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21/06/2016

Martes

Estoy furioso ¡Muy furioso! Hoy la invité, pero me rechazó de manera cruel, diciéndome que ya tenía novio. Le grité por haberme seducido a proposito y le dije que no permitiría que nadie me la quitara. Luego de eso ¡Quiso huir! Pero no contaba con que llevaba uno de mis juguetes favoritos. Coloque mi alfilado juguete en sus costillas y le dije que si gritaba lo utilizaría. Ella inmediatamente se calló y comenzó a temblar.

-Escucha- Me dijo de repente- De acuerdo, acepto tu invitación para el fin de semana, incluso si quieres podemos tomar el café mañana.

Por unos segundos, pensé que hablaba en serio, pero me di cuenta de que mentía.

Y yo odio las mentiras.

Aproveché que no había gente alrededor debido a la hora, así que la llevé a mi casa. Me costó mantenerla callada, pero una simple advertencia con mi juguete fue suficiente. Al llegar a casa Xavi se acercó feliz al ver a mi acompañante.

La llevé al sótano en donde pude atarla a una barra metálica, tomé un pañuelo y se lo amarré en la boca. Luego de asegurarme que no hiciera mucho ruido subí para alimentar a Xavi. No le cayeron mal los ratones y ahora deseaba probar con gatos. Les quité la piel, las víceras y los piqué en trozos, esta vez traté de cocinarlos un poco, solo para que de dorara un poco la carne. ¡Xavi parecía disfrutarlo! Ya veré mañana como le han caído.

Tomé un trozo de pan y lo bajé al sótano. Le quité el pañuelo de la boca a esa desgraciada mujer, quien trató de gritar al ver su boca libre, pero ¡Sorpresa! Llevaba uno de mis juguetes de plomo. Le ordené que comiera y quiso resistirse, pero al final ha cedido, ¡Es inteligente! Luego de que comiera le volví a atar el pañuelo, para lo cual se resistió mucho y hasta gritó. Cuando logré colocarle el pañuelo me senté en una de las esquinas del sótano y comencé a escribir.

Justo ahora estoy observándola.

¿Qué debería hacer con ella? Mató el amor que sentía por ella y hace mucho ruido con la naríz al tratar de gritar, es muy molesto el sonido. ¿Qué hago? Por ahora la tendré aquí, luego veré si tiene algún uso útil.

Oh no, ¡No he ido trabajar! Deberé inventar alguna excusa, espero que me la crean.

Xavi está ladrando como loco, tal vez quiera salir a pasear, tengo mucho tiempi que no lo saco. Aprovecharé que no hay gente a esta hora pasearlo.

Me despido de mí mismo.

Diario De Un Enfermo AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora