Capítulo 9 "A partir de la peor derrota..."

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— No tenías que besarme por lástima —Espeté sentada en la cocina observándolo fijamente.

— ¿En serio? —Preguntó divertido.

— No soy tu muñeca de trapos —Gruñí— no harás lo que te venga en gana conmigo.

— Sonrió— yo no diría lo mismo.

— ¿Qué dijiste? —Susurré entre dientes.

— Mira, Summer, no tengo tiempo para tus mierdas sensibles, si estas irritada más te vale buscarte alguna otra pera de boxeo, yo no seré la tuya, ¿fui claro?

— Lo serás cuantas veces yo lo desee —Le reté.

— Este se dio vuelta y me fulminó con la mirada— no me hables como si pudieses aplastarme más de lo que ya lo he hecho yo.

— Si que puedo —Respondí colocándome de pie para quedar a su altura.

— Buenos días —Escuché a una dulce voz a mi lado.

Aparté mi mirada de la de Dylan y entonces noté a Shantel a mi lado.

— Hola linda, ¿todo en orden? —Respondí sonriéndole.

— Si, tengo algo de hambre —Comentó sentándose a la mesa.

De inmediato Dylan soltó una risita petulante y caminó rápidamente hasta la puerta, la cual al cerrar tras sus espaldas azotó haciéndonos estremecer a Shantel y a mí.

— ¿Por qué pelean, Sum? —Preguntó suavemente.

— No peleamos, es solo que... Hoy estoy algo molesta, eso es todo —Respondí intentando fingir lo mejor posible mientras servía su cuenco de cereales.

— Hoy nos visita el tío Rob —Dijo sonriente.

— ¿Qué? ¿por qué? —Fruncí el ceño.

— Quiere darnos algo lindo —Susurró para luego llevarse la cuchara a la boca.

— Joder —Susurré.

— ¿Estás enojada conmigo? —Preguntó con cierto tono de tristeza.

— No, linda, claro que no, solo vístete y en unos segundos te dejaré en tu escuela, ¿si? —Sonreí a duras penas.

Esta asintió y corrió hacia su cuarto dejando el cuenco vacío a mi lado y a mi sin respiración gracias a la noticia, cuando Rob quería darnos "algo lindo" acababa terriblemente en desventaja y con un peso más sobre mis hombros, ese jodido imbécil iba a explotar otra de sus bombas sobre mi y yo no estaba preparada en lo absoluto, pero eso no duraría mucho.

Subí escaleras arriba para cambiarme rápidamente, tomé la parte de arriba de mi ridículo uniforme de animadora y me la coloqué, para cuando tomé la falda y la observé detalladamente, contuve la respiración espantada y entonces grité, grité como si gritase por mil chicas debido a la cantidad de ira que emanó de mi en ese preciso instante.

— ¿Algún problema? —Preguntó Dylan desinteresadamente asomado en la puerta.

— ¡¿Qué mierdas le hiciste a mi uniforme?! —Grité histérica.

— Una pequeña demostración de que efectivamente hago lo que me viene en gana contigo —Dijo retante.

— ¡Jodido imbécil! —Le dije azotándole la puerta en las narices.

Respiré hondo y solté la falda dejándola caer al suelo, tenía que pensar, no podía dejarlo ganar otra vez, no así de fácil. Tomé el obsoleto celular de repuesto y marqué el número de Dana, la cual al tercer tono contestó.

— ¿Si?

— Necesito tu ayuda —Susurré.

— ¿Qué pasa?

— Tengo una emergencia de uniforme.

Durante el camino hacia la escuela luego de dejar a Shantel me mantuve en silencio, pensando en mil formas de hacer miserable la vida del idiota que conducía el auto, este se portaba receloso, no confiaba en mi aceptación ante su ridícula nueva falda y estaba en lo correcto, era solo una artimaña de mi parte.

Para cuando aparcó me bajé de inmediato del auto y caminé segura hasta las gradas donde Dana me esperaba con tijeras en la mano, le sonreí complacida y esta hizo una mueca.

— ¿Qué demonios le pasó a tu falda?

— Dylan —Gruñí.

— ¿Para qué quieres tantas tijeras, Summer? —Preguntó frunciendo el ceño.

— Jugaremos —Sonreí mientras se las quitaba de las manos— ¡Chicas!

De inmediato todo el equipo se acercó atento a mi, observando mi sonrisa y posteriormente mi falda con suma confusión.

— Hoy jugaremos a algo sumamente divertido —Les informé— quiero que cada una tome una tijera y cuando termine la canción todas rasguen sus faldas.

— ¿Es un chiste? Dañaremos el uniforme —Chilló Jessica.

— Por favor, como si no tuviésemos dinero suficiente para comprar treinta más de estos —Dije rodando los ojos.

— Hoy podría venir la entrenadora Alana —Susurró Hilary cohibida.

— Nos perdonará, nada que un poco de dinero no resuelva —Sonreí hipócrita— piensen en lo entretenida que será esta práctica para sus chicos.

Estas se miraron dudosas entre sí pero finalmente asintieron. Comenzamos con nuestro trabajo una vez le di play a la música y cuando estábamos a punto de finalizar miré fijamente a Dylan, quien se encontraba recostado del auto a lo lejos vigilando y al cual estaba segura de que dejaría furico en unos segundos, me agaché a tomar la tijera entre mis manos y cuando iba a cortar el primer retazo la tijera no lo logró, la mire anonadada y noté que era de plástico, me di vuelta buscando la que tenía anteriormente y noté como un hombre con corbata la levantaba sonriente, la había cambiado, volteé a ver a Dylan y fue entonces cuando me encontré con el infierno en persona, Rob Jacobs caminando hacia mí, seguido de sus ridículos guardaespaldas, todos en la cancha nos miraban expectantes, el silencio era cortante, todos respetaban y admiraban allí a Rob porque desconocían quien era cuando no usaba un traje.

— Sorpresa, querida —Dijo fulminándome con la mirada— es un placer verte tan cubierta.

— ¿Qué hiciste? —Susurré sintiéndome asfixiada.

— Solo darle ideas a Dylan, es bueno llevando a cabo planes —Asintió con frialdad.

— No —Chillé desesperada.

— Vengo a traerte esto —Dijo entregándome un sobre— a Shantel le fascinará.

— No vas a joder mi vida de nuevo —Gruñí.

— Siempre lo hago, Summer, yo siempre gano.

Este tan solo se limitó a mirarme lleno de placer para luego darse vuelta y caminar hasta su estúpida camioneta. Miré a Dylan y este asintió rápidamente, saludándome con su más victoriosa expresión, posterior a eso se subió a mi auto y arrancó dejándome varada ahí sin siquiera saber que decir.

— ¡¿Qué demonios es lo que está ocurriendo aquí?! —Escuché a mis espaldas.

— Entrenadora Alana —Chilló Ashley horrorizada.


Disculpen la tardanza, la universidad absorbe mucho mi tiempo, pero aquí estoy de vuelta.

Capítulo dedicado a: Fenix_764, jenni_calle45, ManuelaMorales8 y FerEsR, gracias por sus comentarios :*

Máscara de dos almas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora