Volando alto (VCLN2)

#2: Para llegar a la cima

«Un año después»

Me paré tras las cortinas negras que daban entrada a la pasarela y miré al público por el pequeño espacio que permitían éstas. Habían varios fotógrafos, como era de esperar, personas importantes vestidas elegantemente y, cómo no, mi madre en primera fila con un folleto.

Suspiré. Un par de modelos más y tendría que salir yo a la caminata de la pasarela.

Un año había pasado desde aquel día en que me presenté en la academia, un año bastante sencillo para mí. Gracias a Dalton, quien seguía siendo novio de mi madre, había llegado rápidamente a la cima. Gracias a él, y a la chica de melena rubia que me había hablado duramente ese primer día, Catalina García. Ella y yo estábamos en la cima de la academia, éramos las favoritas. Si no hubiera sido por su pequeño consejo, yo no sería nada. Tanto había pasado en tan poco tiempo.

Me abracé a mí misma, un tanto nerviosa por el hecho de que tendría que salir en unos pocos minutos más. No era la primera vez que caminaba en la pasarela pero lo sentía de esa manera cada vez que salía, más aún con el recuerdo de que habían venido a ver la presentación desde Londres.

¿Pero quién venía desde Londres para aquello? Dalton me los había descrito antes por suerte y gracias a eso los reconocí de inmediato al ver a través de las cortinas negras. Un hombre y una mujer, ambos castaños y con tarjetas azules colgando de sus cuellos.

-Oriana, tu turno- me avisó la chica de la carpeta, la cual daba las indicaciones a las chicas, sacándome de mis pensamientos.

Asentí esbozando una pequeña sonrisa. Sería mi turno, era hora de desfilar. Me coloqué en mi posición y esperé la señal.

Segundos después, me hallaba caminando por la pasarela, siendo víctima de flashes de cámaras y la atención de los demás.

Posé un par de veces y regresé por mi camino, siempre viendo hacia el frente. Cuando ya estaba tras las cortinas negras nuevamente, me empezaron a arreglar para la siguiente vez que saliera a desfilar.

-¿Cómo está mi modelo favorita?- sonrió amablemente Dalton que llegaba por mis espaldas.

Le sonreí a través del espejo como respuesta.

-¿Nerviosa?- preguntó, apoyando sus manos en mis hombros. Yo negué con la cabeza.

-No. Acabo de salir a desfilar por primera vez ahora, para la otra estaré más tranquila- respondí, arreglando un poco mi cabello y haciendo unas cuantas poses frente al espejo.

-A los de Londres les encantaste- me informó, haciendo que mis ojos se abrieran hasta el límite, completamente sorprendida.

Dalton me sonrió en victoria y salió de los camerinos de las modelos, dejándome en shock. ¿Les había encantado a los de Londres? Para mí eso era perfecto, claro, volver a Londres sería... Suspiré inconscientemente. Julian.

-¡Oriana!- me llamó nuevamente la chica de la carpeta.

Tomé una bocanada de aire y me levanté de mi asiento, decidida a desfilar bien y olvidarme por aquel día totalmente de Julian, no podía recordarlo así de repente, arruinaba mis esquemas de modelo perfecta.

-Voy- fue lo único que dije antes de salir a la pasarela.

***

-¡Estuviste perfecta!- exclamó mi madre abrazándome cuando nos hallábamos ya fuera de los camerinos.

Reí risueña correspondiendo su abrazo. Ella siempre me había apoyado en este tema, más bien en cualquiera, además... mi madre era la única persona que me recordaba cómo era yo en realidad, no una chica egocéntrica modelo, sino una chica, relativamente, normal.