En sus ojos.. .l.q

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Capitulo 1:
Todo empezó un día normal en el colegio, el viento me picaba los ojos y mi cabello chirriaba de tanta estática.

-¿crees que Finnick muera en la película?

Escucho a mi mejor amiga pelear contra el empaque "abre fácil" de sus galletas preferidas.

- No lose, si lo hace definitivamente voy a llorar en la sala del cine... ¿Te ayudo?- enserio iba a hacerlo, era mi personaje favorito.

Me lanza sus galletas y las atrapo con facilidad, aún me sorprende que lo hubiera hecho.
Comensaba a sentir el calor del sol en la cara, arrugué la frente y le entregué sus galletas.

- ¿no vas a comer?- me causó gracia su asento por tener la boca llena.

- me duele el estomago, creo que no fue buena idea comerme ese chocolate sin desayunar.

Me senté en el suelo y rodé para quedar boca abajo.

- te dije que te haría daño y aun así te las comiste.

Gemí en medio protesta por su comentario y en placer por el calor del concreto en mi barriga.
No recuerdo cuanto tiempo estuve ahí observando las ramas de los arboles mecerse.
Sentí pasos a mi lado y al levantar la vista me encontre con dos ojos cafés desconocidos.
-hola

Al principio me parecio extraño, pero me carcomía la curiosidad, me senté y conteste el saludo con una de esas sonrisas que muestran los dientes, me habían dicho que eso me hacia parecer amigable y que mi sonrisa era linda.

- tu vas a la iglesia que esta en la siguiente esquina, verdad?

El chico parecía un poco nervioso, golpeaba sus palmas contra el barandal de fierro.

-si, tu también vas?- por alguna razón me emocione, no es muy común que un adolescente no se avergüence de su religión.

-si, te mire ahí, cantas muy lindo.

Su forma de decirlo fue tan sincera que sentí que mis mejillas se quemaban, intenté agradecerle el cumplido pero se despidió con un desdén de mano y siguió caminando por el pasillo.

-que raro es..

La cara de Annabeth estaba arrugada en una mueca, quise no darle importancia pero en el fondo moría de la emoción.

Valla que si- pensé.

En los siguientes días me encontraba en los pasillos con él, esperaba entablar una conversación pero al parecer solo estaba interesado en saludar con un asentimiento...
Nunca me hubiera imaginado lo que pasaba en realidad por su cabeza...

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