así que en lugar de seguir pensando con Normani aun en sus brazos decidió dejarla en él sofá y acomodarla tan bien como él pequeño mueble se lo falicitaba.
Y se permitió contemplar un momento a la morena, debía aceptar que era una completa hermosura.
Su cabello corto.
Su cejas gruesas y pobladas.
Sus labios, que hacían un puchero adorable en ese momento.
Sus ojos.
Aquella naricita que arrugaba de forma muy tierna.
Y estaba su cuerpo. Su cuerpo era como él de una diosa. Así de perfecto como el de Beyon...
¿Que?
¿Que rayos?
La rubia pronto se dio cuenta de sus pensamientos. ¿Que estaba diciendo?
Solo era una chica como cualquier otra. Quizás ni la volvería a ver.
Dinah salió de su ensoñación y levantó su vista decidiendo llamar a su amiga- Chan..-
¿Y donde demonios se había metido Camila y la otra chica?
Se levantó con la intensión de buscarla y lo hizo entrando en lo que supuso seria algún despacho o sitio de trabajo, allí no estaba y tampoco en la cocina.
Asi que decidió subir las escaleras con la intención de buscarla en la segunda plata del piso.
Tal vez acompañó a la ojiverde a busc.. Aquellos pensamientos fueron interrumpidos por sonidos extraños que salían de una de las habitaciones.
Y Dinah como toda curiosa decidió acercarse y descubrir que se trataba, hasta que captó lo que eran esos sonidos.
Quiso reírse y no pudo evitar la risita divertida y rápido se cubrió la boca con una de sus manos.
Aquello no era ruiditos extraños, esos eran gemidos y la voz entrecortada de Camila pidiendo por más.
Wow.
Al parecer una de las dos si se divertía esta noche y por lo que podía oír Camila y la chica pelinegra no la estaban pasando nada mal allí.
Por un momento contempló la posibilidad de grabar aquello y sobornar quizás un poco a Camila pero era de su Chancho de quien hablaba, la señorita impúdica, así que mejor optó por entrar en el cuarto de al lado por unas mantas para ella y la chica morena.
Alguien debía cuidarle esta noche y su amiga parecía estar muy ocupada haciendo gritar a Camila, además ella también tenia una cita esta noche con uno de esos sofás, aunque aquella cama se veía tan apetecible.
Sacudió su cabeza ligeramente sacando de ella las probabilidades de quedarse a dormir allí y salio de la habitación una vez que encontró algunas cobijas.
Término de bajar las escaleras y lo primero que vio fue la cabeza de la morena colgando fuera del sofá.
Corrió rápidamente y la sostuvo antes de que tal vez se golpeara o se ahogara con su propia saliva.
Luego de asegurarse que estuviera bien la acomodó de nuevo y puso una de las mantas bajo su cabeza, así no tendría tanto dolor en su cuello apenas despertara.
Esta si que sera una noche larga.
Pensó la rubia mientras observaba a la morena de rodillas frente a ella.
Y si que lo fue.
Dinah se dedico la mayor parte de la noche a cuidar de Normani, mientras Lauren y Camila parecían no haber dormido ni un solo segundo.
Fin flash-back.
Dinah estaba guardando su cámara y algunas de sus cosas en su bolso con una sonrisa que nadie podría quitarle.
Lo había logrado, lo estaba logrando.
Aquella mañana de cualquier manera que ella misma desconocía, consiguió llegar a tiempo a su primera y más importante lección fotográfica.
Pero no solo era eso.
¡Al fin pudo obtener su beca!
Después de tanto esfuerzo consiguió hacer algo por si misma y estaba orgullosa de ello.
Todas su facciones se veían hermosas, rebosantes de pura felicidad.
Ahora estaría en una clase mas avanzada como siempre lo había soñado.
Demostraría a ellos que si sería capaz de cumplir su sueño por si misma y no dependía de nadie.
Mientras iba caminando por el pasillo hacia su casillero algunas personas sonreían cuando veían su rostro emocionado.
Seguro tendría algo en la cara o su felicidad era tan inmensa que se había vuelto posible contagiarles a todos.
Espera que fuera lo segundo.
¡Estaba tan feliz, joder!
Cuando iba a dar vuelta al pasillo sintió su celular vibrar pero estaba demasiado ocupada para tomarlo.
Así que recargó su mochila con su cámara en ella en unos de sus hombros, y todos sus libros los sostuvo con un sólo brazo.
Mientras hurgaba en su bolsillo se dio cuenta que era el equivocado y antes de pasar sus libros de nuevo ya tenia a alguien casi encima suyo.
Demonios.
- ¡Normani, que mierda tienes hoy para tropezar con todo el jodido mundo! - gritó Lauren fastidiada viendo a la morena sobre una chica en suelo y lo que parecía ser un montón de libros esparcidos por todo el pasillo.
La morena cayó como toda una nadadora profesional sobre una rubia de piel tostada y rizos dorados que analizando bien junto a aquellas interminables piernas se le hacia algo parecida a..
-¡Di! ¿Qué haces a esta hora ahí..
Oh. Allí estaba Camila llegando al lado de Lauren y viendo curiosa el lío de rizos negros y dorados que había en el suelo, algo sexy si se lo preguntan. Eso hasta que se dio cuenta de quien observaba a las chicas junto a ella.