Primeros días

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Era bien sabido que el rubio era amante de los videos juegos y no era menos cuando estaba esperando por la nueva aplicación de pokemon. Adrien lo esperaba más que nada, se preguntaba si en su hogar habría algún pokemon o cuales estarían en París.

Sin embargo toda la emoción se fue por el caño cuando se enteró que harían un viaje al bosque Gavarnie. No es que no disfrutara de un buena paseo, dejar sus actividades de lado y pasar tiempo con sus amigos, el problema era que había descubierto que hace poco Latios estaba en París y lo necesitaba más que nada.

-Te has enviciado con ese tonto jueguito- le reprochaba su kwami, mientras comía un queso apestoso.

-Cállate Plagg, tú no sabes lo divertido que es- Adrien no iba tolerar que su juego fuera insultado, el kwami suspiro y tan sólo lo dejo así, no iba pelear por estupideces.

Los días pasaron y se fueron rápidamente al lugar de retiro. En el bus, Adrien se encontraba charlando con Nino de lo más bien, hasta que en un momento escuchó la conversación de sus compañeras de atrás, es decir, Alya y Marinette.

-Vamos, Mari. Nunca antes habías estado tan enviciada con tu teléfono- aquella afirmación por parte de Alya le llamó bastante la atención al rubio.

-Pero es que...Alya... era un pokemon legendario, estoy segura que alguien más lo va atrapar... y yo lo quería, era mi oportunidad perfecta- Marinette se sentía frustrada, quería volver estar en Paris y no para protegerlo exactamente.

-Pues... si vamos a un bosque habrá muchos pokemon-

-Pero ninguno será un legendario-

-Quizás te topes con un pikachu- Marinette la vio con su peor cara, pero es que era cierto ¿Un pikachu? ¿En serio? Debía ser una broma, es como si no conocieran más pokemon.

-No hay pikachus en el bosque... No importa, ya veré que habrá de interesante- finalizó con aquel tema la azabache.

Después de aquello siguieron con su conversación sobre cualquier tema. Y después de quince minutos llegaron al lugar donde estarían por la próxima semana entera.

El primer día para ambos muchachos fue bastante normal, sin el celular en las manos y pasar tiempo de calidad con los muchachos. Pero todos sus compañeros estaban esperando que cualquiera de los dos pronto comenzarían a buscar algún pokemon y cometerían algún error o alguna estupidez.

Pues aquello paso en el segundo día. La azabache no se resistió y observó que en su pantalla había un pokemon en el lago.

-¡Tengo que atraparlo!- se fue eufórica, sin prestar atención a la realidad.

Por el otro lado, el rubio se desvivía por lo mismo. Estuvo toda la mañana molestando a Nino para que lo acompañara buscar el tan famoso pokemon misterioso del lago. Cuando finalmente el moreno acepto, Adrien salió corriendo como un niño pequeño que ve una heladería.

Alya se juntó con Nino y veían como sus amigo se comportaban como infantes. Aunque como todo niño eran muy torpes.

-¡Adrien! ¡Marinette!- llamaron ambos, pero era muy tarde.

El sonido de que algo había caído al agua les llamó la atención a todos. Y sí, los muy tontos no se percataron que habían caído al agua, Adrien fue el primero en salir.

-¿Estas bien? Bro- le preguntó Nino mientras le tendía una mano amiga.

-Sí, no te preocupes- el rubio salió y comprobó que su celular aún funcionaba, luego vio como salía Marinette en busca de aire.

-¡Lo atrape!- grito con euforia y Alya tan sólo se golpeó la cara con la mano.

-¿Qué era?- Adrien rogaba que no fuera nada especial, no obstante la suerte no estaba de su lado. Le tendió la mano a su amiga.

-Era un Dragonair- le comentó con una sonrisa y el rubio se quedó pálido, soltándole la mano en el acto para que la azabache volviera caer al agua.

-¡Maldición!- exclamó el rubio, mientras Marinette lo veía con cara de asesina.

Luego de aquel suceso, Adrien se encontraba fastidiado, era el colmo que Marinette siempre ganará. Así que para disminuir su molestia decidió evitarla. Aunque eso molestó a la azabache.

-No puedo creer que Adrien sea tan infantil- dijo Marinette, pero en cierto punto tenía razón, era tan sólo un juego, no iban a arriesgar toda su amistad por ese juego ¿o sí?

-Vamos, mira quien habla, estoy segura que estarías igual que él sí te hubiera sucedido a ti- finalizó Alya para ir con Nino.

Marinette pensó todo su discurso de disculpa y cuando le entró el valor se acercó a Adrien.

Todos se callaron, porque habían esa misma tarde habían hecho unas apuestas.

Alix, Myléne, Rose, Juleka, Nathanael y Lila decidieron que Adrien iba iniciar una pequeña batalla contra Marinette.

Por el otro lado estaba Kim, Chloé, Sabrina, Iván y Max apostaron que sería Marinette quien declararía la guerra.

Alya y Nino se quedaron al margen, no querían ver a sus mejores amigos pelear.

-Adrien- susurró bajito la azabache.

-¿Qué sucede, Marinette?- preguntó con una sonrisa falsa, la azabache se percató de esto.

-Bueno... verás... es que... yo...-

-Podrías hablar claro- le sugirió el chico. Plagg quien estaba en su chaqueta frunció el ceño, Adrien se encontraba muy enojado como para hablar de aquella forma tan pesada. Marinette se quedó estática, ¿escucho bien lo que le acaba de decir ese niñito mimado? Dejando atrás sus temores, colocó una sonrisa cínica.

-Mira rubio oxigenado, a mí no me hablas así-

-¿Rubio oxigenado? Soy rubio natural, no como tú, que te llenas con maquillaje la cara-

-¡Woh!- avivaron las llamas el equipo de Kim.

-Lo siento señor perfección, por lo menos no soy una cobarde que le teme enfrentarse a su padre-

-¡Turn down for what!- volvieron a exclamar el grupo que apoyaba a Marinette.

-Pero por lo menos mi padre tiene talento en el diseño-

Todos se quedaron en silencio y con rabia Marinette le vertió todo el vaso con agua sobre la cabeza.

- A ver si se te bajan los humos, porque yo tan sólo venía a ofrecer una disculpa, pero veo que perdí mi tiempo- y se marchó de ahí. No sin antes escuchar la sentencia de guerra del rubio.

-No las aceptaría Marinette, porque estoy seguro que seguiremos peleando por los pokemon que hay en este bosque-

Azules y verdes, fríos como témpanos. Aquella batalla había iniciado.

-¡Ganamos!- exclamó Alix mientras celebran con su grupo por una bien merecida victoria.

Aquel día que inicio la batalla más estúpida, dejando a la vista la torpeza y obstinación de cada uno.

++++

Otra comedia demasiado estúpida, al estilo Cenicienta.

¿Pokemón Go? [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora