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20/06/2016

Lunes

Hoy he visto a la mujer de mis sueños de nuevo, pero esta vez sí me acerqué para hablarle. Al saludarla se sorprendió mucho y al verme se puso a temblar, ¡Seguro tiembla de la emoción! La invité a tomar un café, pero se negó diciendo que llegaba tarde a su trabajo. Aún recuerdo nuestra conversación.

-Hola preciosa- Le dije al acercarme. Ella se asustó por haberle hablado tan de repente- ¿Cómo estás?- Mi amada se quedó callada unos instantes antes de comenzar a hablar, tenía una voz muy melodiosa.

-Disculpa, pero no te conozco- Me dijo. ¿No me conocía? ¡Mentirosa! Me vio ayer, claro que me conoce, está mintiendo, y no me gustan las mentiras.

-¿Cómo que no me conoces?- Dije confundido y algo irritado- Me viste ayer ¿Recuerdas? Aquí mismo- Estábamos en la parada de autobuces. Ella abrió los ojos sorprendida y puso una sonrisa nerviosa. ¡Me recuerda!.

-Ah, sí, claro, que tonta fui- Rió nerviosamente ¿Acaso la pongo nerviosa? ¿Es así su atracción por mí?- Estoy bien.

-¡Me alegro! ¿Quieres tomar un café? Yo invito- La invité. Ella se puso a temblar ¡Creí que aceptaría!.

-No puedo, tengo trabajo y no debo faltar- Es responsable, muy responsable, me gusta.

-Claro, que tonto fui- Al decir esto, llegó el autobus que ella montaba.

-Gracias a Dios que llegó- Exclamó en voz baja. ¿Estaría llegando tarde? Se montó tan rápido que ni siquiera se despidió de mí. Luego de un rato llegó el autobus que yo tomaba y me fui a trabajar.

En la noche alimenté de nuevo a Xavi (espero que los ratones no le caigan mal, esta vez los maté yo mismo los piqué en trozos) Limpié el desastre que ocacioné por los ratones y me dispuse a cenar.

Apenas terminé de cenar comencé a escribir, estoy emocionado ¡Muy emocionado! Trataré de invitarla mañana, esta vez para el fin de semana ¡Sé que dirá que sí! Así no tendré que usar mis juguetes.

Me despido de mí mismo.

Diario De Un Enfermo AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora