Pequeño

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D:tranquila señorita Granger, no he entendido casi nada.
H:mejor venga conmigo señor.
Ambas se encaminaron al despacho, Hermione se veía alterada y eso no era bueno después de todo lo que pasó. Abrió la puerta pero el pequeño no estaba ahí, solo la capa y....pequeñas huella rodeando toda la habitación, las cuales llegaban abajo del escritorio.
H:está ahí
D:¿estás segura?
Hermione asintió y se acercó, ambos rodearon el escritorio por un lado, cuando llegaron se agacharon. Ahí había algo pequeño, vestido de negro, no se podía diferenciar por la falta de luz pero parecía estar llorando.
D:Severus...
De inmediato esa figura se sobresaltó por lo que se golpeó con el escritorio.
D:no te haremos daño, ¿quieres salir?
S:no....papa se enojara.-susurro
D:tu papá no se encuentra aquí solo nosotros, yo soy Albus y ella es mi buena amiga Hermione.
Severus quito toda la ropa que lo cubría y dejo ver un poco su rostro.
S:¿cómo sabes mi nombre?
D:bueno...digamos que te conozco muy bien, puede que no lo recuerdes, pero también me conoces.....
No hubo respuesta.
D:sabes Hermione, tengo muchos dulces en mi despacho es una pena que no haya ningún niño cerca para poder compartirlos, creo que solo seremos tú y yo.
S:¿du...dulces?
D:ah, sigues ahí, ¿te apetecen algunos dulces Severus? Solo tienes que salir.

Hermione y Dumbledore se levantaron y esperaron unos segundos, una cabecita empezó a asomarse por el escritorio. Ellos se apartaron para que pudiera salir.
D:¿listo?-le tendió mano y levantó las cejas esperando una respuesta. El Niño solo asintió.
Se encaminaron al despacho de Dumbledore, Severus quedó en medio de los dos.

D:puedes tomar los que quieras-había sacado una caja llena de dulces, en su mayoría muggles.
S:gracias...oh estos los conozco, una vez mami me dejo probar uno, sabía muy rico-era un dulce de limón.
D:¿cuántos años tienes Severus?
S:pero dijiste que me conocías, debes saber cuántos años tengo.
D:mmmm....tienes razón, veamos, tienes 5.
Severus volteo y vio un calendario, era febrero.
S:eso creo, ahí dice que estamos en febrero.
H:¿no recuerdas tu edad?- él negó.
D:bueno no te preocupes por eso, la señorita, quiero decir Hermione te cuidara, yo debo salir a ver unos asuntos pero nos veremos pronto.

Dumbledore se dirigió a la puerta y Hermione lo siguió.
H:pero señor yo....
S:no se preocupe, vendré en cuanto averigüe como pasó esto, iré al despacho pueden quedarse aquí y en unos minutos regresen, avisare que Severus no se encuentra para dar clase, por favor cuídelo, confió en usted.
Cuando se fue ella se dio vuelta y vio que El Niño ya no estaba en su lugar, ahora estaba curioseando todo lo que había ahí, de repente escucho su voz espantándolo un poco.
S:¿en donde estoy? ¿Por qué mami no está aquí?
H:estoy segura que verás a tu mami muy pronto.
Un gruñido se escucho en el despacho, proveniente del estómago del pequeño Severus.-¿quieres comer algo?
Severus negó rápidamente bajando la cabeza apenado.-¿por qué no?
S:ya he comido, y no debo pedir más.
H:¿en tu casa no cenas?
S:no, solo comida y desayuno. A veces no desayuno o no como y mama lleva a escondidas algo de comer a mi cuarto por la noche.
Hermione se seminario terriblemente mal.
H: aquí puedes comer lo que quieras-ella trono los dedos y un elfina apareció con un plop-ella es mini, nos podrías traer algo de comer, y postre, lo que tú quieras mini.-la elfina asintió y con una referencia desapareció.
S:¿qué era eso?
H:son elfos domésticos, ayudan a los magos, yo estoy en contra de eso porque la mayoría los trata muy mal.
S:pero se veía feliz de que le encargarás algo.
H:ellos aman hacer eso, yo pienso que deberían tratarlos mejor y darles un sueldo, solo he conocido un elfo que ha querido ser libre, se llamaba Dobby, te hubiera encantado conocerlo.
Con un plop la elfina apareció de nuevo-muchas gracias mini.

Con su mano Hermione llamo a Severus y lo invito a probar. Ella no tenía mucha hambre así que vio al niño comer, se veía que estaba hambriento. Cuando terminó se veía satisfecho.
S:gracias, ha estado muy rico.
H:no hay porque, ahora debes regresar a tu...al otro despacho, lo han de haber limpiado, vamos.

Cuando llegaron estaba todo en orden como si nada hubiera pasado.
S:aquí también hay muchos libros.
H:si, lo sé, ¿te gusta leer?
S:si, mamá me enseñó, aunque ya termine los libros de mi casa. Papa dice que eso no sirve, un día los tomo y los escondió, no los he vuelto a ver.
H:te parece si primero tomas un baño y después escoges cualquier libro que quieras y lo leemos juntos.
S:está bien.

Hermione no sabia donde estaban las habitaciones de su profesor así que tuvo que ir a su cuarto, aunque antes de eso lo dejo escoger el libro , una curiosa elección debía admitir ya que ese no era un libro para niños aunque era de aventura.

Llegando lo ayudó a desvestirse, su cuerpo se veía tan frágil, sintió mucho coraje al ver casi toda su espalda con moretones, también sus brazos y piernas. No había ningún lugar en el que no hubiera una maraca de golpe. Además estaba muy delgado, podía ver sus huesos marcarse en su cuerpo
H:tú papá te golpea-lo afirmó.
S:le enoja mucho que mama sea una bruja y que yo mueva las cosas sin tocarlas.
Ella suspiro triste.
H:crees poder bañarte tú solo, estaré aquí si me necesitas.
S:si, mamá me ayuda en muchas cosas pero cuando no está tengo que hacerlo yo mismo.

Hermione lo espero sentada en su cama, con la puerta del baño entreabierta.
Era irónico, ella acababa de perder a su niño y aún así ahora estaba cuidando de uno. Se entristeció al saber que la mayor parte de la vida de su profesor la pasó mal. Era un buen hombre él no merecía eso. Con el paso del tiempo la realidad y crueldad quitó todo rastro de aquel niño tierno y se había convertido en el hombre amargado, tosco, sarcástico e hiriente que era.

Cuando El Niño salió Hermione ya tenía su ropa, era la de ella pero la había encogido, a decir verdad era la ropa que su profesor le había comprado meses antes. En cuanto acabo se acostaron y ella comenzó a Leer en voz alta hasta que escucho un bostezo. Sintió como de repente algo se acurrucaba contra ella.
S:me recuerdas a mama, eres linda her...mi..one.
Después de eso solo pudo ver dormir al pequeño.

Sentimientos descubiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora