Las palabras calaron hondo en la mente de Luna, la pobre era muy espesa ante estas situaciones y solían dejarla básicamente petrificada, ¿Qué hacer? ¿Qué decir? Eran las preguntas más frecuentes que rondaban la mente de la asustadiza Luna.
No era la primera vez que se medió declaraban, pero por malentendidos siempre se interpretaba que su actos eran de rechazo, por lo que básicamente tenía 20 años y 0 parejas...pero ahora estaba nuevamente en la misma situación.
-N-no sé lo que pretendes...- Sus palabras volvían a atragantarse en su garganta y no salían, su boca se secaba, ciertamente el chico era de buen ver, se veía inteligente, amable y demás, pero tenía miedo, de que por sus actos volviesen a interpretarla mal.
-Sabes que no te voy a dejar huir, ¿Verdad? Pareces el tipo de chica a la que por sus actos confunden timidez con rechazo, de mí no te escapas, que lo sepas...- Luna intento escapar, se giró y se fue a por la puerta, un brazo apareció por uno de sus lados impidiendo que la chica pudiese abrir la puerta y la mano contraria cogió su muñeca e hizo que la chica diese un giro de 180º, sus caras estaban cerca, Luna sentía la respiración del chico, el chico no dejaba de mirarla a los ojos, como si quisiera espiar su alma, sus pensamientos más profundos, como si se la comiese con la miraba, los ojos del presidente en aquel momento desbordaban pasión y lujuria. Luna jamás había sentido aquello más que en libros que había leído, pero podía notar como la temperatura de la sala iba en aumento. Álvaro se acercaba más, sus cuerpos cada vez se pegaban más, Luna intentaba echarse atrás, pero la puerta no la dejaba, su espalda tocó la puerta, ya no había más espacio para alejarse, y Álvaro por su parte estaba básicamente pegado a ella. ¿Qué sucedería ahora? La mente de la muchacha iba a mil por hora. El muchacho apoyo uno de sus codos contra la puerta mientras que la mano del brazo contrario aguantaba la cara de la joven, se agacho y le dio un beso.
Un beso que nubló la mente de Luna, todo daba vuelta, el beso la estaba absorbiendo, la transportaba a otro lugar, sus piernas temblaron y empezó a caer lentamente, y con ello el chico con tal de no dejar el beso.
Parecía que el beso no acababa, ya en el suelo, el chicho seguía el beso, Luna tenía los ojos cerrados, sentía su cara arder, ¿Cómo podía estar pasando aquello? ¿Desde cuándo los besos podrían ser así de pasionales y lujuriosos?
Cuando se separaron del beso, en el momento de separarse Luna pudo sentir como si el joven realmente no quisiese separarse de ella, pero pareció ver la expresión de la chica y se separó, no sin quedarse sentado de modo que la chica no pudiese escapar de ningún modo, por lo que a pesar de no estar cerca suya, también estaba muy cerca de ella, se viese desde el ángulo que se viese, aquella escena transmitía demasiada pasión.
-Yo también creeré en el amor a primera vista- Fueron las únicas palabras que masculló la chica.
-No te puedo oír bien, más alto y sin agachar la cabeza, quiero verte la cara mientras hablas- Se estaba burlando de ella, eso estaba claro, pero la risa que soltaba mientras decía esas palabras dejaban caer que no lo hacía para mal. La joven alzo la cara, y desviando la mirada para no verle la cara al joven volvió a repetir las palabras, sin embargo no logro que saliesen con más volumen de su garganta, más bien parecía que sonó más bajo e incluso un poco entrecortado.
-Me basta con eso, pude ver tu cara completamente roja- Sonriendo tiernamente cogió de la mano a Luna, le beso la mano y rápidamente la levanto del suelo. Desde luego aquellas paredes habían presenciado una escena demasiado...caliente.
Luna no sabía qué hacer, le costaba caminar aun temblaba, se acopló la camiseta que estaba usando y la puso de buenas formas. ¿Cómo habían podido llegar a esa situación de un momento a otro? Luna salió corriendo de aquel lugar nada más encontró la puerta y dejando solo al perplejo Álvaro que observaba como la chica salía corriendo mientras él pensaba que el amor había sido a primera vista y que era mutuo, pero ¿Cómo hacer que ella se diese cuenta de que él iba en serio de tal modo en que no permitiría que ella se alejase?
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La desventura de Carla.
ChickLitLa historia se centra en Carla una chica de 21 años que tras salir de una prueba de acceso a FP, con su estrenada amiga Luna -la chica otaku-, es secuestrada por un apuesto hombre, el cual sin darle explicaciones la fuerza a entrar a un automóvil y...