sobre la vida, el amor y él.
Al día siguiente desperté mirando todo desde otra perspectiva, una mejor perspectiva. Con Calum habíamos hablado bastante pero no precisamente de Luke, sino más sobre la vida y las oportunidades de esta. El lema de que hay que aprovechar lo que aparece en tu camino yo ya lo había leído en cientos de libros, pero nunca es suficiente con que otro te lo diga, tú tienes que reflexionar por ti mismo en orden para entenderlo y aplicarlo. Y si algo me había hecho abrir los ojos fue la extensa conversación que había tenido con Calum el día anterior.
Suspiré y miré como el brillo del sol entraba por la ventana. Hoy me había despertado a horario y sin esa pesadez que siempre tenía, me sentía mas liviano que nunca. Me quedé sentado en el borde de la cama por un largo rato, algo que hace mucho no hacía. Presté atención al silencio que inundaba mi habitación y como todo daba a entender que el tiempo se había detenido, que el mundo ya no giraba como antes.
Cuando por fin me levanté desayuné con la misma lentitud con la que había despertado y salí caminando hacia la biblioteca. Hoy era un día feriado así que probablemente no iba a aparecer mucha gente, y menos a estas horas de la mañana. Pero Luke siempre iba todos los días, incluso los feriados, y con eso me bastaba.
Luke, Luke era una persona que había aparecido en mi vida y que nunca se fue. Increíble que haya pasado tanto tiempo pero que nada cambiase. Y no me molestaba en lo absoluto, yo era una persona aferrada a lo cotidiano y claramente Luke también lo era, tal vez por eso funcionábamos tan bien juntos. Porque en cierta forma nos complementábamos y eramos el mejor complemento que podríamos tener el uno con el otro.
La verdad es que después de todo lo que pasé, estoy agradecido de donde estoy ahora y para donde voy. La vida esta fluyendo a cada instante, lo que ahora es presente después ya no lo va a hacer, y las oportunidades que no tomamos quedaran atrás para siempre en ese vació inalcanzable que es el pasado. Es mejor deshacerse de la pesada ancla que te mantiene viviendo un futuro irreal y comenzar a ver lo que tenemos junto a nosotros en este momento.
Ya había llegado a la biblioteca y me sorprendí al encontrar a nadie más que Luke en su mesa de siempre y sin ningún libro en las manos. Él nunca había venido en los horarios de la mañana así que supuse que estaba ahí para verme, lo que inmediatamente me sacó una sonrisa.
—Buen día. —comenzó él, que también me sonreía— Un señor me dijo que probablemente llegarías después del medio día.
Reí al escuchar eso, mientras me sentaba en la silla frente a él.
—¿Y te quedaste de todas formas? —pregunté con un tono bajo, tal vez por la serenidad de la biblioteca vacía o tal vez por lo que me causo la simple idea de que él me hubiera esperado el tiempo que hiciese falta.
Por las ventanas entraba una tenue luz y el resto estaba bastante oscuro, podíamos vernos las caras gracias a la ubicación de su mesa pero el ambiente era tranquilo, no sombrío, tranquilo. Investigó mi rostro por unos segundos antes de contestar.
—Tenia la esperanza de que vinieras a tiempo, y si no lo hacías esperaría. El tiempo no es oro, es sólo tiempo, cada cual le pone su valor personal.
—¿Yo valgo tu tiempo?—bromeé y él asintió al instante— Tú también vales mi tiempo.
Él valía mucho más que mi tiempo. Nos quedamos en silencio un rato.
—Vine a pedir disculpas. —habló de repente, yo seguía mirándolo— No creo que puedas llegar a entender algunas cosas, solo alguien en una situación similar podría. Pero tengo que decirlo de todas formas, porque creo que aunque probablemente no hayas pasado por lo que yo pase, eres comprensivo y sabes respetar los sentimientos de otra persona, eres empático.
Asentí para que supiera que estaba escuchándolo y que tenia toda mi atención.
— Cuando tenía cuatro años me caí de un árbol y es por eso que desde ese momento no puedo mover las piernas. Pero eso significó pasar toda mi infancia en silla de ruedas. Nadie quería jugar conmigo porque conmigo no podían ni correr ni ir a las hamacas. —suspiró—Yo no quiero impedirle a nadie lo que se me impidió a mi. Y no estoy hablando de ir a correr o jugar en las hamacas, estoy hablando de actividades del día a día de una persona normal que yo jamas podré hacer, y no quiero arrastrar a otro dentro de mi burbuja de miserias.
— Luke, tú también eres una persona normal. No serás igual que todos o no tendrás las mismas capacidades que todos, pero eres una persona normal al igual que yo. No eres discapacitado, tienes otras capacidades diferentes a las mías y eso no te hace anormal. —se ruborizó ante mis palabras pero aun tenía la mirada triste— A mi no me importa las cosas que tú no puedas hacer, todos afectamos a los demás de alguna forma. Yo soy celíaco, cuando era chico a cada lugar que íbamos mi papas me preparaban una comida especial para mi, y nunca podía comer las cosas ricas en los cumpleaños.—se río pero nunca desvió sus ojos— Ni contarte luego en la adolescencia cada vez que mis amigos y yo nos juntábamos, siempre se aseguraban de no comprar algo que yo no pudiera comer para no hacerme sentir mal, e igual me sentía mal por condicionarlos en cada momento. Pero la vida es así y no todos somos iguales, pero somos individuos, tan complejos como cualquier otro.
Sus ojos parecían estar a punto de largar lagrimas, y me pareció una actitud bastante sincera. Sentí como si ese momento estuviera uniéndonos todo ese tiempo que él se encontraba en su silla de ruedas leyendo y yo detrás del mostrador observándolo.
Eliminé el espacio que nos separaba poniendo mi mano sobre la suya al otro lado de la mesa, como un movimiento de contención
— No eres el primero en tratar de convencerme de que tengo el apoyo de los demás, pero por alguna razón tú eres diferente. No se que es pero todo es diferente cuanto estoy contigo, y me encanta que sea así.
Nuestras manos seguían en contacto. No era ningún secreto que algo pasaba entre nosotros, y desde que nos besamos tampoco era ningún secreto que ambos sabíamos de esa conexión. Lo único que faltaba era poner los sentimientos sobre la mesa y apostarlo todo. ¿Y por qué no ahora? ¿Por qué esperar un futuro incierto?
— Luke, hay algo que todavía no he dicho, —me sonrió tímidamente sin despegar sus labios, él sabía— y es que siento muchas cosas por esto que tenemos, por ti. Hay tantos sentimientos que no se pueden explicar, —hice una breve pausa para respirar hondo antes de largar todo— pero sé que hay una sensación dentro mío que llevo desde hace un tiempo ya, la palabra "Atracción" no llega describirla. Sin embargo hay una palabra que habla no sólo sobre una intensa atracción, sino también sobre el deseo del bien hacia una persona y las expectativas de vida junto a esta, y es una palabra que sí creo que podría llegar a explicar mucho de lo siento hacia ti.
— ¿Y cual es? —se notaba que su garganta estaba seca, pero su expresión seguía siendo de felicidad.
— Amor.
Su mano se movió y ya no estaba debajo de la mía, sino que ahora me aferraba con fuerza.
— Y hay cosas que sólo tú puedes explicar. Yo también siento amor por ti, Michael.
n/a: yo dando lecciones de vida que no sigo, vamoooo'
bueno, ahí tienen el final. se que no hay muchas personas que leen esto ya (por mi culpa obvio) pero todavía hay gente que yo no se como pero sigue acá y sepan que esto es por ustedes así que espero que les haya gustado mucho, que eso es lo importante!! les amo y les deseo lo mejor
adios ✌
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limerencia • muke
FanfictionUna historia sobre un chico en silla de ruedas y otro detrás de un mostrador. limerencia: estado mental involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona a otra.