Capítulo 4

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Otro día más en un lugar el cual casi no conozco, y en el no me siento cómoda. Ni con el lugar, ni con mi situación. El angelito de mi hombro me dice que me pasé con Cuatro, al fin y al cabo resulta que no mató a Eric. Pero el demonio opina que debo ignorarle por mucho más tiempo, ya que..que...Sí, debería hacer caso al angelito y no pagar mi frustración con mi hermano.

Recorro el lugar con Aiden en brazos, en busca de Cuatro. Pero antes me encuentro a Uriah, quien insiste en hablar conmigo a solas. Le sigo hasta la habitación donde duerme, él camina nervioso por todos lados.

-¿Qué diablos pasa? Tengo prisa. - me siento en la cama.

-¿Te acuerdas de las balas que no son balas? Las que nos dispararon en Verdad.

-Las que mataron a Marlene, y las que no pueden sacar de sus cuerpos porque pueden matarles. Sí, las recuerdo.

-Pues, y-yo..- se arrodilla frente a mí, y me mira con miedo y vergüenza- Debería habértelo dicho antes, pero tenía miedo de que te enfadases por..ello, yo..

-Al grano, no tengo todo el día.

-Le dieron a Aiden. - dice del tirón. Me tomo unos segundos para asumir sus palabras.

-¿Qué?-murmuro.

-En la espalda, intenté evitarlo pero el cabrón que le disparó tenía muy buena puntería.

Sin decir nada destapo a Aiden, y le quito su pequeño mono. Miro su espalda, donde en la parte baja se encuentra una pequeña bolita plateada. Mi boca se seca, porque mi hijo puede morir en cualquier momento. Vuelvo a vestirle y me levanto.

-¿Cuándo pensabas decírmelo? - intento contenerme para no matarlo.

-De verdad que lo siento, no sabía que era hasta lo de Marlene.

-No es excusa, pedazo de gilipollas.

Me voy antes de que pueda contradecirme. Mientras busco a Cuatro pienso en las posibilidades que tiene Aiden de vivir, y en cuantas soluciones hay para eso. Solo encuentro una: entregar a Tris. Porque no pienso esperar vete a saber tú cuánto tiempo a que encuentren la manera de sacarle la "bala".

-¡Eh, Cuatro! - le localizo corriendo con una arma. Me mira, pero no se para. Así que me toca correr detrás de él-¡Capullo, sé que me hoyes!

-¡Ahora no tengo tiempo, Alex!

-¡Es importante! - aumenté la velocidad, ignorando las miradas de todos.

-¡He dicho que no puedo hablar!

No me queda otra, es un juego sucio pero efectivo. Me detengo y le pregunto a un chico abandonado:

-¿Puedes aguantarlo, por favor? - coge a Aiden confundido. - Gracias.

Y me tiro al suelo. El chico se me da un puntapié y grita para que reaccione, pero finjo estas inconsciente.

-¡Alguien, ayuda! ¡Tobías, tu hermana se a desmayado! ¡Necesitamos un médico!

Escucho como corren hacia mí. Noto a alguien arrodillarse a mi lado, abro un poco el ojo y veo a Cuatro. Punto para mí.

-No cuela, levántate o me voy. - me pellizca el brazo.

-¡Ay! Vale. - me levanto y cojo a Aiden. - Ya te puedes ir, gracias.

Me mira cabreado y se va. Vigilo que nadie nos vea o esté cerca. Vuelvo a desnudar la espalda del bebé. Cuatro mira la bolita, después a mí, y de nuevo la bola. Deja el arma apoyada en la pared y estrecha a Aiden contra su pecho.

-Uriah lo sabía desde el principio, y me lo a dicho hoy. - murmuro cabreada. - No puedo dejar que le pase nada, Cuatro. Tenemos que terminar con esto ya.

-Tori encontrará la forma de sacar los inyectores. No te preocupes. - dice inseguro.

-¿Pero y si no lo consigue? ¿O lo consigue demasiado tarde? Debo hacer algo cuánto antes. - intento que entienda a que me refiero, y cuando lo hace me mira como si quisiera matarme.

-Entregar a Tris no es una opción. Pensé que había quedado claro después de lo de ayer.

-Pero es mi hijo, tu sobrino. ¿Pones a una cualquiera por encima de tu familia? - mierda.

En menos de dos segundos me encuentro entre la pared y el cuerpo de mi hermano. Su mano rodea mi cuello, pero sin ejercer fuerza. Se agacha para que nuestras caras queden una delante de la otra.

-Tris no es una cualquiera, y no la estoy poniendo por encima de Aiden. Intento salvar a los dos, que es diferente. Mírame. - subo la mirada de mis pies a sus ojos- Tris a ido a entregarse, por todos nosotros, así que ten un poco de consideración. Tris también es parte de la familia.

Se separa y me devuelve a Aiden. Coge el arma pero le detengo antes de que salga corriendo.

-¿Vas a rescatarla? -  asiente - Voy contigo.

-Ni hablar. - se gira y besa mi cabeza - Es mejor que vayas a hablar con Uriah, arreglad las cosas.

Pero no voy a ver a Uriah, sino a Eric.

Sorry si es corto, es que no sé cuántos capítulos va a tener esta segunda parte, y no quiero hacerlos largos para que luego sean pocos. Me disculpo para quienes se hayan leído Leal, porque me basaré en la película para escribir, y según tengo entendido no se parece en nada al libro.

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