Lágrimas

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*POV Catherine*

Estábamos vagando por el extenso bosque hacia la salida de Jonia. Sentía que toda la tranquilidad, seguridad e incluso diversión que aquel lugar me otorgó durante estos años, había desaparecido con la llegada de Caitlyn.
Jonia era un sitio tranquilo, no se comparaba en absoluto a Zaun, pero Ekko y yo queríamos cambiar la mira del mundo sobre nuestro hogar.
Cada uno creía firmemente que podíamos cambiar eso, pero lo hacíamos de diferentes formas. Si bien nunca fuimos los mejores amigos, no discutíamos tanto como para odiarnos. Nunca coincidimos en cuanto nuestra forma de ver el mundo y como arreglarlo, pues cada uno tenia un pasado, una marca, un objetivo diferente. Por eso volví a Jonia. Para poder cumplir mi objetivo.
Quería vengarme, demostrarles que una zaunita no se rendiría. Que no era débil. Que deberían tenerme mucho miedo. Y eso estaba logrando al liberar a Khada Jhin. Sin embargo, creo que ahora deberé buscar otra forma.
Me sentía frustrada por haber perdido tanto tiempo. Tanto tiempo quitando a la Sheriff de mi camino, tanto tiempo buscando el paradero de Jhin, tanto tiempo desperdiciado preparando el Show perfecto que Jhin podría armar... Tantos años. Y todo eso arruinado por la idiota de Caitlyn!
-Cath, estas bien...?- la voz de Ekko logro quitarme de mis pensamientos. Paré de caminar y relaje mis puños, preparados para cualquier situación. -Deberíamos descansar, Cathy... estas muy alterada...
-Por que crees que estaría altera...?- mi voz había sonado mas fría de lo que había querido.
-Catherine. -Ekko de había puesto serio. Puso una mano en mi hombro y me hizo voltear.
-Ekko, tu intento de relajarme no esta funcionando. -mi voz de a poco se fue quebrando, y apareció ese molesto nudo en mi garganta, que por mas que intentaba romperlo, no hacia mas que generarme dolor. Ekko se dio cuenta de esto, y liberó el agarre de mi hombro. Me volteé rápidamente antes de largarme a llorar.
-Llorar no te volverá débil, Cathy... para mi siempre seras una chica fuerte, aunque llores...
-Las lágrimas que una dama suelta también son un arte...- De entre los árboles apareció, con un tono melodioso y un lenguaje poético. Mi garganta terminó de partirse cuando me di cuenta de quien estaba hablando. Me di media vuelta, con las gotas cayendo por mis mejillas, y no estaba equivocada.
-Jhin....- una sonrisa se dibujó en su rostro.
-¿Quien más, sino?- Antes de que Jhin pudiera incorporarse de su reverencia corrí a abrazarlo... Pero.... Como está vivo?
-Jhin, te vi morir... -aún estaba algo atónita, pero no lo quería soltar.
-Digamos que.... el show debe continuar. - esbozo una media sonrisa y acomodó su ropa con cierta elegancia.
A lo lejos se podían escuchar estruendos en el cielo, y fugases brillos en estos. Una melodía lejana me ayudo a reconocer que estaba pasando.
En Jonia había iniciado el festival.
-¿Qué está sucediendo? -dijo Ekko mirando fascinado el cielo, desde arriba de la copa de un árbol.
-Es el festival anual de la Luna de Sangre. -le respondió Jhin, también volteandose a ver el espectáculo de fuegos artificiales que iluminaban con destellos el firmamento.
Mire igual de fascinada y tome el camino contrario al puente de la paz, con salida a Jonia, hacia la plaza central, donde se concentraba la fiesta.
-¿Iremos allí? -preguntó con una sonrisa en su rostro Ekko, a lo que asenti en forma de respuesta. Ahora los tres estábamos de camino al festival. Jhin aun miraba extrañado a Ekko.
-Y... Quién es el Jedi?
-Ekko. Es un... Viejo amigo mio...

El amor es ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora