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Efectos

Capitulo 4:
Todos los días me lo encontraba, ya sea en la tiendita o en los pasillos de concreto. Siempre estaba hablando y sonriendo con alguien, yo solo levantaba la mano y sonreía, ni siquiera sabía su nombre.

-Si tanto te interesa deberías preguntarle por su nombre-
El descontento en la voz de Aleck me saco de mis pensamientos.

-Tranquilo "Gordo", no voy a dejarte de pasar la tarea por conocer a un nuevo chico- dije en un tono relajado.

Mi viejo amigo rodó los ojos pero no siguió discutiendo, sabía que tenía razón, él siempre conseguía que hiciera todo tipo de cosas tan solo con pedirlas. Daba asco, lose, pero él me gustaba desde primer año y aunque siempre lo evitará, el sentimiento salía a la luz como el sol en el amanecer.

Ese mismo día, entrando de receso nos avisaron que tendríamos hora libre; todos salieron del salón hacia las canchas.
Me uní en el grupo junto a mi mejor amiga, y nos sentamos una al lado de la otra como cuando queremos hablar de estupideces y perder el tiempo.

-¿Qué hacemos?

Una de las grandes virtudes de Anna es que se aburre con demasiada facilidad.
Recordé que en mi mochila traía un libro, After, es un poco gracioso que se me hubiera olvidado a pesar de su tamaño.
Estuvimos leyendo y haciendo comentarios irónicos respecto a los párrafos cubiertos de obscenidades, hasta que alguien intervino en nuestro espacio.
Se sentó demasiado cerca así que antes de mirar quien era ya estaba apretujandome contra mi amiga.

-Tranquila, no muerdo- esos ojos cafés de nuevo.
Me acomodé de nuevo sin entender porque mi corazón dio un vuelco, traté de justificarlo con que no esperaba que fuera él, pero en el fondo ya estaba esperando encontrármelo.

-Hola, disculpa es que no te esperaba..

Dije en tono amistoso y con la mejor sonrisa posible ¿porque estaba coqueteando con él? Ni siquiera sabía su nombre.

-mmm.. ¿Te gusta leer?- sus ojos se pasearon hasta el libro en mis manos.

-Si, digamos que es mi pasatiempo favorito. ¿Y ati?- ¿Porqué decía ese tipo de cosas? Yo nunca hablaba tantos minutos seguidos sin decir una barbaridad.

- Un poco.. Pero no me atrevería a leer un libro tan largo.- dijo riendo y en mi interior una ola de decepción me arrastraba al fondo. Pero igual sonreí.

- Si bueno...y que cuentas?- dije tratando de suavizar la situación.
Él apenas iba a abrir la boca cuando un chirrido lo interrumpió... Anna.

-Oh Dios mío! Aseret, ¿ya viste sus pestañas?

Ambos volteamos por la repentina aparición de Anna en la conversación.

-¿que?
- sus pestañas.. Tarada.

Su cara era de verdadera sorpresa y como no iba a estarlo.Enserio las pestañas del chico eran enormes, tres veces las mías.

-increíble.. -mi cara debió ser igual de graciosa porque en ves de ponerse nervioso solo rió y sus ojos parecían brillar mas ahora que me percataba de las enormes estructuras enzima de ellos.

Salí del ensimismamiento y sonreí avergonzada.

- lo siento, pero es que son hermosas...

Ahora el de las caras graciosas fue él, su boca se quedó abierta como si tratará de encontrar aire.
Me reí y me di cuenta que ya no estaba nerviosa, así que le pregunte por su nombre. Nagel, pronunciado como "náiyiel", tuvo que repetirlo y escribirlo varias veces, pero tenemos que aceptar que es un nombre bastante raro... Nagel.