Esta es una historia sobre un hombre mas allá de lo ordinario que al igual que Dante perdió a un ser querido para después entrar al infierno pero no te dejes engañar, esta no es una divina comedia, esta es mi maldita trajedía
¿Miedo?...si, eso tenía, y no puedo decir que no era normal en mi, pero era difícil tener un miedo de ese grado. En cuanto mis pies tocaron las tinieblas de ese macabro lugar, lo descubrí, tenia miedo, no de el poderoso ser que ahí habitaba, sino de.... Pfff... En realidad no sabía de que, pero ignorando mis sentidos, seguí a la delgada figura de Jack, escuchando la voz de Jazmín, sin prestar atención a lo que decía, sumido en mis pensamientos –¿No lo crees? –Fue el sonido que devolvió mi mente a mi cuerpo, entonces, sorprendido, me limite a mirarla y sonreír, pero para mi desgracia, se trataba de ella. Suspiró, serró los ojos y dijo un poco desanimada– Supongo que es normal... Hablaba de el azul, creo que se quien es... Y tu –¿El bastardo? –pregunte –Supongo que si... ¿En que piensas? –Suspire, mirando hacia el frente –No lo se Caminamos, bajo la sombra de las enormes paredes de piedra, entre el sonido de eco de nuestros pasos “Sea lo que sea que vieron entonces, ya no esta aquí " pensé. Una curva mas, mas caminó, miraba al suelo, caminando, aun distraído, cuando note que ya nadie estaba caminando a mi lado mire sobre mi hombro, todos habían parado, mirando hacia el frente sorprendidos, excepto Jack, ese idiota no tenia expresión. Levante la mirada rápidamente para ver que era lo que los asustó, y definitivamente era una figura terrorífica, en especial por que me encontraba justo frente a el, mi corazón se detuvo, mi alma corrió, esperando que mi cuerpo pudiera seguirla, pero no lo hizo, me quede inmóvil, mis piernas no me obedecieron, solo trate de no hacer ni un solo ruido, temiendo que mi respiración me delatara y despertara ese hombre con los músculos mas grandes que he visto, con marcas en su piel azul, con puños enormes, con cicatrices en los nudillos y con una energía tan fuerte que me aterraba de tan solo estar dentro de su espacio personal. Entonces note que no dormía, solo estaba en silencio, sin moverse, sentado en flor de loto, sin expresión, con la mirada perdida en el enorme trozo de metal gris filoso frente a el. No parecía amenazante, sin embargo no podía ignorar mi miedo irracional –¡Disculpe! –Dijo Jack mientras se acercaba a él, este ser no reaccionó a las palabras de el glotón –¡Escuchaste! –El hombre no se movió. Molesto, Jack se paro frente a el–Esto es estúpido, solo toma lo que quieres –puso sus manos sobre el trozo de metal y trato de levantarla, pero esta ni siquiera se movió, enfurecido gruño y le dio un tirón aun mas fuerte, comenzando a expedir ese vapor, la tierra bajo sus pies se hundió y la espada se movió un milímetro, lo que cambió la expresión del hombre azul a una de estupefacción, este se movió, dio un golpe con la palma de su mano al suelo, haciendo que Jack y yo cayesemos de espaldas al suelo, luego regreso a su posición –¡Infeliz!–grito Jack levantándose y soltando una patada al hombre, pero esta no hizo efecto, solo se pudo escuchar el crujir de su pierna. Me levante y mire con horror como se levantaba y tomaba el pedazo de metal como si nada, luego lo enterró en otro lugar y volvió a sentarse, extrañado, mire ese pedazo de metal y puse mis manos sobre el, examinándolo, no parecía pesado, así que le di un fuerte tirón, pensando en que no se movería, pero por el contrario, era muy ligera, caí por mi propio impulso, con el trozo en mis manos. Él hombre se levanto –Te estuve esperando... Assaras –dijo con la voz mas grabe y profunda que he escuchado
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