Capítulo 20 - Starbucks

460 43 93
                                    

Nos cansamos de bailar y nos fuimos a sentar cerca de la barra.

—Pide lo que quieras, yo pago.

—No hace falta, Rubén. Gracias.

—Sí hace falta. Venga, pide algo.

—Está bien —Se dirigió al hombre que atendía en la barra— Dame una Coca-cola Zero, por favor.

—¿En serio? ¿Una Coca-cola?

—Sí, ¿qué tiene de malo?

—Pensé que pedirías algo con alcohol.

—No bebo.

—Haces bien... Yo quiero una cerveza.

El hombre nos dio las bebidas.

—Cuéntame, ¿cómo te va?

—Bien. Por fin me gradué del instituto. Estaba harta. Me tomaré un año sabático y después entraré a la universidad.

—Que decidida.

—Sí —Rió.

—¿Qué estudiarás?

—Bellas artes.

—Era de suponerse...

—Ya ves... ¿Y tú qué tal?

—Normal. Todo va bien. El mundo de YouTube está creciendo... Mucho.

—Sí. Me encanta. Me pongo a ver los videos de cuando erais más jóvenes y me parece tan tierno... Me encantó el de "Mi Peor Apuesta". Que besaras a Mangel fue muy salseante. Recuerdo que ese día estaba fangirliando mucho. Tenía catorce años —Ríe.

—Cuando tenías catorce eras muy mona.

—Era...

—Lo sigues siendo —Me acerco a ella. Ambos sabemos lo que pasará, y ninguno tiene intención de detenerlo.

De nuevo rompimos la distancia, no quisiera que esto acabara. ¿Espacio personal? Una polla.

Esto es tan hermoso. La quiero... La quiero mucho.

Termina el beso y nos miramos. Sonreímos. No sabemos qué hacer o qué decir.

—¿Y Melanie? —Tenía que mencionarla. Ya me arruinó la noche.

—Digamos que las cosas con ella están... Indefinidas. Hace cuatro años que no hablamos. Yo ya doy esa relación por terminada.

—Bien. Entonces no debo sentirme culpable.

—¿Por qué tienes que sentirte culpable? Yo te quiero a ti, y solo a ti.

Hundí mis labios en los suyos de nuevo.

—No te creo.

Volví a repetir la acción antes realizada.

—¿Y ahora?

—Sigo sin creerte.

Lo volví a hacer.

—¿Eso es suficiente?

—Nunca será suficiente —Esta vez, me besa ella.

Hay que ser conscientes de que estamos tonteando como dos adolescentes enamorados. Es tierno y bobo a la vez, pero por ella me comporto de muchas formas distintas.

(...)

Al otro día desperté con el sabor de sus labios en los míos. Hermoso.

Estaba fantaseando. No sé qué coño me pasa.

Who Cares? [elRubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora