6. Atrapadas

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Steve seguía adelante a pesar de que pensaba que estaba dando vueltas en círculo, hasta que un golpe de suerte le sonrió, en la distancia se escuchó un golpe seco. Gracias a su oído mejorado por el suero de supersoldado, sabía perfectamente el camino que debía coger. Entró por el túnel donde había escuchado el ruido y se percató de que a partir de ahí todo estaba congelado.

En la distancia vio dos figuras en el suelo, una de ellas se puso de pie en pose defensiva. Steve no sabía si presentarse en son de paz o ir al ataque, después de todo lo que habían causado.

Se acercó un poco más esperando el ataque puesto que no sabía a lo que se enfrentaba mejor ir con cautela. Justo a tiempo pudo evitar la ofensiva con su escudo, el impacto le hizo deslizarse un poco hacia atrás. Le había atacado con una rafaga de hielo que había quedado adherido al escudo.

-No otra vez no -resoplo para sí mismo Steve que de un fuerte golpe a una de las paredes se deshizo de la escarcha y siguió avanzando esta vez corriendo.

-No, por favor, no queremos problemas, déjanos ir -dijo la voz de la figura que estaba de pie en la distancia, era una voz femenina.

-Creo que ya es tarde para no querer problemas ¿no? -dijo el capitán acercándose con cautela con el escudo, ya estaba lo suficientemente cerca como para vislumbrarla.

-No somos malas personas, todo lo ocurrido ha sido un accidente. Necesitamos salir de aquí mi amiga está grave. No me obligues a usar mis poderes -dijo la chica desesperada con apuntándole con una mano. Al verla el capitán estuvo a punto de reírse, era surrealista que la amenaza a la que se enfrentaban y había destruido media ciudad llevase una máscara de lucha libre con la que seguramente le costará ver. Era bastante patética, y la forma en la que se mantenía y su voz le hizo replantearse la proposición. Una de ella estaba tumbada en el suelo, por lo que la chica que estaba de pie no mentía. Se mantenía de pie con la cutre máscara dispuesta a defender a su amiga, en cierto modo le recordó a él mismo cuando estuvo en la guerra junto a su compañero Bucky Barnes.

A April le costaba respirar, no solo por la horrible máscara que ni se acordaba que aun llevaba puesta, sino por todas las emociones y todo lo ocurrido, la tensión podía palparse en el ambiente, un paso en falso y podría salirles muy caro, esperaba que su discurso hubiera sido lo suficientemente convincente.

-Vale, baja la mano, os ayudare a salir de aquí, pero tendréis que venir conmigo -dijo Steve apartando el escudo en son de paz. April respiro hondo aliviada y asintió bajando la mano, sabía que les iba a caer una buena pero al menos seguirán con vida.

Pero entonces, Iron Man irrumpió abriendo un gran agujero en el techo. Ya había conseguido su nueva armadura, aunque aún en desarrollo Silver Centurion. Y como él era el proveedor de mejorar las armas del equipo, instaló un chip localizador en el escudo del Capitán América juntos con distintas mejoras. Entró apuntando a las chicas, y rápidamente Steve se puso delante parando uno de los láseres que iba directo hacia ellas. April se había puesto otra vez en posición de Ataque pero steve le paro bajando el brazo, él se encargaría de esto.

-¿Ahora estas de parte de las luchadoras mexicanas?-dijo Tony con desdén.

-Tony, ya no es necesario usar la violencia, vendrán con nosotros, se han rendido y una de ellas está inconsciente. -dijo Steve intentando calmar la situación poniendo una mano en alto hacia Iron Man. Tony quedó pensativo, pero acepto, bajando hacia donde estaban ellos.

April estaba alucinada ¿Ahora que les iba a pasar?¿Serían prisioneras de los Vengadores? ¿Irían a la cárcel? Pensó que lo mejor era mantenerse callada y acatar las órdenes. Se agacho a recoger a Ash que permanecía inconsciente, pero no podía con ella, Iron Man se acercó a ayudarle cogiendo a Ash en brazos, mientras el Capitán América informaba al resto del equipo por el comunicador.

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