Capítulo 8 - El Baile de Verano

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Capítulo 8

El Baile de Verano

🌟🌟🌟

Para cuando Liv termina conmigo y por fin puedo mirarme en el espejo, me convenzo de que es un hada madrina encubierta, porque ni yo me reconozco. Y me he estado viendo en el espejo durante dieciocho años, así que sé perfectamente qué aspecto tengo.

Mi pelo rubio normalmente está rizado, y cae hasta la mitad de mi espalda. Bueno, no está realmente rizado, pero tampoco ondulado; simplemente, está a medio camino, y como normalmente tengo que hacerme una coleta para el trabajo, no suelo hacer nada especial con él. Pero Liv me lo ha alisado para luego ondularlo, y parece que se mueve constantemente. Parece... vivo, de alguna manera. La verdad es que nunca antes he tenido el pelo liso, pero me gusta bastante lo que veo.

Llevo maquillaje oscuro, aunque no se ve mucho por la máscara que me cubre más de la mitad de la cara. Lo que sí que se ven son mis ojos, que además parecen más verdes de lo normal gracias a la magia del maquillaje. No sé ni cómo es posible, o cómo pueden ser tan largas mis pestañas. Esto no es natural. Tiene que ser magia.

Y, por si no fuera suficiente, el vestido es absolutamente perfecto. Cae con tanta gracia y elegancia que me he quedado sin aliento al verlo. En la espalda hay cintas que mantienen el corsé en su sitio, haciendo que mi cintura parezca más pequeña pero dejándome respirar sin problema. No tiene tirantes, es largo y es casi un vestido de princesa... Como los vestidos con los que solía soñar cuando era pequeña..., cuando aún tenía la esperanza de conocer a mi príncipe. Aunque hace tiempo que abandoné ese sueño, pero este vestido casi me hace revivirlo. Liv también se ha asegurado de añadir un bolsillo para esconder el teléfono, para que pueda sentir sus vibraciones en caso de que Rhonda decida ir a echarme un vistazo.

Tengo que ser sincera. Sí que parezco otra persona, una radiante. Una princesa.

Me giro para mirar a Liv, que lleva un vestido azul precioso y sexy. Está sonriendo, orgullosa de lo que ha hecho, y no puedo evitar sonreír yo también.

—Te lo dije, Ella, que ibas a estar irreconocible.

—Gracias —digo, y su sonrisa se ensancha—. No me parezco a mí misma para nada.

—Al contrario, sí que pareces tú. A como deberías ser siempre.

No digo nada. Mamá y papá siempre me llamaban princesa, y cuando era una niña pequeña sí que me sentía como la princesa del pequeño reino que era nuestra familia; pero desde que apareció Rhonda, me he sentido solo como la pobre sirvienta.

Alguien llama a la puerta. Sé que es Charlie, porque nadie más sabe que estamos aquí. Esa es la razón por la que no espera a que le digamos que pase, abre la puerta y punto. Y en cuanto nos ve, se le desencaja la mandíbula. Casi literalmente.

—Joder —exclama—. Estáis impresionantes. Las dos... Ella, tú... Guau.

Me sonrojo. No estoy acostumbrada a que Charlie me diga este tipo de cosas. Siempre me ha tratado como a una niña pequeña, casi como a un chico, y eso es lo que ha mantenido viva nuestra amistad durante tanto tiempo. Es tan raro como tener a tu molesto hermano pequeño diciéndote que estás guapa.

—Todo el mundo va a estar encima de vosotras. Tendré que protegeros a las dos —declara, y Liv se ríe mientras camina hacia la puerta.

—Ni se te ocurra. Quiero que algún hombre guapo ligue conmigo esta noche, así que, por favor, mantente alejado de mí —le dice, dándole unas palmaditas en el brazo. Charlie se encoge de hombros, como diciendo, "Bueno, lo he intentado".

Call me Ella (Aware Princesses #1) (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora