Me encontraba de pie junto a Bethany y Jessica, sosteniendo mis pompones fastidiada de toda la charla que Lilian estaba dando sobre como se torció el tobillo y el por qué según su doctor no podía entrenar más con nosotras, hice una bomba con el chicle que llevaba rato masticando y Jessica me miró intentando reprenderme por no prestarle atención a Lilian, yo me limite a torcer mis ojos.
— Si, es una lástima Lil, pero creo que se nos hace tarde y las que si podemos entrenar debemos comenzar —La interrumpí ganándome la atención de todas de vuelta.
— Si... Claro —Dijo algo decepcionada por no poder culminar su historia.
— No te preocupes, dulzura, te echaremos de menos sin duda —Dije arrancándole los pompones de las manos— ¡Vamos, niñas!
Caminé hasta donde siempre nos posicionábamos, y al notar que todas me siguieron le tiré los pompones de Lilian a la nueva chica.
— Eres la nueva animadora del equipo, muévete —Le ordené.
De inmediato esta se colocó de pie y se posicionó donde Lilian solía estar. Hilary le dio play a la música y de inmediato comenzamos a practicar la rutina, gracias al cielo y a mi buen humor, la nueva parecía haber prestado atención a las prácticas porque no se desenvolvía tan mal como esperaba.
Al ver que los chicos comenzaban a llegar los movimientos de mis caderas eran más agresivos, y de inmediato pude notar la mirada molesta de Lilian al notar a su novio observándome fijamente, sonreí aun más coqueta en su dirección y agradecí los pasos que continuaban, porque en el momento en el que me coloqué despaldas y tuve que agacharme supe que el juego había terminado y todo gracias lo extremadamente corto de mi falda, posé mis manos en mis caderas y di vuelta para continuar moviéndome y él estaba completamente embobado, mientras que yo no podía sentirme más victoriosa.
Para cuando la música se detuvo aplaudí y les sonreí hipócritamente a todas.
— Lo están haciendo excelente chicas, tómense cinco minutos de descanso y regresamos con la rutina —Les dije y solté mis pompones en el césped.
Vi a Lilian caminar enojada hacia mí y batí mis pestañas hacia ella con inocencia.
— ¿Pasa algo, Lil? —Pregunté dándole aquel tono agudo a mi voz que tanto odiaba Jessica.
— Eres una zorra, Summer —Me acusó.
— ¿Qué dices? —Dije fingiendo estar horrorizada.
— Pude ver desde allá todo tu coqueteo hacia Jake, no soy estúpida —Dijo entre dientes.
— ¡Ay! ¿cómo crees que yo sería capaz? —Dije llevándome una mano al pecho.
— Vi toda tu jodida ropa interior, si es que así se le puede llamar al hilo que llevas puesto —Gruñó.
— ¡Ay, Lil, se me olvidó por completo que hoy no llevaba nada para cubrirme! ¿me disculpas? Es que... Yo no sería capaz de eso, te considero una gran y hermosa chica, ¿sabes eso, no? —Le dije tomándole las manos y haciendo un puchero.
— Pues... No, no lo sabía —Dijo menos enfurecida.
— Claro que sí, es más, ¿Qué te parece si hoy vas a la pijamada en mi casa? —Sonreí.
— ¿Yo...? —Dijo confundida— ¿en serio?
— ¡Claro que si, linda! —Exclamé soltando una risotada.
— Bueno... Quizá exagere un poco —Declaró con una sonrisa media.
— Ay no, para nada, fue mi culpa, lo siento tanto... ¿Nos vemos esta noche? —Pregunté fingiendo emoción.
— Pues... Si, claro, Summer, gracias y disculpa todo esto, sé que serias incapaz de hacerme eso adrede, ni tampoco Jake —Le restó importancia.
— Exacto, el te adora, linda, nunca lo dudes.
Luego de eso le hice un guiño y me di media vuelta, me agache para recoger mis pompones y miré a Jake, quien me sonrió a lo lejos mientras su novia caminaba hacia él, no le devolví el gesto, sino que me limité a volver a la practica. Me encargaría después de él.
Al culminar la práctica todas se despidieron de mi emocionadas por la pijamada que había organizado en la noche, incluyendo a Lilian, quien se fue con Hilary en su auto para alistarse juntas y a quienes despedí con la mano y un beso al aire, empecé a recoger los pompones del césped y a guardarlos en la bolsa donde solíamos tenerlos, fue entonces cuando sentí unas manos posarse en mi cintura, me di vuelta y me encontré con Jake, quien sonreía a medias, fruncí el ceño fingiendo confusión y entonces el se vio obligado a hablar.
— Disculpa, no quería asustarte ni nada por el estilo, es solo que... ¿acaso te conozco? —Preguntó sonriente.
— No estoy segura, soy Summer —Dije tendiéndole mi mano.
— De inmediato este la estrechó— Soy Jake.
— Un placer conocerte, Jake —Mordí mi labio y enseguida su mirada se trasladó hasta ellos.
— Igualmente —Asintió embobado.
Me acerqué a él para darle un beso en la mejilla y rápidamente me traslade un poco haciendo que mis labios rozaran el comienzo de sus labios.
— ¡Ay, lo siento, no quise acercarme tanto! —Dije llevándome una mano a mis labios.
De inmediato este me tomó de la nuca y depositó un beso bastante necesitado en mis labios, al que yo por supuesto, únicamente por diversión le seguí el juego. Al separarme lo miré divertida y le hice un guiño.
— Que Lilian no se entere, y prometo que se repetirá —Le aseguré y me fui dejándolo atontado allí de pie.
Tomé mi celular mientras caminaba hacia mi auto y marqué el número de Dana, una de las únicas personas del equipo de animadoras que verdaderamente me agradaba. Esta atendió al tercer tono.
— ¿Si? —La escuché al otro lado al contestar.
— Es Summer, ¿recuerdas cuando Lilian se embriagó hace año y besó a tu querido Lucas? —Le pregunté divertida.
— Por supuesto —Gruñó.
— Considérate vengada, Dana —Sonreí con malicia.
— Oh, ya quiero escucharlo todo —Casi la pude ver sonreír al otro lado del celular.
— Y yo quiero contarte todo, te adoro, nos vemos esta noche —Le lancé un beso al celular y colgué.
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Máscara de dos almas rotas
RomanceDylan, manejado por su conciencia se ve obligado a proteger a todo su equipo de un grupo de delincuentes mucho peor que el propio, pidiéndole a Rob Jacobs, uno de los asesinos más peligrosos del país que lo ayude. Este al quedarse sin opciones acept...