Capítulo VII - ¿Quién eres?

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Salí del hospital, llegué a mi casa, estaba confundido, todo me daba vueltas, me esperaba Roxanne, sólo la abracé y luego me senté en el sillón.

- Te he estado llamando varias veces y no has contestado-Dijo preocupada - ¿ Qué te ha pasado en el brazo?
- Me ha mordido un perro, éste día ha sido extraño, al parecer estoy perdiendo la noción de la realidad. Nada tiene sentido - Estaba alterado.
- A ver, hermano, cálmate. Todo estará bien, sólo necesitas dormir.
- ¿Eso crees?
- Si, descansa.
- Está bien, pero sólo un rato.

Poco a poco fui cayendo en un sueño profundo, al despertar vi que no estaba Roxanne, la llamé y me dijo que se ha había ido a hacer las compras. Me cambié para dirigirme a mi trabajo, ya que en todo el día me había ausentado. Al salir me encontré con Kendra, me dió un susto y le dije:

- Te he estado buscando todo el rato, hace algunas horas conocí a tu madre - ¿Cómo que la conociste? ¿Ella está bien?
- Tenía una herida en la cabeza
- ¿Estaba enojada o algo?
- No, pero el perro si.
- ¿Cuál perro?
- Zairo
- ¿Qué? Pero si el murió por una enfermedad, cuando yo era pequeña.
- Basta- Me enojé- Hay cosas que no me has contado, ¿Por qué sigues viniendo a verme?
- Porque eres el único que puede ayudarme- Dijo, mientras se iba.
- Espera, Kendra espera, muchas personas han pasado por esto y las ayudé a salir del túnel, puedo ayudarte si pones de tu parte.
- ¿Tu salvaste a tu hermana?
- ¿Qué? - No entendía como ella sabía eso.
- Vi los cortes en sus muñecas.
- Ella se salvó sola.
- Pero si la hubieras ayudado, ¿Verdad?
- No, a veces el suicidio es una llamada de atención, en el caso de Roxanne no lo era. Se hizo tres cortes de diez centímetros en cada muñeca, reventó las arterias, cuando la encontré ya había perdido casi dos litros de sangre. Yo sólo la saqué del lugar y llamé a la ambulancia.

Ella no dijo nada, veía su mirada perdida, siguió caminando rápido, intenté detenerla, no quería que Kendra se suicidara.

- Kendra espera, te puedo ayudar.
- Suéltame
- Kendra, todo tiene solución-Volteó amenazante, sacó una pistola y me la apuntó
-Maté a mis padres, iré al infierno o tal vez ya esté en el, no lo sé. Lo siento Daniel, pero no me sigas.

Yo No Pertenezco AquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora