1. Welcome to Wonderland

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"¡Cuidado!" fue lo último que escuché antes de que todo se volviera oscuridad y después de eso...¿colores? ¿luces?

Tu voz retumbaba en mi cabeza, todo daba vueltas, nada tenía sentido. El suelo estaba en el techo, cosas volando, recuerdos de mis padres, recuerdos de ti, susurros. Los susurros se convirtieron en voces y las voces se volvieron gritos.

¿Qué estaba pasando?

Desperté tumbado en el suelo de un cuarto que jamás había visto. Un cuarto sin sentido, una estructura sin pies ni cabeza. Más bien, con los pies en la cabeza.

Los mosaicos eran de diferentes tamaños y colores y recorrían todo el cuarto, sin principio ni fin. El aire olía a flores, pero no había ni una cerca. La luz provenía de la nada, no encontraba explicación alguna sobre el sentido de esto.

¿Qué había pasado?

Me levanté y todo dolía.

¿Dónde estaba?

Fue cuando el recuerdo me golpeó la cara.

Estábamos en el carro, mi carro. Fui a recogerte de tu primer fiesta, estabas emocionada. Feliz de haber ido. Te sentías grande e independiente. Eran las 2 am.

El camino a casa era simple, no tardaríamos más de 20 minutos en llegar.

Te dije que durmieras un poco, te veías cansada.

Te negaste, querías contarme todo sobre tu fiesta. Pero me hiciste prometer no decirle nada nuestros padres. Querías que guardara tus secretos y como siempre, acepté.

Te sentaste correctamente en el asiento y comenzaste a narrar todo. Fue cuando todo cambió repentinamente.

El conductor debió de haber estado tomando, no parecía tener control alguno de su carro. El tiempo parecía correr lentamente y escuché tu grito "¡Cuidado!", pero era muy tarde. El carro se estrelló en nuestro frente, tu cara se iluminó con los faros del carro y todo se llenó de cristales rotos.

Perdí el control del auto y nos salimos del camino.

El auto no se detuvo hasta que caímos, ¿a un acantilado tal vez?

Ahí perdí la conciencia, y te perdí a ti.

Lo siguiente que recuerdo era caer y seguir cayendo, luces y gritos. Hasta despertar aquí. ¿Aquí? ¿Dónde es aquí?

—¡¡Meg!!—Grité tu nombre sin respuesta.

Intenté calmarme y comencé a recorrer el cuarto.

Era...¿circular? ¿cuadrado? Dios...No parecía tener salida. Sin puertas ni ventanas. Infinito.

—¡Meg! ¿Dónde estas?—Espero nada te haya pasado, jamás me lo perdonaría, y nuestros padres jamás lo entenderían. En fin, siempre fuiste la favorita, pero eso jamás fue un problema. Eras fácil de amar y de escoger. ¿Yo? Testarudo y lleno de problemas.

Tú eras quien calmaba los regaños de mis padres y me defendía. Aún pequeña para entender que ellos tenían la razón y yo lo merecía. Pero ante tus ojos yo siempre fui el héroe.

Por Dios Megan, ¿Dónde rayos te metiste?

Me sentía cansado, había pasado un buen rato desde que desperté y no había tenido algún avance. Me senté en el suelo y me recargué en la ¿pared? Pero para mi sorpresa, no me recargué en nada, pareciera que jamás estuvo ahí. Atravesé la pared como si fuera aire.

Caí sobre mi espalda en tierra y pasto. Abrí los ojos y veía el cielo.

Me incorporé y busqué el cuarto, nada. ¿Me estaba volviendo loco? Me encontraba parado en un camino de tierra con muchas plantas extrañas a mi alrededor. Hongos enormes y flores sin color. Algunas inclusive parecían moverse sin viento alguno que lo provocara.

—¿Ty?

Era tu voz. ¿Dónde estabas?

—¿Ty?

Basta Megan, ¿dónde estás? Giré mi mirada en todas direcciones.

—Atrás tonto.

Dí una vuelta sobre mi eje y ahí estabas. Parada atrás de mi, con tu cabello alborotado y tus ojos cafés viéndome.

Te abracé lo más fuerte que pude. Jamás creí estar tan feliz de ver a mi hermana menor otra vez.

—¿Qué pasó? ¿Dónde te metiste?

—Ni idea. Sólo recuerdo el haber despertado aquí y no encontrarte.

—Pero eso tiene bastante, pensé que no estabas aquí conmigo. Te busqué por todas partes.

—¿Hace cuánto tiempo estás aquí?

—Podría ser una hora o más.

—¿Podría ser? Tienes tu reloj en la muñeca.

Acercaste el reloj a mi cara y entendí lo que decías.

Las manecillas estaban vueltas locas, daban vueltas sin sentido, no marcaban ninguna hora en específico.

—Nada tiene sentido Megan, ¿Qué sucede?

—Todo tiene sentido Ty, porque nada tiene sentido en El País de las Maravillas ¿o sí?

Beyond WonderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora