No estaba de acuerdo con eso.
En realidad, le parecía una insensata estupidez, se dijo. Una forma absurda de ponerles aún más en peligro de lo que ya lo estaban. Le parecía mentira que con lo inteligente que presumía ser Alycia, su superior apoyase tan maña idiotez.
¿Qué sería lo próximo?
No quiso ni pensarlo.
A decir verdad, este no era el mejor día para ella primero porque su cumpleaños no era precisamente una fiesta idílica que celebrar y segundo porque era la fecha en la que la habían reclutado y puesto fin a su libertad de elección en está vida.
Sentada en los vestuarios mientras se cambiaba de ropa Rhiannon no pudo evitar recordar como entro a formar parte de la Sección 21.
Aquel antro donde la habían encontrado hacia tantos años no era lo que se dice muy sofisticado. Zack McGowan quien ahora era su superior y en aquel momento era el director de la Sección 21, se encontraba en el sitio preciso y en el momento indicado, supuso.
La multitud de cuerpos semidesnudos contoneándose al ritmo de la estridente música, las fugaces luces de neón que recorrían constantemente toda la amplia sala seguramente le hicieron preguntarse en donde demonios se había metido. Aunque Rhiannon seguía dudando de que no lo supiese de antemano.
Pocas cosas eran las que al peligroso e impasible Zack se le escapaban.
Casi inmediatamente se había fijado en él nada más entrar en el local, se veía que no era la clase de hombre que estaba acostumbrada a ver por allí.
Zack llegó, se quitó la chaqueta y dejándola a un lado de la barra pidió una copa y apenas se la sirvieron su mirada recorrió todo el lugar pareciendo escrutarlo todo con atención.
Al final de la barra cerca de una de las salidas de emergencia un tipo con una cazadora de cuero y pinta de matón, hacía negocios con otro que parecía demasiado ansioso como para dejar de moverse tocándose las sudorosas manos constantemente y suplicando algo más de lo debido.
Zack se llevó la copa de escoces a los labios y saboreándola como lo hacía logró captar la atención de una rubia vestida de cuero con algunas cadenas a la cadera que le dedicó una de sus más seductoras sonrisas que él ignoró mientras un par de desdeñados tipos que actuaban como si ella ni siquiera estuviese allí la manoseaban en una de las mesas.
Rhiannon que se deslizaba por una de las barras en lo alto de la tarima vestida con diminutas prendas de cuero que apenas dejaban nada a la imaginación, recordaba ahora como aquello llamó su atención.
Zack no había ido allí por sexo.
Ni siquiera prestaba atención...
Parecía más bien estar aguardando a que llegase alguien.
El local entero estaba plagado de chicas de compañía y bailarinas exóticas ataviadas con diminutos trajes de cuero y otros tejidos algo más sintéticos que apenas podían ser considerados ropas.
Matones y delincuentes con creencias equivocadas respecto a su propia persona llenaban el ruidoso lugar. Todos ellos verdaderos capullos consternados con la vida, y algunos imbéciles bocazas cuyos moretones les hacían parecer mas peligrosos de lo que realmente eran.
Cuando la canción hubo terminado y la música se desvaneció cambiando a un nuevo ritmo, Rhiannon se agachó para recoger grácilmente algunos de los billetes que tan generosamente algunos tipos con aspecto de idiotas y oficinistas le habían "regalado" al tiempo que escuchaba algunos comentarios un tanto lascivos y otras de las chicas cruzaba la pasarela para tomar su lugar.
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May We Meet Again (Cancelada)
FanficLa vida de Eliza Taylor no ha sido fácil, la de nadie lo es... Hace algunos años creyó encontrar algo de felicidad y por su torpeza la perdió... ...