4. I am Iron Man

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Después de varias horas intentando sacar a Abbie del váter y de recoger toda el agua que había quedado tras derretirse, las tres se sentaron en la mesita redonda que había en el cuartillo donde vivían temporalmente de ocupas. Era la mesa oficial de las reuniones, básicamente planeaban como iban a sobrevivir una semana más allí sin que las pillasen.

-Entonces... ¿ahora tenéis superpoderes? -rompió el silencio Abbie. Las otras dos estaban tan impactadas por lo sucedido que seguían en shock mirándose las manos intentando hallar alguna explicación lógica.

-Eso parece... -dijo mirando a un punto fijo- ¡Oh Dios, esto no puede ser real! ¡ojalá que sí! Seguro, seguro que ahora me despertare y estaremos las tres sobando en el sofá cama ese asqueroso y oliendo la habitación a vinagre rancio -soltó impulsivamente.

-Tú lo estas flipando, esto es real, idiota mira -respondió Ash, que había conseguido encender una llamita en el dedo índice.

-Hostia, ¿sabéis que significa esto chicas? -golpeo la mesa entusiasmada con ímpetu.

- ¿Horno y bebidas frías gratis? -respondió Abbie.

-No, que podemos salir de este cuchitril -respondió con una sonrisa cómplice April.

-Ya se por donde quieres llegar ¡Robemos un banco! -esta vez fue Ash la que dio un golpe entusiasta a la mesa.

-No pensaba exactamente en eso, pero sí que es buena idea...- respondió pensativa April.

- ¿Pero estáis locas? Si ni siquiera sabéis controlar vuestros poderes, casi sale el videoclub ardiendo, y luego se volvió un congelador ¿Y dónde vais a practicar? Porque aquí definitivamente no, ¿Queréis que me despidan? -dijo Abbie histérica.

- ¿Pero para que quieres esta mierda trabajo? Si vas a poder vivir de gorra, y dedicarte las 24 horas a tu yaoi, cuando nos hagamos con money, yo lo veo buena idea -respondió April.

-Joder, yo también quiero superpoderes, ¿qué pasa que os venían de regalo con el tinte? -replico Abbie, ya que a ambas les había cambiado el color del cabello, a Ash se le volvió de un rojo intenso y a April blanco como la nieve.

-Venga, mujer que te vamos a sacar de pobre -dijo Ash dándole un codazo- Esto habrá sido por lo del laboratorio, lo mismo es lo que nos ha mantenido con vida.

-Debe ser eso, no hay otra explicación lógica -concluyo April.

Encontraron el lugar idóneo para practicar en un polígono industrial abandonado, no sabían bien como dominar los poderes, pero consiguieron al menos aprender varias cosas.

Ash aprendió a controlar un poco el fuego haciéndolo salir de su mano derecha, le quedaba mucho por aprender, pero era algo, si ya intentaba expulsar fuego con las dos manos no conseguía controlarlo y acababa por arder totalmente de pies a cabeza, cosa que no le afectaba para nada no notaba el mas mínimo dolor o cambio eso si no podemos decir lo mismo de su ropa que acababa carbonizada. Además, cuando pasaba a ese estado de "super Nova" fue como lo bautizaron, no podía controlar el poder y solía durar poco, lo que sería un gran inconveniente a la hora de robar ya que incendiaria todo el dinero, quedaría en evidencia y además en bolas.

April por su parte aprendió a congelar algunos objetos, lo que pasa es que no siempre funcionaba y acababa mutilándolos, pues en vez de salir una ráfaga de hielo salían carámbanos, la verdad es que era todo un peligro ya que podía matar a alguien, pero más o menos solía controlarlo o eso esperaba. Ahora lo que estaba intentando era deslizarse por el hielo, ya que podía crear una capaz fina por la que podrían patinar y así escapar en caso de huida, pero la cosa siempre acababa en un buen culazo contra el suelo y miles de maldiciones.

TRANSMUTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora