Ahí iba Luna con su paso apresurado con su característica personalidad a la forma de vestir: aprovechando que su pelo era extremadamente largo, allá a la altura de las caderas recogidas en dos colas que comenzaban en moños, un vestido a cuadros de color celeste y negro y unos botines negros de estilo militar. Nadie diría que aquella chica era una futura estudiante de enfermería, más bien tenía unas pintas bastante otaku, de hecho, era otaku, podía pasar horas y horas viendo anime y leyendo mangas, pero a pesar de ello, al final de las vacaciones ella sería una estudiante de primer año de enfermería, conocería gente y tendría que vérselas con exámenes parciales...
Tenía que aprovechar esos días para quedar con Carla y María, las dos amigas que había hecho durante las clases de pruebas de acceso, aunque últimamente pillar a Carla era difícil, había empezado ese verano a salir con un guaperas arquitecto y pasaba más tiempo con el que con el resto de la humanidad.
Luna por otro lado estaba soltera y compuesta, y estaba deseando llegar a casa para terminar de armar el equipaje, en aquel pueblo no ofertaban su carrera y tenía que mudarse a la ciudad, gracias a Dios viviría con su amiga María, en la residencia compartiendo habitación, Carla por otro lado viviría con su adorado Josué...qué envidia pensó la joven Luna.
Tras montar las maletas, Luna fue camino del tren para ir a su nueva casa, dos santas horas en un horroroso tren pasando un calor de mala muerte. Tras llegar al piso decidió ir a conocer las inmediaciones de la universidad, miró clubs, miro instalaciones...-Por Dios, menuda piscina, aquí entro y no me sacan y el club de Judo, por favor, puedo morir aquí, debo apuntarme a las dos, no se me dan mal los estudios, me pregunto cuando abren las plazas- Mientras mascullaba por lo bajo todo no se percataba de que estaba siendo observada, literalmente cerca suya, más concretamente, era observada justo desde detrás, es decir, tenía a un chico detrás de ella, y ella sin percatarse.
-Los plazos para entrar en los diferentes clubes fueron abiertos esta mañana, por lo tanto ya puedes inscribirte, te aseguro que el club de judo es tremendamente interesante, te lo digo por experiencia- Un escalofrío recorrió el cuerpo de Luna a causa del susto, solía ser bastante despistada por lo que no se daba cuenta de presencias externas, esto hizo que se girase de golpe blanca como la leche por el susto. –Tranquila, tranquila, perdón por el susto, realmente pensaba que notaste mi presencia con anterioridad, no pretendía asustarte.- El chico miro con interés a la pobre chica que poco a poco iba recuperando el color normal de la piel.
-Me presento, soy Álvaro, soy del club de judo, si quieres te acompaño a formalizar la ficha para unirte- Luna no sabía cómo reaccionar, realmente aquel tipo de situaciones le superaban y algunas veces sino conocía ni a las personas de vista se quedaba muda, agachando la cabeza para mirar al suelo, negó, se despidió y salió pitando de aquel lugar.
-El curso promete ser largo sino cambio este carácter pronto, realmente el chico parecía majo, pobrecito, espero que en su mente se dé cuenta que no fue su culpa...-Los pensamientos en voz alta de Luna eran cosa típica en ella, por lo que fue caminando hasta su residencia, donde descubrió que aquel curso pasaría de ser largo a ser eterno, rezaría con que no fuese infernal, otra no le quedaba, intentaría no hacer amistades, ella es solo tímida de primeras, cuando se la conoce a fondo se descubre que ella es un torbellino y que tiene en parte muy mal carácter, por lo que es difícil de tratar...Estaba deseando llegar a la habitación así que entro con rapidez en la residencia, MIXTA, era mixta, la peor tortura para la pobre e introvertida Luna, medio corriendo recorrió el pasillo y llegó al pasillo que se supone que tenía su habitación, abrió la puerta y entrando con rapidez se tiró en la primera cama que pilló hasta caer dormida.
A la mañana siguiente el despertador sonó y María y Luna se prepararon para ir a clases, ella iría al edificio de formación profesional y Luna a la escuela de enfermería, pero primero se pasaría a la secretaría para recoger los formularios para poder asistir a los clubes, -Tienes que entregarlos a sus respectivos presidentes- Las palabras del secretario cayeron como cubos de agua fría sobre Luna. Así que con pesadumbre fue primero al club de natación y con prisas dejo el formulario y luego se acercó al club de judo, para llegar al despacho del club, primero había que atravesar todas las instalaciones, por lo que con ello pudo observar el lugar. Toc-toc sonó la puerta cuando Luna llamó. –Perdón por la intromisión, quisiera unirme el club de judo, traigo todos los papeles- Los ojos de la chica se salían casi de su órbita cuando se percató que el presidente del club de judo... -¡Tu!, ¡eres el de ayer!- Resultó ser que el chico de ayer, el cual se ofreció a ayudarla...La cara de Luna se volvió roja, cual tomate maduro. –No pasa nada, soné un poco acosador, normal que huyeses, reitero mis disculpas. Veo que al final decidiste unirte al club de judo, ¿vienes del club de natación o aun no fuiste?- Luna no sabía cómo sentirse. ¿Qué respuesta obtendría si decía si? ¿Y si decía que no?, lo mejor era decir la verdad, ante todo ir de frente. –Vengo de allí, me pillaba de camino desde la residencia ¿por?- La cara del presidente se iluminaba por momentos y acercándose con euforia le cogió por los hombros y la empujo fuera del despacho- Bienvenida al club de judo, de camino al despacho debiste ver las instalaciones, ¿Qué tal probarlas?- ¿En serio?, el ofrecimiento del muchacho era algo escalofriante, teniendo en cuenta que los clubes abren solo por la tarde y en ese momento era por la mañana, por lo que en aquel momento aquello estaba vacío. Sintiendo un poco de miedo decidió igualmente seguirlo, si era el presidente del club desde luego judo debía saber bastante así que rechazarlo de nuevo no era signo de buena educación, y a pesar de sus apariencias Luna de venia de una familia de madre abogada y padre doctor y encima un hermano también abogado, así que...modales había recibido. Siguiéndolo acabó en una de las salas de judo que tenía estilo japonés, realmente preciosa pensó Luna en voz alta.
-Realmente preciosa, ¿Verdad?Siempre quedo maravillado ante esta sala, pocas veces es usada...- Girándose conrapidez quedo frente a Luna y poniendo sus manos sobre las mejillas de Lunaacerco su boca a sus orejas y susurro... -¿Crees en el amor a primera vista?, Yosí-
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La desventura de Carla.
ChickLitLa historia se centra en Carla una chica de 21 años que tras salir de una prueba de acceso a FP, con su estrenada amiga Luna -la chica otaku-, es secuestrada por un apuesto hombre, el cual sin darle explicaciones la fuerza a entrar a un automóvil y...