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Tarde del casi fin de semana y Hoseok estaba con una mujer en su departamento. Su chica en este caso, con la cual apenas y llevaban saliendo un par de semanas. Estaban en el departamento del pelinegro celebrando el cumpleaños de la chica.


–Entonces...uhm– dijo la chica con una sonrisa pícara después de separarse del beso. Acariciando sus hombros y ladeando la cabeza.


–Entonces.– alargó la palabra Hoseok, sonriéndole coquetamente. –Feliz cumpleaños. – la felicitó, tomando parte de su cabellera para rizarla entre sus dedos.


–Oh. – la chica se sorprendió por el repentino vuelco que dio a sus palabras. Pero al final sonriéndole. –Gracias. – le dijo sin quitarle la mirada. Luego desviándola a la mesa que estaba al lado de ellos, con sobras del pedido a delivery que hizo Hoseok de comida china y cerveza en latas. Algo no tan elaborado como ella esperaba. –Por la cena casual. –


–De nada. – respondió Hoseok, mirando la primera idea que se le vino a la mente. –Algo tenía que hacer pues es tu cumpleaños. – alagó, tomándola por la nuca y besarla.


La chica se dejó por unos segundos pero luego lo alejó para volver a hablar con una pequeña sonrisa. –Entonces...– volvió a utilizar esa palabra, creyendo que Hoseok al fin se daría cuenta.


–Ah. – al parecer el pelinegro lo había hecho pues se paró del sofá. –Ya sé, es tarde pero hay que ir al cuarto. – añadió, de lo más normal. Tomándole de la mano para que fuera con él.


Cosa que hizo cambiar la expresión de la chica.– ¿Ah? ¿Eso es todo aquí? – argumentó, señalando la mesa con sobras.


Hoseok intentando comprender a que se refería le aclaró. –Sí, ya terminó la cena. – respondió, tranquilo. Tomándola de la cintura pero la chica interponía sus manos entre los dos. –¿Qué? – preguntó, al ver ese rechazo.


La chica cambió de expresión a una risueña. –Es que...creí que este podría ser un buen momento para que me dieras mi regalo. – declaró, agitando sus manos a los lados, junto a las de Hoseok.


Pero la expresión del pelinegro se tornó dubitativa y algo seria. Mirándola detalladamente si es que no había alguna broma de por medio. –Ay, no. – se lamentó, la chica volviendo a adoptar una mirada confusa. –Oye, no tengo ningún regalo. – le confesó. Siendo honesto consigo mismo y cómo era realmente. –Me dijiste que no querías que te regalara nada. – finalizó. La reacción de la chica, entristeciéndose en sus labios. Frunciendo el ceño y temblando ligeramente. –¿Qué pasa? – fue la última pregunta de Hoseok. La que quería decir pero los ojos brillosos de la chica le volvieron a hacer hablar. –Oye, ¿estás llorando? –


–No. – la chica rehuyó de su alcance, girándose para rodear el sofá. Con claras lagrimas desbordándose y Hoseok siguiéndola por detrás.


–No capté tu mensaje ¿sí? – trató de defenderse Hoseok. La chica cogiendo su saco con dirección a la puerta, tratando de que no se le corriera el rímel. –¿Querías un regalo realmente? –

[ Vhope ] DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora