Proviciones

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Me encontraba sentado tranquilamente con los pies en la pequeña mesa leyendo acerca de nuestro siguiente punto de llegada, quería saber lo que nos esperaba, Alba estaba al otro lado de la habitación, sentada en posición fetal,con los pies en el sillón en el que estaba sentada, con un libro de cuentos pegado a su cara
-¿llegamos a puerto? -le grite fuertemente desde el interior del barco a Kael al sentir el fuerte estruendo del barco estremeciéndose al tocar tierra
-si señor
-no debería golpear así
-lo siento señor, me he quedado dormido
-esta bien Kael, solo trata de que no se destroce el barco antes de llegar a América
-si señor, lo tendré en mente-moví mi cabeza en señal de negación mientras me reía-es un buen tipo, valiente como nadie, y honorable, pero tiene dos grandes defectos...
-¿quien?
-¿y quien mas niña?
-¿kael?
-claro, ¿que diablos estas pensando?
-en nada-cerré mi libro, me levante, fui a dejarlo a el hueco en el que iba y me use a dar vueltas en la habitación buscando otro
-nada, eso siempre es complicado
-de que hablas
-sueñas despierta, eso es seguro- tome un libro y fui a donde estaba ella tome una silla y me senté con el respaldo hacia enfrente, justo frente a ella-la pregunta es ¿con que?
-vamos, puedo distraerme sin pensar en nada
-te conozco Xibalba, siempre estas pensando en algo, eres analítica, siempre piensas en algo, eres lista, y analítica, no puedes no pensar en nada
-¿y en que crees que pienso?
-en ese apuesto tipo sin un ojo
-¿por eso usa parche capitán? ¿cree que lo hace atractivo?
-sabes perfectamente que si le llega la luz a mi ojo todo se hará pedazos, además, no podría verme nadie a la cara
-lo se capitán, era una broma
-¿Broma?
-ya sabe, sonrisa, llanto, sentimientos que no conoce
-espero por tu bien que sea otra broma
-por supuesto que si papa
-no me digas papa
-pfff
-y ¿en que piensas?
-es solo que... -pude ver en su rostro la duda, que se aclaro después de un segundo de reflexión en cuanto dijo fuertemente-capitán, verdaderamente ¿usted que piensa de mi?
-¿sobre que?
-como cree que me vea el mundo, ya sabe, defectos, atributos
Rasque mi cabeza y me esforse lo mas que pude por ser explicito sin ofenderla -Bueno... Eres una mujer muy bella, sensible, eres talentosa para pelear, solo debes superar tu amplia variedad de miedos y eres muy lista, en realidad estoy orgulloso de ti Alba-ella se quedo callada mientras se retorcía tapando su boca-no lo retengas, sabes el daño que te haces -(Alba es incapaz de mentir o guardad la verdad, incluyendo lo que piensa)
-bueno-dijo mientras trataba de retenerlo-es que...-y entonces grito fuertemente- Lo quiero capitán -instantáneamente tapó su boca mientras enrojecía, yo busque en una pequeña bolsa de cuero que tenia colgada a la altura de mi cinturón, saque unas hojas largas de una palma, las usaba para curar heridas, me levante de mi asiento y me arrodille frente a ella, tome su mano y alce su manga y ahí estaban marcadas como si hubieran sido hechas por un cuchillo, "lo quiero capitán" enrolle la hoja de palma en su mano y pase mi mano alrededor, un brillo verde recorrió la zona en donde pase mi mano
-si quieres que sane no la des enrolles una semana... por favor deja de hacerte daño, solo debes decir la verdad por muy difícil que sea
-esta bien capitán... ¿cuales son?
-¿que?
-esos dos defectos
-a claro... Es muy torpe y...
-capitán, creo que debe ver esto-interrumpió Kael con una voz nerviosa al exterior de la nave, salí velozmente y note que en la isla en la que estábamos se hallaba una densa nube de niebla, por mucho que intentará, tan sólo podía ver unos dos metros de arena blanca, hacia el interior de la isla una gigantesca luz roja
-¿que diablos es eso?
-no lo se capitán
-¿hay gente en esta isla?
-no lo creo señor
-valla ¿un dragón?
-¿no es muy grande?
-Ley que nunca dejan de crecer, viven demasiado, tal vez al cabo de unos mil años te veas así, suelen ocultarse en cuevas y lugares con mucha niebla, no les gusta ser vistos, escuche que si son muy grandes y viven en lugares húmedos su propio calor genera la niebla
-y según tu¿que es eso?
-supongo que esta respirando con la boca abierta
-¿en verdad cree que siempre esta encendido?
-a no es así
-tal vez, nunca me ha pasado
-y las provisiones?
-abra que ir por ellas
-si, ya veremos que es eso
-¿e... Es necesario ir? -dijo Alba temerosa
-¿prefieres quedarte aquí sola? -pregunte con tono de burla
-no-respondió apresurada por bajar, al bajar tome una soga bastante larga, la ate al mastil del barco y luego a mi cintura y deje un sobrante adelante, le pedí a Alba que se atara y luego a Kael
-muy bien, vamos a entrar, si hay una civilización pediremos comida, si es salvaje cazaremos y reolectaremos agua y vegetales, no se separen, no suelten la cuerda, y si ven algo fuera de lo común quedense detrás de mi ¿QUEDO CLARO?
-¡SI CAPITÁN!
-bajo ninguna circunstancia usen linternas o cualquier cosa que emita luz, se reflejará y nos hará entrar en pánico
Entramos a la isla, no había ni un solo ruido, nos adentramos en la isla, había arboles, parecía que había algún tipo de vida muy grande ahí, había enormes casas subterráneas, sin duda alguna civilización extinta, nos movíamos hacia el fuego, nos movíamos lento, delante de mi, Alba se esforzaba por no temblar con cada pazo que daba, Kael miraba con atención todo cuanto se le cruzara enfrente, de repente un siseo izo que Alba diera un salto hacia atrás, yo la atrape y tuve que dar un pazo hacia atrás para no caer
-Tranquila, solo es una serpiente
-si capitán-dijo mientras se levantaba una vez mas, Kael se agacho a la altura de una de esas madrigueras, vio un recubrimiento de afuera en la entrada, hecho de pelos de algún animal-que raro-dijo en voz baja
-¿que? -pregunto Alba
-No es nada
-bien
-capitán
-que pasa Kael? -le respondí
-acerquese un poco porfavor-fui a donde el estaba y me pidió que viera la capa aislante-No creo que esto este tan abandonado como creíamos- entonces se sentó conmigo en el suelo y me enseño una huellas muy grande marcada en el fango, yo sonreí, lo golpee en el pecho y le dije -te lo dije... Dragones
-No lo creo señor, la huella es muy larga en relación a lo ancho, y para el tamaño que describió es muy pequeña
-lo se Kael, no creo que haya que preocuparse, podría ser una iguana marina
-¿no cree que es muy grande?
-tal vez las condiciones climáticas la cambien evolutivamente, de cualquier forma mantente atento por si vez algo, iré a ver que Alba este bien
-Si
Seguí la linea de cuerda hasta llegar a Alba
-que sucede? -pregunto
-Kael enloqueció-entonces, a nuestro alrededor pasaron sombras y sombras, nos ponía nervioso, siseos y siseos que nos volvían locos
-Señor Hacob, creo que...-tan sólo un grito ahogado continuo esa frase, Alba tiro desesperada de la cuerda, pero tan sólo llego a un extremo roto, enloqueció, entonces una figura bajo entre ella y yo, no podía verlo, era una morfología semi humana, pero lucia diferente, la hizo mirarla a los ojos, entonces ella dejo de gritar
-tresh ketenwak barsago (señorita, venga conmigo) -dijo una voz gruesa proveniente de esa figura
Alba se soltó la cuerda y trate de correr a ella, pero otra figura idéntica apareció frente a mi, esta portaba una armadura, me dio un golpe con su espada, me tomo por sorpresa, hizo que retrocediera, pero en cuanto logre dejar de retroceder unas veinte criaturas sin armadura me tomaron y comenzaron a arrastrarme a una de sus madrigueras, en cuanto la cuerda de Alba toco el piso esa figura la tomo de la cintura y la desapareció con el rápidamente, por mi parte estaba siendo mordido y arañado además de las piedras rozando mi espalda.
Kael, es un experto en pelea a siegas, aun si el fuese siego y sordo, seguiría peleando como si no lo fuese, los cuerpos de esas criaturas caían al húmedo suelo de la isla, el que se llevaba a Alba fue estrangulado, en cuanto murió ella recupero la conciencia
-te estaba buscando, ven conmigo... Por mas que trato de verlo de forma diferente, no logro dejar de pensar en que esto me es familiar- La tomo de la mano y se echaron a correr, se acercaban cada vez mas a la luz roja, entonces al llegar a la fuente de esa luz se encontraron con una hoguera gigantesca -como lo pensaba-inalo fuertemente y exsalo contra el fuego apagándolo, enseguida la niebla comenzó a dispersarse, eran reptiles humanos, escondidos en la niebla, por cada uno con armadura y espada, había diez desnudos-son... Quisquinays
-¿quisquinays?
-si, Nit me hablo de ellos, son hombres reptiles, sienten mucha atracción por las mujeres humanas, seducen mujeres, son incapaces de hacerles daño, pero sienten celos de los hombres y los odian, su rencor los impulsa a torturarlos y matarlos.
-¿por que águila te enseño eso?
-para enseñarme lo que el rencor le hace a quien lo guarda y a quienes están a su alrededor
-valla... ¿¡Donde esta Hacob!?
-no te preocupes por el
-por que?
-es un hombre justo, aun recuerdo ese día tan sólo tenia unos días que llegamos a la isla de Kem, el tenia ese sombrero, kem su colmillo roto, y águila era siego, yo estaba furioso, cada quien tenia su forma de expiar sus culpas, pero yo... Yo no, fui a pedirle, a suplicarle que me diera una penitencia, le pedí que me cortara una oreja, o un dedo, lo que fuera, pero no quería seguir siendo culpable, pero el se negó, me hizo enfurecer, creí que tan sólo quería que sufriera la culpa de lo que le había hecho, pero no era así-tu cumples tu penitencia-decía, no lo comprendí y le pregunte a que se refería
-tu crees que no lo noto, la noche en que me salvaste, tu padre te quito el don de botánico por no usarlo toda tu vida, por guardar rencor, ya no eres botánico, esa es tu marca
El estará bien, la justicia siempre gana. Esos reptiles me afinaban y mordían bajo tierra, uno de ellos, arranco sin saberlo mi parche y miro hacia mi ojo, su cuerpo se quedo paralizado, ivnotizado por la curiosidad de mirar la raresa de lo que había en el, en cambio, su alma atemorizada, salia de su cuerpo y huía los 2 metros de cuerda que unen el cuerpo con el alma, una sombra salio de una de las madrigueras atemorizada, a una gran velocidad, y se detuvo en seco, como un recorrió el cuerpo la siguió, por lo que he oído eso se siente como si te arrancaran la piel de la espalda, cuando supero el dolor solo deliraba ante la incapacidad de comprender el horror de lo que había visto, y después salí yo, con mi parche en el ojo, esos reptiles tuvieron suerte de que en el interior de la tierra no llega la luz
-solo queremos agua, comida y algunas plantas, luego zarpamos-grite a los reptiles aun concientes

La Maldición Del Caballero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora