Diario De Un Enfermo Asesino

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18/06/2016

Sábado

¿Quién diría que volvería a escribir en esta cosa? Supongo que al principio consideré tonto e incluso inutil escribir, pero me doy cuenta de que, al no tener con quien hablar, esta puede ser mi forma de comunicarme. ¡Al fin entiendo lo que quiso decir la doctora! Pues bien, al parecer esto sí me servirá de algo.

A mi pobre Xavi le ha caído mal lo que le he dado ayer de comer, no sabía que a los perros les caían mal los pájaros vivos, el pobre Xavi estuvo vomitando toda la mañana. El señor Harris estuvo aquí hoy ¡Que ganas tenía de cocerle la boca! Ese hombre no se callaba, podía sentir como me juzgaba y me culpaba de la desaparición de sus desgraciadas aves.

Lo ignoré lo mejor que pude, pues no dejaba de repetir "Sé que fuiste tú" y "Te pido que me los regreses". Trataré de recrear un poco el final de nuestra charla.

-Por favor, te pido que me los devuelvas. Son tan importantes para mí como lo es Xavi para ti- Trató de convencerme, pero no di mi brazo a torcer.

-Yo no me he llevado tus pájaros. Y si no te importa, te pido que te vayas de mi casa- Fue todo lo que dije. Él me vio con molestia y salió de mi casa frustrado.

Pero no es por eso que escribo ¡Claro que no! Hoy he visto a una mujer. Es hermosa, delgada, con los ojos verdes, naríz respingada, labios carnosos, pestañas largas, cabello rubio y largo, además tiene las piernas voluptuosas, sus mejillas eran esbeltas y sus manos pequeñas y delicadas. ¡Estoy enamorado! Quise acercarme para hablar con ella, pero no sentía que estaba en condiciones respetables, así que esperaré hasta mañana.

Ya le veo junto a mí, mimándome y queriéndome, deseo con gran afan tenerla conmigo ¡Hasta me ha mirado! Sé que le gusto, y haré todo lo posible por conocernos.

Me despido de mí mismo.