El amor es Arte

La historia de una ladrona

Nací en Zaun. Me crié poco tiempo allí, pues mis padres nos llevaron, a mi hermano y a mi, a una granja en las afueras de Jonia.
Algunos años después, cuando apenas tenía 14 años cuando sucedió.
Pasamos días escondidos por miedo a que algunos Noxianos nos atacaran, pero nos obligaron a salir. Desperté encerrada por las llamas y el calor asesino del fuego abrazador. Mi padre entro corriendo y me llevó hacia afuera. Entonces aparecieron. Un grupo de guerreros de Noxus. Mi padre intentó inútilmente protegernos, y en un abrir y cerrar de ojos estaba muerto.
Mi madre nos llevó hacia la parte de atrás de la casa, para huir, pero estábamos rodeados. Abrió entonces una pequeña puerta y nos metimos. ''Quedense aquí, no tengan miedo. En un rato yo vuelvo y seremos felices como antes, si?" Ella cerró la puerta.
Yo intentaba convencer a mi hermano de no salir, pero mis ruegos fueron inservibles ante aquel momento. El también salió, a buscar a mi madre... pero nunca regresaron... Pensé muchas veces en salir... a lo mejor estaban bien, y solo estaban buscando mas personas... pero mi paz se acabo cuando escuche sus gritos.
Me sentía culpable, no había podido salvarlos... su muerte era por mi culpa, tenia que encontrar una forma de sobrevivir y hacer justicia.
Salí del sótano y me encontraba en una dimensión paralela... oxidada y hecha añicos por los problemas. Pintada de odio, muerte y destrucción.
Vague durante días en el bosque, buscando ayuda. Pero, a medida que avanzaba el habiente cambio. El cielo azul nocturno, cambió a un verde, seguido de nubes rosadas. El aire era caliente y tenía un ligero olor a tierra, cenizas y azufre.
Caminé kilómetros... hasta encontrarme frente a un muro destruido. Me abrí paso entre unos arbustos y entre. Una ciudad destruida, triste, apagada... la lluvia caía sobre mis hombros y el gélido viento me quitaba la poca inocencia que me quedaba.
Me di cuenta que sin familia, ni nada de esperanza no podría sobrevivir, así que tuve que robar para poder vivir. En aquella ciudad, solo existía la supervivencia del mas apto, la ley de la selva... al principio solo robaba comida y abrigo para sobrevivir al paso del crudo invierno, pero luego me noté que la ''bondad'' no es agradecida, ni te dan un premio o te salva. Que la misericordia era muerte, y que al fin y al cabo que yo viviera era lo único importante... se que no es lo que mis padres querrían, que no es el futuro que esperaban para mi. Pero al vivir en la selva, te vuelves salvaje. Mis robos se volvieron cada vez mas altos y potentes. Ya no lo hacia por necesidad, tenia una nueva familia, ahora era diversión... el escuchar los gritos, llantos y suplicas de la gente cuando entraba por sus ventanas, y la expresión de miedo en sus caras me hacia feliz... se que me convertí en lo que nunca quise, pero creí nunca llegar a ser el mismo monstruo que asesino a mi familia... pero para vencer a un monstruo, necesitaba ser uno...
Un nuevo cargamento va desde Piltover hasta Demacia. Armas, tecnología. Estaba dispuesta a robarlo y hacerme con ellos. Una vez preparada, estaba lista para vencer a cualquiera que se me ponga adelante. Después de todo, eso era lo que buscaba, o no? Tal vez solo quería sentirme dominante... o sentir la emoción de la sangre correr en el suelo... Fui hasta el cargamento, y me escondí en el. Si bien había escuchado, demacia era muy rico... Un reino que se alza con la justicia en una mano y un escudo en otra, mientras una ciudad se desmorona por completo... donde estaban ellos cuando necesitábamos su ayuda? Ya no quería justicia... algo nuevo corría por mis venas... Con mis nuevas armas, no hay nadie que se interponga entre ese asesino y yo... C las van a ver conmigo... C van a errepentir de todo... Yo voy a lograr que caigan ante mis garras.
Al igual que él, yo, no tendré ni un poco de piedad.

(Foto de multimedia random. Cuando use la PC lo cambio por un viejo dibujo que hice de Catherine :'v)