El Niño De Los Rizos De Chocolate | Larry Stylinson, Ziall, Liam

Un Harry Que Llora

La suave brisa acariciaba sus rostros mientras Harry y Gemma caminaban por un parque cerca de casa. Pasaban de las cinco de la tarde, sus estomagos rugian pidiendo algo de alimento mientras estos intentaban distraerse cantando una canción infantil, proveniente del programa favorito del menor.

- Te quiero yo y tu a mi, somos una familia feliz...

No era que a Gemma le gustaran esos tipos de programas, lo único que quería era mantener a su hermano distraído y contento para así olvidarse por un momento del hambre.

Les parecia sumamente extraño que de un día para otro la nevera estuviera totalmente vacía, pues si mal no recuerda la noche anterior esta no estaba llena pero aún contenía algo de alimento.

A medida que avanzaban por aquel casi solitario parque, la tarde cada vez se tornaba más fría y afortunadamente ambos cogieron un abrigo antes de salir.

- Con un fuerte abrazo y un beso te diré...

Gemma observaba a su hermano cantar felizmente y eso la despreocupaba un poco, aún que muy en el fondo la angustia y pena de que el pequeño no tuviera nada en su estomago la consimia lentamente.

Cuando la canción finalizo, el rizado sonrió a su hermana y tomando mas fuerte su mano, comenzó a dar saltitos a medida que seguían avanzando.

- ¿Ahora qué quieres cantar, Hazz? - pregunto la chica deteniendo los saltos inquietos del niño.

- Mmm... - se alzo de hombros. - Quiero volver a casa ya. - menciono mirando a su hermana.

Gemma detuvo su andar. - ¿Tan pronto?, crei que te gustaba venir a este parque. - trato de convencerlo.

- Sí, pero... Tengo hambre.

Y eso fue lo que causo que los ojos de la chica se llenaran de lagrimas amenazando con salir en cualquier momento. Aparto la mirada rapidamente y pensó en algo para distraer a el pequeño un rato más.

- Estrellita, ¿Donde estas? - comenzó la chica y el niño no dudo ni dos segundos en seguirla.

Ella se preguntaba: ¿Por qué su vida ahora era una total mierda Cuando antes nunca pasaron por esto?. Antes su madre no solía trabajar y pasaba todo el tiempo con ellos, antes no se preocupaba tanto como ahora, antes... era feliz. No sabia cual era la razón por la que su padre se había ido pero la verdad es que deseaba con todas sus fuerzas que este regresara; lo quería ahí con ella, con su madre y con su hermano tocando la guitarra y cantando una linda melodía para calmar sus miedos. Ahora ella estaba asustada y frágil, ¿Donde estaba su padre para defenderla?, ¿Qué no era ella su princesa a la cual ayudaría a calmar sus demonios?. Lo quería de vuelta, lo extrañaba y anhelaba su regreso, no importaba que ella ya tuviera quince, quería sentirse pequeña una vez más en los brazos de su padre.

Llegaron a un punto en que Harry se soltó de su agarre y corrió hacia las resbaladillas que estaban casi vacías, solo uno que otro niño. Gemma agradeció internamente eso, porque al fin pudo sentarse a descansar y tratar de olvidar eso que la atormenta.

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8:35 p.m.

De regreso a casa, todo era completamente silencio. Gemma llevaba en sus brazos aún Harry completamente dormido, con restos de lagrimas secas en sus mejillas y un gran raspón en sus rodillas.