2. S.H.I.E.L.D

114 10 58
                                    

Se que este capitulo se puede hacer un poco largo y que todos queremos ver a los vengadores de una jodida vez, pero paciencia pequeños padawans, necesito estos dos primeros capitulos para explicarlo todo. Disfrutenlo (ง ° ͜ ʖ °)ง



Ese hombre de rasgos firmes, pero de rostro simpático le sacó de aquella jaula, para meterle en otra, bueno más bien en una sala de interrogatorios. Hasta el momento ella no había confesado nada, no sabía si era peor asumirlo o callarse la boca, esperaba que no tuvieran pruebas por eso intentó no irse de la lengua hasta que le demostraran lo contrario.

-Tome asiento- dijo cortésmente el hombre, ella hizo caso a sus órdenes. Este dejó caer una carpeta en la mesa, en la cual había fotocopias de los datos que había robado y demás. Ahí estaban las pruebas. - ¿Puede decirme como consiguió hacer todo eso? – dijo mientras cruzaba los brazos.

April entró en pánico, una vez más, y empezó a mezclar idiomas, pensó que sino la entendía la tendrían que soltarla. Un razonamiento un poco absurdo.

-Halufo, Me ne comprends pas, Hähnchen, powerful evil... -ni siquiera ella sabía que estaba diciendo. El hombre quedó desconcertado e intentó disimular una sonrisilla.

-Señorita Gibson, se hablar más de treinta idiomas, no haga esto más difícil –dijo seriamente.

Decidió contar toda la verdad, respiró hondo y comenzó a soltarlo todo, hasta que vivía con sus dos amigas, y que todo esto lo hacía por el bien común, porque sabía que ninguna iba a llegar a nada en la vida y estaba desesperada, intentó excusarse como pudo. Tras una larga sesión de preguntas y respuestas, el agente Coulson declaró.

-Vale, tengo una oferta para usted, posiblemente por esto le caerían un puñado de años en la cárcel, S.H.I.E.L.D está dispuesto a borrar todo rastro y hacer que parezca inocente, a cambió deberá trabajar para nosotros, el director ha visto un gran potencial en usted que puede seguir desarrollándose. ¿Qué me dice? –dijo esto último extendiéndole la mano para cerrar el trato.

April no se creía lo que estaba pasando, no solo había cometido un delito bastante grave, sino que ahora le iban a dar un trabajo por eso, todo estaba saliendo demasiado bien era hasta surrealista, igualmente aceptó el trato. Aunque no se fiaba mucho de aquel extraño, por muy simpático que pareciera.

-Mañana mismo comenzará, en breves instantes podrá salir de aquí, y se le dará las instrucciones precisas para su nuevo trabajo –dijo a modo de despedida marchándose de la sala.

Esa misma noche le dejaron volver a su casa, pero como no tenía dinero ya que iba en pijama y no llevaba nada suelto encima, tuvo que andar más de dos horas vuelta a casa, y se pensó muy seriamente lo de dormir en el calabozo esa noche.

Al llegar, Abbie seguía despierta haciendo fanarts de los sixtillizos, eran más de las tres de la mañana nada fuera de lo común en su rutina. April tocó el timbre y Abbie se asustó alguien llamando a aquellas horas no podía ser nada bueno, penso que seria algún cliente raro de los que Ash tatuaba, no seria la primera vez que pasaba. Fue corriendo a despertar a Ash para que se enfrentara ella, puesto que la puerta no tenía mirilla y ella no es que fuera una gran luchadora. Ash se despertó de muy mala gana y cogió un cetro de algún cosplay dispuesta a moler a palos a quien fuera que estuviera al otro lado y sino a la propia Abbie. Se iba a enterar como fuera otra tontería como las últimas cinco veces, pero esta vez sería peor le había cortado un sueño con Norman Reedus, merecía la muerte. Al abrir casi le encesta un golpe a April que la hubiera dejado K.O, suerte que esquivó a tiempo.

- Qué haces aquí? ¿Cómo te han dejado salir? ¿Te has tirado al jefe de policía? –preguntó Ash desconcertada al verla ahí, mientras se rascaba la cabeza alborotando más su pelo corto.

TRANSMUTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora