[ Vhope ] Distancia

8

Hoseok llegó a su departamento, siendo recibido por Nam y Jimin quienes ya estaban expectantes acerca de su viaje.

–¿Y? ¿Cómo te fue? – le preguntó primero Nam a Hoseok apenas entró al departamento.

–Increíble. – dijo Hoseok con una sonrisa en su rostro, colocando su maleta al lado del sofá. Sintiendo la comodidad de esto al sentarse.

Nam alzó ambas cejas por cómo lo dijo. Así que procedió abrir las latas de cerveza que yacían sobre la mesa, que habían puesto como prevención si es que Hoseok llegaba hecho un desastre.

–Me preocupaba que te hubiera mandado al diablo. Entonces tendríamos que ir al bar a llorar pero te fue bien. – dijo Jimin, inclinándose hacia delante para recibir la lata de cerveza que Nam le ofrecía. Dando un sorbo largo y los demás con sus respectivas bebidas, Jimin preguntó pícaramente. – ¿Le dijiste que lo amas? –

Nam negó levemente con la cabeza mientras bebía, esa pregunta no venía al caso. E iba a burlarse de Jimin pero la respuesta de Hoseok lo descolocó. –Es posible. –

– ¿En serio? – cuestionó rápido Nam, apoyando su bebida en su rodilla.

–Sí. – afirmó Hoseok, dando un largo sorbo. Recordando la primera noche que durmió con Taehyung en su cama.

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Hoseok acariciaba con su pulgar la mejilla del menor, viéndolo dormir entre sus brazos. Tuvieron una conversación larga durante la noche después de intimar. Hablando de todo y nada, solo querían alargar su momento de por fin estar juntos.

–Te amo. – susurró Hoseok apegando su rostro al del menor. Acunando su mejilla entre su mano. Y se sorprendió un poco cuando Taehyung abrió los ojos lentamente, esbozando una sonrisa a la misma velocidad. Hoseok contagiándose de su sonrisa, para luego acercársele y dejar un suave beso sobre sus labios.

–Repítelo. – pidió Taehyung lo más bajo que pudo. Claramente no habiéndose dormido, al menos no en su totalidad debido a las caricias que Hoseok le daba, sometiendo a su cuerpo a seguir despierto y poder sentir su cariño. –Quiero verte decirlo. –

–Te amo. – volvió a susurrar, ensanchando más su sonrisa. Segundos después besándolo.

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–No, ¿en serio? – la sorpresa de Jimin no se hizo esperar. Saltando prácticamente del sofá para sentarse debajo de una pierna y acercársele más. –Wow. – miró las facciones de su amigo, incrédulo de que sea el mismo Hoseok el que dijera eso.