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Hoseok y sus dos amigos estaban en una cafetería para pasar el rato. Pidiendo en exceso diferentes platillos mientras que Hoseok solo pidió algo de carne con muchas verduras, envuelto en lechuga y sin aderezos.


–Wow ¿Desde cuando empiezas a comer como pajarito? – preguntó curioso Nam.


–Quiere ir a ver a Taehyung por acción de gracias. – le informó Jimin antes de que Hoseok dijera algo.


–Te dije que no hablaras de eso. – le reclamó Hoseok a Jimin, con clara vergüenza de parecer un blandengue. –Estoy cuidándome ¿sí? No lo he visto en meses y quiero... ya saben. – enfatizó, señalando su cuerpo con ambas manos. Meses que no tenía al cuerpo de Taehyung junto al suyo.


– ¿Por eso las horas extras en el gimnasio? – le volvió a preguntar Nam.


–Así es. –


–Tiene chocolatitos. – dijo Jimin a Nam, señalando a Hoseok y riéndose de a pocos.


– ¿Los tienes? – se impresionó el más alto.


–No. – negó rápido Hoseok.


–Anda, déjame ver. De hombre a hombre. – pidió Nam, estirando su mano para poder levantarle su camisa.


–No les voy a mostrar nada. – se negaba Hoseok, cruzando ambas manos sobre su cuerpo. Alejando la mano de Nam.


–Se los mostrará a Taehyung cuando vayan a fornicar. – dijo seguro Jimin, sin filtros. Causando que Hoseok le pateara debajo de la mesa, gracias a que lo tenía frente a él.


–Qué educado. – gruñó Hoseok con ironía, incorporándose en su lugar para fingir que no era el causante del dolor del menor.


–Así soy yo. – afirmó Jimin, no dejándose doblegar y defendiendo sus pensamientos.



~



Por fin comenzaba el fin de semana y Taehyung ya estaba contando su dinero. Separando en su mente que cantidad de qué iría para pagar sus cosas y otras para sumar al boleto de avión hacia Seúl.


–Taehyung tienes gente en otra mesa. – le avisó su compañero.


El castaño farfulló guardando parte de su dinero en un bolsillo y otro tanto en el otro... –No es cierto, ya cerré mi sección y lo sabías ¿o no? –


–Pues fuiste solicitado. – nada más le digo para luego irse, dejando a un Taehyung maldiciendo mientras caminaba hacia la recepción. Eso le pasaba por quedarse y no irse cuando le dieron su paga. Eso y miles de maldiciones recorrían su mente y su boca. Empezando luego a caminar lento y sin habla cuando vio a Hoseok sentado en una de las mesas lejanas.

[ Vhope ] DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora