4.

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Hola a todos n.n

Espero que disfruten de cap y como siempre, comentarios y votos son siempre bien recibidos jejeje


Encontró a todos sus compañeros en el comedor, hablando fuerte, gritando para que el que tenían a un lado pudiera escucharlos. Algo normal a lo que parecía que poco a poco se había acostumbrado sin siquiera haberse dado cuenta.

–Están más ansiosos que de costumbre –comentó Rick a un lado de él, desde la entrada.

–¿Y eso?

–El Coronel ha dicho que ha salido una nueva misión y que los más novatos podían ir dado que no es algo de riesgo.

–No lo sabía.

–No te ha dicho nada porque has estado ocupado con otras cosas.

Des giró su rostro hacia Rick, quien contemplaba a los jóvenes hablando con una leve sonrisa en sus labios. La volvió hacia el frente.

–Lo siento.

Rick sorprendido volvió la mirada y contempló a Des desde su poco más altura.

–¿Por qué te disculpas?

–Por haberte preocupado. Mildred me ha dicho que no has estado muy atento en estas semanas.

Lo oyó suspirar y giró su mirada, encontrándolo con una de sus manos sobre el puente de la nariz.

–No tendría que haber hablado con ella. Siempre se le va la boca –dijo y luego lo miró –Solo estaba preocupado por ti. No tendría que haberme afectado en lo demás.

–Tampoco es que hubiese necesitado que ella me lo dijera para no darme cuenta –volvió su mirada hacia los jóvenes –Es que hay cosas que prefiero no recordar.

Rick levantó una de sus manos para apoyarla en el hombro de Des, pero cuando se encontró casi por tocarlo frenó. Des lo contempló de reojo.

–Tengo que...

–Quiero que vengas conmigo –le cortó Des.

–¿Disculpa? –le preguntó Rick sintiéndose descolocado.

–Quiero que vengas conmigo. A un lugar –terminó desviando la mirada –Pero, lo siento, te he cortado algo que querías decir.

–Puede esperar.

–Vale. Entonces te espero en media hora en las cocheras –le dijo antes de girarse e irse de allí.

***

–Tanto misterio me está comenzando a preocupar –comentó Rick al entrar en las cocheras y encontrar a Des apoyado en uno de los jeeps verdes 4x4 que tenían para transportar a los que vigilaban los alrededores.

–Sube –fue lo único que le dijo antes de subirse él tambien en la parte del conductor.

Esperó a que Rick tambien lo hiciera.

–¿Dónde iremos? –preguntó Rick.

Des lo miró de reojo antes de encender el coche.

–Lo sabrás cuando lleguemos.

El silencio reinó entre ambos para nada incómodo. Des contemplaba el camino, dado que ya había oscurecido y la poca luz que tenía era el de la luna y el de los faroles del mismo coche. Rick, se quedó contemplando unos planos que se encontraban en la guantera.

–¿En serio te pasarás todo el viaje mirando eso? –le preguntó Des mirando de hito en hito a su compañero y la carretera.

–¿En serio no me dirás dónde vamos?

Des rodó los ojos.

–Ya hemos llegado –le contestó mientras frenaba en coche lentamente.

Rick levantó la mirada y Des, en aquel momento, vio la felicidad que invadía sus ojos. Ese brillo tan particular en sus ojos que siempre lo habían caracterizado.

Rick bajó del coche sin esperarlo. Des lo siguió con la mirada hasta que lo vio pararse a unos pasos del agua.

El cielo, estrellado de un color entre violeta y fucsia, le daba todo un aspecto fantástico. Aquella vista siempre le había gustado. Siempre la había admirado. Y con aquellas vistas, los recuerdos comenzaron a flotar en su mente. Momentos felices.

–¡Des! –exclamó Rick desde donde se encontraba, jugando como un niño con el agua que subía y bajaba.

Le hizo señas para que se acercara tambien.

Se bajó del coche y se colocó a un par de metros de él y el agua. Des se quedó mirándolo, memorizándose cada parte de él, cada detalle, cada característica única de él.

Se sentó en la arena y Rick lo siguió minutos después, cuando terminó exhausto. Se tiró en la arena, importándole poco ensuciarse con la misma.

–Nunca he venido a una playa.

–Lo sé –le contestó Des y desvió su mirada del frente hacia su compañero –Me lo has dicho, por eso te he traído.

Rick frunció el ceño y se sentó.

–¿Por qué lo has hecho? –preguntó de pronto.

Des entrecerró los ojos.

–¿Por qué he tenido la gana?

–Lamento decirte que tú no haces este tipo de cosas así que por algo lo has hecho.

Des suspiró y volvió su mirada hacia el mar.

–Necesitaba aire fresco. Diferente.

–Podrías haber venido tú solo, ¿por qué me has traído?

Des no contestó y segundos después sintió una de las manos de su compañero tomándolo del mentón y obligándolo a mirarlo.

–Dime Des, ¿por qué me has traído aquí?

Des observó su rostro iluminado por la luna y por la luz que se reflejaba en el agua. No podía decirle la verdadera razón. No podía.

Lentamente comenzó a acercar su rostro al de Rick, hasta que sus labios llegaron a rozarse. Des no cerró los ojos, al igual que lo hizo Rick, quien parecía sorprendido.

Des levantó una de sus manos y la colocó en la nuca de su compañero, obligándolo a afianzar el beso, al cual no se negó. Des comenzó a mover sus labios sobre los de él. Los sentía dulces, cálidos y apetecibles, hasta que intentó colar su lengua por entre sus labios.

Un fuerte empujón terminó haciendo que terminara de espaldas contra la arena.

–¿Qué... Qué haces? –le preguntó Rick sin quitar su mirada de él.

–Solo quería confirmar algo –le contestó encogiéndose de hombros y volviéndose a sentar en la arena –¿Qué era eso que has querido decirme antes y te interrumpí?

Rick no parecía salir de su asombro.

–¿Acabas de besarme y ahora pretendes que te diga qué es lo que intenté decirte hace una hora atrás? ¿En serio que tu cerebro funciona bien Des?

–Perfectamente. Ahora, dime ¿qué es lo que has querido decirme?

–Era sobre... –Rick se giró y se quedó mirando el mar –Ivy.

–¿La chica con la que has estado saliendo?

–Sí.

–¿Qué sucede con ella?

–Está embarazada.

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Animals [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora