Mirada

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Dudaba de lo que sucedía. Aquel día era gris, y oscuro. Su dia preferido, sin dudas. Pero tenia que descansar. Aquello le molestaba. Le molestaba el hecho de tener que ser una ameba tamaño humano, y tener que quedarse encerrada le molestaba más.
Ella era un 'ser libre', no entendía porqué Jhin le daba tanto cuidado. Cuidados que ella no necesitaba, había sufrido peores heridas a manos de Talon. Quería volver. Tenia que volver.
Era más importante de lo que Jhin creía, pues le seguía repitiendo que era mejor que descansara.
Pero ella tenia que volver, o podría suceder algo 'terrible' en Zaun.
Aprovechó que Jhin había caído dormido sobre la silla. Estuvo todo el día cuidando de ella, incluso le preparó de comer un delicioso plato Jonio. Era lindo que el se preocupara por ella, pero no requería tanto. Se sentó y llevó la mano a su herida, apretando levemente para retrasar la hemorragia.
La respiración del virtuoso era lenta y profunda. Lo admiró durante unos segundos eternos. Los suficientes como para ruborizarse. Las facciones de él mostraban que llevaba siempre su máscara. Tragó saliva, parpadeó y negó levemente con su cabeza.
Ni en un millón de años, pero el deseo estaba en su cabeza. Quería conocer por completo el rostro de Jhin. Llevó despacio su dedo índice a una de las mejillas del hombre, y trazó suavemente un recorrido desde su labio hasta aquel lugar tapado. Su corazón iba a mil. Comenzó a correr el fleco hasta que...
La mano de Jhin subió ágilmente y tomó la muñeca de Catherine, quien sorprendida quiso retroceder, pero la mirada de él sólo parecía atraerla más...

El amor es ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora