Aquella mañana el sol salió de un precioso color rosa salmón pero para Aragorn, que había estado practicando desde antes de la aurora, lo importante era el desafío, el demostrarles que era de fiar (o que era demasiado hábil para perder ante el campeón de la señora según había leido en ciertos libros de la biblioteca del castillo).
Su fiel Andúril, brillante como la plata y tan perfectamente afilada que los bordes brillaban casi con luz propia, sajaba el aire con un silbido casi sobrenatural mientras el montaraz practicaba la antigua Forma de Elendil, recuperada tiempo atrás por él y su ahora suegro Elrond de Rivendel del polvo de la biblioteca de los Reyes de Arnor en la fortaleza de Annúminas. Esa había sido una aventura por demás peligrosa pero, en virtud a sus 30 años cumplidos, el pisar esa ciudad era un desafío más que aceptable para el joven heredero de Isildur. La ciudad, antigua fortaleza y capital del Reino de Arnor, se encontraba parcialmente anegada por las aguas del Evendim y sus ruinas apenas dejaban entrever la antigua gloria que antaño poseyó la ciudad fundada por Elendil. Torres combadas bajo el peso de los milenios y los profundos cimientos asentados en la roca reblandecida de las orillas del lago. Murallas con más huecos que una esponja. Ricas cortinas y tapices de los que apenas quedaba la sombra en la pared. Piedras y ruinas que una vez fueron hogares. El panorama no podía ser más desalentador. No obstante, era la sombra del Rey Brujo y el terror a las maldiciones que, según la creencia establecida, pesaban sobre la ciudad lo que mantenía alejados a los ocasionales exploradores y orcos que rondaban por el territorio de Arnor hasta el punto de divisar las ruinas. Ruinas en las que, según pudo comprobar por si mismo, incluso la hierba, las ratas y las grandes arañas que nacían en la ciudad perecían al poco tiempo de nacer.
Aragorn reconocía con terror que, al principio, había hecho caso omiso a las advertencias de su padre adoptivo y había intentado penetrar a la ciudad creyendo las leyendas de entes malignos presentes en la ciudad como simples rumores y supersticiones. El resultado de tan estúpida actitud, quedar al borde de la muerte producto de un desagradable encontronazo con una colonia de espectros establecidos en los subterráneos de la ciudad.
- ¡Dioses! Con ese movimiento... - le pareció oír a sus espaldas. Sólo los reflejos felinos del montaraz, afilados por décadas de lucha con espadas, impidieron que su fortuito interlocutor perdiera una cabeza de altura cuando, instintivamente, y en respuesta a la sorpresiva exclamación, Anduril voló hasta casi tocar su cuello.
- Ca...caramba, estabais tan absorto en vuestros pensamientos que pensé que no os daríais ni cuenta de mi presencia. - dijo entre asustado y sorprendido su interlocutor, que miraba con preocupación la hoja a escasos dedos de su cuello. - Por cierto, ese movimiento es...
- Se llama "la muerte fugaz", es un ataque que me enseñó mi amigo Legolas tiempo atrás - contestó Aragorn al tiempo que retiraba su espada del cuello del anciano caballero - Pero ¿qué se os ofrece, ser Roderick? -
- Os estaba buscando para advertiros que Lady Catelyn acaba de seleccionar a un campeón para el juicio. -
- ¿Y a quien me he de enfrentar? - preguntó Aragorn secándose el sudor con un paño mojado en agua de un cubo situado a poca distancia de su rincón de entrenamiento.
- A mi sobrino Jory Cassel. Creo que ya lo conocéis. - respondió el anciano caballero con un cierto deje de decepción en la voz.
- El capitán de la guardia de anoche. Imagino por la expresión de vuestro rostro que no estáis muy conforme con el hecho de que nos enfrentemos. ¿Por alguna razón en particular?
- Digamos que Jory es como mi hijo. Cuando su padre murió en el Sur luchando contra las fuerzas del Rey Loco, yo quedé a cargo de él y de Lord Eddard. Si pienso en la locura que ha cometido enfrentándose a vos en combate, me pregunto ¿qué hice mal para que se volviera tan condenadamente testarudo? -
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El Señor de los Tronos
FantasyLa vida de los Stark se verá alterada por la aparición de un misterioso visitante de otro mundo. Crossover ESDLA y El Juego de Tronos. NO está de más recordaros que cada serie y personajes pertenecen a sus respectivos y respetables autores (J. R...