#28: Pequeñeces

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ORIANA POV:

Nadie me mencionó que ordenar un cuarto hecho toda una pocilga por culpa de mis desparramadas cosas de modelo sería un gran problema. Porque, bueno, no lo era. Simplemente era yo siendo una holgazana de primera que lo único que quería en ese instante era dormir y esperar a que Julian llegara... para poder dormir más.

Suspiré luego de enviarle el mensaje a Julian con la dirección del hotel en el que me hospedaba y me levanté de mi cama dejando que se escapara de mi garganta un gemido de flojera. Tenía menos de veinte minutos para ordenar todo el desastre que era mi habitación.

¿Dónde estaba la varita mágica de Harry Potter en un momento tan importante como este?

Empecé dejando todo lo del suelo en una bolsa. Sí, no era un empaque muy bonito, pero ¡hey! Mejor eso que nada, ¿no? Había que verle el lado positivo a las cosas y aveces... Oh, demonios, me empezaba a afectar el sueño.

El sonido de mi celular me distrajo de mis quehaceres de un momento a otro. Debía de ser Julian, después de todo, no conocía a nadie más que me quisiera llamar por esos días.

Solitario y triste, lo sé.

Me sorprendí al leer el nombre de Álvaro en la pantalla. ¡Mierda! ¿Justo ahora? ¿Qué tendría que decirme? Por un lado deseaba contestarle pero presentía que algo saldría mal si lo hacía. No quería ser pesimista pero sí, lo estaba siendo, además no tenía ánimos de responderle.

Me mordí la lengua. Oh vamos. No tenía de otra que contestar, después de todo, era mi amigo. Acepté la llamada y llevé el auricular de mi teléfono a mi oído.

-Necesito de tu ayuda- su voz se oía quebradiza y llorona.

¿Ven? Sabía que algo iba a ir mal.

-¿Qué pasó, Álvaro?- pregunté preocupada mientras seguía recogiendo las cosas del suelo y las guardaba en la bolsa.

-Emma terminó conmigo- sollozó.

¿Quién?

-No puedo creerlo- murmuré frunciendo el ceño y tratando de recordar quién cojones era Emma. Oh, oh, ¡cierto! La novia de Álvaro. Bueno, la ex novia de Álvaro.

-¿Puedes venir?- preguntó tristemente aguantándose las lágrimas. Sorbió por la nariz y luego escuché el sonido de que estaba sonándose.

Uh, ¿debería decirle?

-Julian va a venir- solté con miedo-. ¿Estás seguro de que no te puedo visitar mañana?- pregunté.

-¿Mañana? Creí que sería el desfile- susurró con tierna voz.

Demonios, tenía razón. ¿Cómo se me había pasado lo del desfile en un momento así?

-Lo siento, ti-tienes razón- tartamudeé rascando mi nuca-. Um, yo... Ya voy, Álvaro, debo hablar con Julian primero, no puedo dejarlo plantado.

-Te esperaré- respondió decidido.

-Gracias- sonreí débilmente cortando la llamada al segundo después. Dejé mi móvil sobre la cama y suspiré decaída.

¿¡Por qué Emma tenía que meter la pata en un momento como este!? ¿¡No podía pasar un momento tranquila con mi novio!? ¿¡De verdad era tan necesario romper con Álvaro justo aquel jodido día!?

Ugh, de acuerdo, debía relajarme.

Salí de la habitación dejando todavía algunas cosas botadas por el suelo y corrí hasta el ascensor. Si me encontraba a Julian en el lobby tendría que decirle que deberíamos salir del hotel, por lo que no vería mi cuarto aquel día y por consiguiente no me veía obligada a limpiar. ¡Yuppi! ¡El lado positivo de las cosas! Muero de la emoción.

Volando alto (VCLN2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora