Winterfell

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El viaje hasta Winterfell transcurrió sin más complicaciones y, tras dos días de trayecto, llegaron a Winterfell. La primera impresión de Aragorn sobre la ancestral fortaleza fue la de un castillo enorme, tan ancho y alto como el primer nivel de la ciudad de Minas Tirith. Desde la colina situada frente a la fortaleza pudo admirar el pueblo de Invernalia que, según Arthur, daría refugio a los refugiados del campo durante el crudo invierno y la gran plaza del mercado situada frente a las murallas y la Puerta del Oriente.

Tras pasar la primera muralla y cruzar el foso interior llegaron al interior de la segunda muralla donde se erigía la auténtica fortaleza de los Stark. Los guardias de la segunda muralla, tras intercambiar las consabidas fórmulas de cortesía con los dos viajeros, los condujeron al interior de la fortaleza. En la entrada al patio, los hicieron desmontar y caminar por entre herreros, mozos de cuadra, lavanderas y demás personal del castillo hasta unas dependencias conocidas como el Gran Salón dónde el señor los recibiría y escucharía.
Al fondo del Gran Salón del castillo, casi tan grande como el Palacio de Meduself, se erguía un gran trono de madera gris con cabezas de lobo talladas en los reposabrazos colocado en lo alto de una tarima. Sentado en el trono se hallaba un hombre alto y vigoroso de pelo negro con una espada sobre las rodilla que al, levantar la cabeza, del pergamino que se hallaba leyendo provocó que el corazón del montaraz diera un vuelco.
- ¿Boromir? No puede ser
- Mi señor de Stark... - dijo el caballero con una reverencia, gesto que Aragorn se apresuró en imitar - Traigo un mensaje de Lord Jon Arryn, Mano de su Majestad el Rey Robert, el Primero con el nombre, Rey de los Andals y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Lord Protector del Reino.
- ¿Esos son todos los títulos del rey? Muy pocos me parecen. - pensó Aragorn.
El señor comenzó a leer la carta:

Estimado Ned:

Disculpa que no te haya enviado esta carta por medio de un cuervo, pero, como te enseñé hace tiempo, hay mensajes que no pueden ser confiados a los cuervos debido a las palabras que contienen y los peligros que conlleva su transporte.

Incluso mientras escribo estas líneas temo por mi propia vida. He entrado en conocimiento de un terrible y oscuro secreto acerca del linaje del Rey. No puedo revelarte nada hasta estar seguro, pero recuerda que LA SEMILLA ES FUERTE.

Ven pronto a King's Landing. Eres la única persona en la que Robert y yo todavía confiamos. Asumo que no me queda mucho.

P. D. El chico por el que te envío este mensaje es el hijo de Rollo Royce. Trátalo con la mayor de las cortesías.
~Jon Arryn~

- Conque eres el hijo de Rollo Royce.
- Así es, Milord.
- ¿Cómo se encuentra el viejo Rollo?
- Excelentemente, Milord de Stark. Veo que lo conocisteis.
- Sólo como duelista y como soldado. Era excepcional en ambos aspectos de su vida pero también tenía un temperamento bastante fogoso. Espero que no hayáis heredado tan peligrosa cualidad.
- Oh no, Milord. Verlo actualmente recogido en cama me ayuda a recordar las consecuencias de tal comportamiento. - respondió rápidamente el joven ocultando un gesto de dolor ante la involuntaria mención de su herida.
- Ya me imagino. ¿Y tú quién eres?
- Un buen amigo, señor. Un gran amigo. Me ha acompañado a través del Bosque de los Lobos y...
- Imagino que tu amigo no será mudo y que podrá presentarse solo. O no? - preguntó burlón un muchacho de cabello negro con una especie de calamar amarillo bordado sobre el jubón negro que vestía orgulloso.
- Está bien, me presentaré como es debido. Mi nombre es Aragorn Elessar, hijo de Arathorn, caballero errante al servicio de Ser Arthur Royce. - declaró desenvainando a Anduril que brilló, casi con luz propia, en las manos del montaraz atrayendo las miradas de todo el salón del trono. Incluso el señor se permitió abandonar momentáneamente su expresión impenetrable para maravillarse, aunque Aragorn ,que en ningún momento había perdido de vista el gesto del Lord, ya había notado como crecía la curiosidad en sus ojos desde el principio de su parlamento.
- ¡Cualquiera que levante la espada en este salón es enemigo de nuestro señor!¡Prendedlo! - gritó un anciano caballero de anchos bigotes blancos desenvainando la espada al tiempo que bajaba de la tarima.
Los guardias presentes en la sala, como uno solo, bajaron las lanzas se cubrieron con sus escudos circulares y abandonaron sus posiciones para rodear al montaraz y su acompañante.
- ¡Oigan!¡Esperen!¡Yo vine con él pero no formo parte de su plan! - exclamó Arthur al verse rodeado por la guardia.
- Oh vamos, puedo explicar... - empezó a decir Aragorn.
- Silencio. Deponed las armas ahora y posiblemente el señor os escuché. - dijo de forma cortante el anciano caballero apuntando su espada contra el montaraz.
- Ser Rodrik, basta. Están bajo mi techo y protección. Además, me parece que ese hombre sólo pretendía mostrarme el excelente acero de su espada antes de retirarse. - intervino el Lord Eddard, de pié frente a su trono con la espada en la mano. Por toda respuesta, el anciano envió una mirada de suspicacia al montaraz antes de finalmente envainar la espada y decir con voz amenazante: "Cómo mi señor ordene. Pueden retirarse y, en lo sucesivo, eviten provocar más conflictos a esta casa."
- Así sea. - contestó Aragorn envainando a Anduril antes de retirarse "escoltado" por los guardias de palacio.
Más tarde, en los aposentos privados del matrimonio Stark.
- Lord Eddard. - saludaron Ser Rodrik y su acompañante (un joven de cabello negro y complexión fuerte) al entrar. - ¿Nos ha convocado?
- Así es. Hay un asunto que requiere vuestra atenta y cuidadosa atención. -
- ¿Relativo al extraño montaraz que llegó acompañando a Ser Arthur Royce? - inquirió el acompañante de ser Rodrik.
- Exactamente, Jory. Quiero que vigileis a ese montaraz, y me aviseis si hace cualquier movimiento sospechoso.
- ¿Cómo qué? - preguntó Jory
- Cualquier cosa mínimamente rara. -
- ¿Teméis que sea un espía de los Lannister? - fue la pregunta de ser Rodrik.
- No, pero me hace conocido de alguna parte y no sé de dónde. - respondió de forma misteriosa el lord de Winterfell.

Tututum!

Y, al fin, llegó el siguiente capítulo. Espero que les esté gustando porque ahora empieza la historia de verdad y pronto empezará la acción de verdad.

El Señor de los TronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora