Arte

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Caminaba de un lado al otro en su gris celda. Era una falta de respeto a el y a su significado. Los pájaros y los grillos cantaban con descoordinación, cada uno emprendia su propia, asquerosa y repugnante sinfonía. El color gris y la fuerte luz blanca de la luna no constrantaban.

¿Cómo podían darle un lugar asi a un artista?

Nadie comprendía el sentido del arte más que el, y por eso todos lo llamaron loco.
Demente.
Asesino.
Pero estaban completamente equivocados, el conocía y regalaba la perfección... Te volvía arte... Te volvía poesía...
El arte incomprendido de Jhin era-realmente-una muestra de la perfección...
Él lograba volver hermoso a un simple insecto, digamos que amaba la naturaleza muerta .

Algunos decían saber de arte. Río a carcajadas al recordar las palabras de aquél ninja.

¿Quién puede decirle a este artista que es arte y que no?

Una muda?
Volvió a reír desenfrenadamente, con un gran toque de locura presente. Sonrió, al escuchar gritos lejos. Una exquisita melodía llegó a sus oídos, cerró los ojos, dejándose llevar por aquellos gritos, clamando piedad.
Una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, abrió los ojos azules y miró hacia la ventana. Se encaminó dando elegantes pasos y tomándose de las rejas se elevó.
Lamentablemente, aquella armoniosa melodía había cesado, y su corazón y alma, hambrientos de reconocimiento, volvieron a desear como nunca salir.

Jhin era, entonces, un prisionero. Pero su trabajo era, sin dudas, excelente.
El era una especie de sicario, y sus balas impregnadas con magia, volvían preciosos aquellos lienzos humanos.

¿Pero cuanto tiempo aguantaría asesinar desde las sombras, aquel ser sediento de reconocimiento?

El amor es ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora