Capítulo 2

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Lilith
Él estaba ahí

Emily
¿Te habrá seguido?

Lilith
Lo dudo mucho, no supo de mi existencia hasta hoy.
¿Cómo no me di cuenta antes?

Emily
Lo que pasa es que siempre estás en tu mundo.
Además que eres muy tímida.

Lilith
Eso es verdad..
Hum... oye, ya pronto pasará un año desde que nos conocimos.

Emily
Cierto
¿Algún día vendrás?

Lilith
Prometo que si.
Solo necesito juntar más dinero e iré.

Guardé el celular, Emily era mi única amiga a la que podía contarle todo y no me juzgaría. Ella vivía al otro lado del país.
Salí de mi habitación y fui hacia la cocina, un olor muy rico llegó a mi nariz y de repente gruñó mi estómago.

Mi hermano Evan estaba en la sala con su guitarra, a veces, sólo a veces era molesto escucharlo tocar.
Entré a la cocina y ví a mi hermana y mi mamá cocinando, sonreían y hablaban de algo.

Tragué saliva, verlas juntas me gustaba, pero cuando mi hermana abría la boca era solo para meterle ideas a mi mamá en la cabeza.

—¿Qué hay de cenar?— mi hermana me miró.

—Para ti, ensalada— la miré mal. Ella no era delgada, tampoco era gorda como yo, tenía el cuerpo normal.

—¿Mamá, que hay de cenar?-

—Hay cereal si gustas— ella cortó un poco de pollo y las echó en una sartén.

—Mejor que cene verduras o lechuga, ¿no ves lo gorda que está tu hija?— dijo mi hermana.

—Rebecca, te pido que no hables así de tu hermana.

Di media vuelta, lo menos que quería era tener una discusión con ella.
Choqué con algo, miré hacia arriba y ví a mi otro hermano.

—Lilith, ¿vas a cenar?— dijo Jeremy, él era más alto que nosotros.

—No, tu hermana ya me quitó el apetito— dije molesta, mi hermano me miró medio confundido.

—Bueno, entonces ve a dormir que mañana hay escuela.

Asentí. Intenté subir las escaleras corriendo, pero a mitad de estas me cansé...

Al día siguiente, me levante para bañarme. Al terminar, me puse unos pantalones color negro, mis tenis y una blusa.
Tomé mi mochila y bajé, mis hermanos y mi mamá ya habían terminado de desayunar.

Me acerqué a la mesa para tomar una rebanada de pan, pero una mano me lo impidió.

—Eso es mío, hay frutas también— miré a Rebecca.

—Deja que tome una— habló Jeremy.

—Es gorda, no debería de comer eso.

—No seas tan mala con Lilith, Rebecca— Evan me defendió, lo que me sorprendió de él, ya que es demasiado burlón.

—Está bien, si se pone mas gorda, aunque lo dudo. No me hagan decir se los dije— y ella se levantó molesta.

Eso no me gustaba, es mi propia hermana y aunque tenga razón sobre mi cuerpo, no era lindo que fuera tan directa y cruel.
Miré a mi mamá, la cual no había pronunciado una palabra. Sabía que estaba molesta conmigo.

—Deberían de hacerle caso a Rebecca, es la mayor. Y Lilith, deberías de hacer ejercicio, ya te lo he dicho un millón de veces y pareciera que te gusta seguir igual de gorda— también se levantó molesta.

Mis hermanos me miraban esperando una respuesta mía, no quise decir nada porque sabía que lloraría, sólo salí de casa sin decir nada. Sentía un nudo en la garganta.

Era demasiado sensible, demasiado tímida pero también era demasiado orgullosa, no quería seguir así,me sentía tan tonta por ponerme triste.

Escuchaba como lloraba mamá, yo estaba en mi habitación con mi hermano Evan, tenia apenas 6 años y tapaba mis oídos con la palma de mis manos. Jeremy gritaba, Rebecca lloraba.
Después de un rato, mis hermanos entraron junto a mamá. Ella seguía llorando, papá se había salido de la casa.
Miré a mamá, su nariz sangraba, su mejilla estaba roja como una cereza, temblaba, Jeremy trajo una bolsa con hielo y la puso en la mejilla de mamá...

—¡Hey!— volteé y ví a Shawn caminando hacía mi —, te estoy hablando desde hace rato, ¿en qué tanto piensas?

Trague saliva —y-yo...— tartamude —no estaba pensando, bueno, si lo estaba haciendo, pero no era nada malo o eso creo. ¿Por qué? ¿Qué me decías?

Él rió, era uno de los tantos sonidos que comenzaba a amar —solo quería acompañarte a tu clase, ¿que te toca?

—Química.

—Oh, genial, a mi también. Pero creo que deberíamos de apresurarnos porque solo faltan minutos para que suene la campana y la señora Anderson es muy especial para esas cosas.

Él comenzó a caminar rápido, yo intenté seguirle el paso pero mis piernas comenzaban a cansarse, significado de que realmente no estaba en condiciones de caminar así.
S

onó la campana, Shawn me miró y comenzó a correr, lo imité pero no corrí demasiado rápido como él. Solo vi como se alejaba de mí.

Llegué al aula demasiado agitada, sentía el sudor bajar por mi nuca y mi corazón latir demasiadas veces. Shawn se encontraba sentado en el suelo.

—Pensé que no llegarias— se levantó

—No...— traté de respirar —estoy en condiciones.

—Hum, bueno, Anderson se molestó conmigo y me cerró la puerta en la cara—se encogió de hombros.

Reí —debería de hablarle y pedirle si me deja pasar— me acerqué a la puerta pero él tomó mi brazo. Sentí un hormigueo.

—No lo hagas, mejor vamos al jardín y así hablar para conocernos.

Lo miré y Shawn esperó mi respuesta. Sus ojos eran los mejores que había visto en mi vida, y nunca nadie me había mirado como él lo hacia, por un momento, me sentí especial...

Aún tienes todo mi corazón. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora