¡Delicioso!

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Carlisle POV

Mis oídos no podían creer lo que acababa de escuchar. Miré a Esme cuyos ojos estaban dilatados del miedo. Escuché a Bella quedarse sin aire mientras que Rosalie y Alice se rieron por lo bajo.

Sabia que debía revisar las referencias de este tipo...espero que esos diplomas que tiene en la pared sean verdaderos y no hechos por computadora...me molesté. Esto va a terminar mal, nada bueno va a resultar.

-Dr. Dover...no hay otra forma...-rogué, tratando de salvar a mis hijos, e hijas dado el caso, de esta humillación.

-Carlisle, si no van a dejar a un lado este tema, entonces creo que necesitamos hacerlo por su bien.

Idiota. Pensé. Edward, obviamente comenzó a reírse. Sal de mi cabeza Edward...o te dejaré marcado de por vida con uno o dos pensamientos.

Inmediatamente Edward se incorporó y ahogó su risa. El Dr. Dover mantuvo su mano alzada hacia la pared y los tres chicos se levantaron de las sillas y se pararon contra la pared como se les pidió.

Emmett sonreía de oreja a oreja. Edward permanecía con una dura expresión, con una postura testaruda y su mandíbula apretada. Jasper seguía mirando a Alice nerviosamente, su pánico comenzó a llenar la habitación. Bella parecía que iba a salir corriendo por la puerta, Rose y Alice se veían a punto de matar a alguien.

Miré a Jasper quien se dio cuenta de lo que sucedía y las sensaciones de calma volvieron a la habitación. En ese momento escuché un golpe en la puerta y Stephenie metió su cabeza en la habitación.

-¿Si Dr. Dover? Usted llamó...-se veía nerviosa mientras miraba la sala y se detuvo cuando vio a los chicos.

-Entra Stephenie. Creo que necesitaremos de tu ayuda para esto.- El doctor extendió su mano hacia una silla a su lado. Stephenie estaba confundida y se sentó mirando al doctor.

-Vamos a hacer un pequeño ejercicio. Señores, por favor, quítense sus camisas.- Las palabras salieron de su boca y la próxima cosa que supe fue el sonido de algo desgarrándose y el ruido plástico de los botones rebotando en el suelo. Emmett, obviamente tomó el sentido dramático de la palabra quitarse, dejando al descubierto su pecho desnudo para que todos lo vieran. Rosalie se sentó un poco mas derecha en su silla ante la visión de su esposo y Bella se cubrió los ojos.

Edward se cruzó de brazos y se dedicó simplemente a mirar al doctor Dover. -Edward ¿Cual es el problema?- preguntó al ver su negativa.

-Esto es absurdo! No voy a sacarme la camisa para que me observen. Me retiro de la competencia y acepto feliz el tercer puesto, dejo que estos dos se peleen.- Gruñó mientras avanzaba para sentarse. Para mi sorpresa, Bella estaba de pie señalando a la pared.

-Edward, creo que es mi decisión si participas o no en la competencia y yo digo que vas a competir, por favor quítate la camisa.- Estaba impresionado ante la forma en que se impuso ante Edward. Él, por el contrario, se veía bastante sorprendido de que Bella fuera capaz de hacerle eso. Aún de pie, ella le pidió al Dr. Dover si podía hablar con Edward unos instantes. El le dejó que se acercara a el.

Con mi oído de vampiro pude escuchar su tranquila conversación. -Edward, solo hazlo, por favor...no quiero que Emmett se arranque la camisa cada vez que vaya por el resto de mi vida, la cual será larga. Por favor... ¿por mi?- le rogué. Sabia que Edward accedería, el no podía negarle nada. Todo lo que hizo fue rodar sus ojos para que supiera que había ganado. Sus brazos se enredaron alrededor de su cuello y comenzó a besarle con todo su entusiasmo humano.

Por unos pocos segundos se habían olvidado de que estaban en la habitación. Edward...tierra a Edward, hay ocho personas mirándote. El comenzó a sonreír y gentilmente se separó de Bella. Ella hizo un mohín y se dirigió de vuelta a la mesa.

Terapia familiar al estilo CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora