El bigote del tigre

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En cada lugar que conozco noto que hay muchas historias que contar que se cuentan desde de pequeños y nos enseñan cosas algo muy interesante es el bihote del tigre siendo una leyenda tipica de corea.

Un día, una joven Yun Ok fue a buscar a un gran sabio y joven ermitaño que vivía en una montaña para pedirle ayuda. El ermitaño era un mago muy sabio que sabia de conjuros y posiones mágicas.
Cuando Yun Ok entro a su casa, el ermitaño, sin levantar los ojos de la chimena que estaba mirando dijo:

-¿por que has venido?

Yun Ok respondió:

-oh! Gran sabio. Necesito tu ayuda, estoy desesperada ¡hazme una poción! Maestro -insistió Yun Ok-Y si no me ayudas estaré realmente perdida

-Bueno, ¿cuál es tu problema?- dijo el ermitaño-

-Se trata de mi marido- comenzó Yun Ok-desde que ha vuelto de la guerra se comporta de un modo extraño.Siempre está enfadado y casi no habla, Aveces cuando deberia estar trabajando en el campo de arroz lo veo sentado en la cima de la montaña mirando hacia el mar.

-A veces los hombre que han ido a la guerra se comportan asi-dijo el ermitaño

-Porfavor, quiero una poción para darle a mi marido asi se volvera cariñoso y amable como era antes

-muy bien vuelve en tres días y te diré que nos hara falta para esa poción.
Yun Ok volvio tres dias mas tarde

-lo he pensado-le dijo-puedo hacer una poción. Pero el ingrediente principal es un bigote de tigre vivo. Tráeme su bigote y te dare lo que necesitas

-¡el bigote de un tigre vivo!- exclamó Yun Ok-¿como hare para conseguirlo?

-si esa poción es tan importante, obtendras éxito-dijo en ermitaño y apartó la cabeza, sin mas deseos de hablar

Yun Ok se marchó a su casa. Pensó mucho en como conseguiría el bigote del tigre al fin se le ocurrió, y una noche salio de su casa con un plato de arroz y salsa de carne en la mano fue a la motaña de la cuidad donde sabia que vivía el tigre.

Sin acercase mucho a la cueva donde vivía, extendió el playo de comida llamando al tigre para que viniera a comer pero esa noche el tigre no vino

A la noche siguiente Yun Ok volvio a la montaña, esta vez un poco mas cerca de la cueva le volvió a ofrecer el plato de comida.

Asi continuó todas las noches acercándose cada vez mas a la cueva unos pasos mas que la noche anterior.
Paco a poco el tigre se fue acostumbrando a verla ahí.

Una noche Yun Ok se acercó a pocos pasos de la cueva del tigre.
Esta vez el animal dio unos pasos hacia ella y se detuvo los dos quedaron mirandose bajo la luna. Lo mismo pasó la noche siguiente y esta vez Yun Ok estuvo tan cerca que pudo hablar al tigre con una voz suave y tranquilizadora.

La noche siguiente despues de mirar los ojos de Yun Ok con cuidado, el tigre comio los alimentos que ella le ofrecia, despyes de eso cuándo Yun Ok iba por las noches lo encontraba en el camino.
Cuando el tigre había comido Yun Ok podia acariciarle suavemente la cabeza con la mano casi seis meses habian pasado desde la noche de su primera visita, al final, una noche después de acariciar la cabeza del animal,Yun Ok dijo:

-oh, tigre, animal generoso es precido que tengo uno de tus bigotes ¡no te enojes conmigo!

Y le arranco uno de los bigotes

El tigre no se enojó como ella temia Yun Ok bajo por el camino, no caminando si no corriendo con el bigote aferrado fuerte en la mano

Loca de contenta subió a la montaña para ver al ermitaño apenas habia amanecido cuando llego

-¡lo tengo!¡tengo el bigpte del tigre! Ahora puedes hacer la poción que me prometiste para que mi marido vuelva a ser cariñoso y amable.

-el ermitaño tomo el bigote y lo examinó satisfecho pero realmente era de tigre, se inclino hacia delante y lo dejo caer en el fuego que ardia en su chimenea

-¡oh señor!-grito angustiada-¡pero que has hecho con el bigote! ¿por que lo had tirado al fuego?

-explicame como lo conseguiste -dijo el ermitaño.

Bueno cada noche iba con un plato de comida después de mucho esperar me fui ganando la confianza del tigre le tenia mucho cariño y le trataba con paciencia. Finalmente me presto su bigote

Yun Ok se puso a llorar, penso que todo su esfuerzo habia sido en vano el ermitaño se acerco y le dijo

-ya no hace falta el bigote Yun Ok dejame preguntarte ¿es acaso un hombre mas cruel que un tigre? ¿responde menos al cariño y la comprensión? Si puedes ganar con cariño y paciencia el amor de un animal salvaje y sediento de sangre sin duda pyedes hacer lo mismo con tu marido no necesitas mas magia de la que tu misma tienes
Yun Ok dejo de llorar y volvio a su casa dispuesta a tener paciencia y recuperar a su marido.

FIN

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