The Race pt. 1

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Punto de vista de ella.

Finalmente era viernes. Me sentía nerviosa, intimidada y al mismo tiempo, emocionada. Me había imaginado al tío de mi amigo encima mío más de una vez mientras me tocaba en las noches y por fin, esta noche podía tenerlo. Un vestido negro justo abajo de mi redondo trasero era mi cómplice; acompañado de un par de tacones negros, un maquillaje adecuado y mi cabello negro suelto.

-¿Viene Yasser por ti? -mi mamá me sorprendió, estaba parada en la entrada de mi habitación. Asentí. -Todavía me pregunto cómo es que van a lograr entrar.

-Con su tío. Conoce al dueño del lugar, así que no te preocupes, el se quedará para cuidarnos. -le sonreí.

Amaba a mi mamá pero no sabía lo que en verdad hacía en las pijamadas de mis pocas amigas o cuando me quedaba a hacer tarea en casa de Yasser; prácticamente me conocían en todos los clubes y antros de la ciudad pero The Race era nuevo. Mi celular empezó a sonar; Yasser.

-Ya llegó. Nos vemos mañana, ma. -pasé a su lado y le di un beso en la mejilla, yo con los zapatos le pasaba de altura por media cabeza.

-¿Mañana? No, no. Si no te pueden traer, tu hermana irá por ti, ¿sí?

Estaba a la mitad de las escaleras y me volteé hacia ella.

-Si, yo le aviso.

-Cuídate, mi amor. -mi madre se quedó en el inicio de las escaleras mientras yo salía y cerraba la puerta.

El querido tío de Yasser esperaba en su auto último modelo. Me acerqué a este y mi amigo salió por la puerta del copiloto.

-Hola, nena.

Debido a la modalidad del auto, para pasar al asiento trasero tenía que atravesar el asiento del copiloto ya que no había puertas directas. Yasser colocó el asiento de una manera que yo pudiera pasar; incómodamente debido a los tacones altos que traía, logré pasar y saludé a Zayn con un tierno "buenas noches". De camino al club íbamos en silencio. Caché a Zayn mirándome por el espejo retrovisor más de una vez y mis labios pintados de rojo sólo formaban una cínica sonrisa.

Cuando llegamos, Zayn tuvo que hablar con varias personas para que nos dejaran entrar. Ya adentro, se podía notar que el tema del club era algo así como blanco y negro, ya que toda la mobiliaria era de dichos colores, nos dirigimos a uno de los sillones negros. El ambiente no estaba tan mal; un dj con buena música, demasiada gente, humo en el aire y alcohol por todas partes. Un mesero enviado especialmente por el amigo de Zayn, nos llevó shots de tequila, dos para cada quién.

Yasser encontró a Dakota, su amiga con beneficios, diría yo, y se desapareció así que me quedé sola con el hombre que me traía loca.

-¿Cómo te la estás pasando, Madison? -de sólo escucharlo pronunciar mi nombre, mis bragas se habían mojado.

-Bien, digo, está bueno el ambiente.

-¿No vas a ir a bailar?

Negué.

-No conozco a nadie. -insinúe inocentemente.

-Pensé que iban a venir tus amigos.

Sí pero ninguno está a tu altura.

-Todos tienen novia.

Asintió y miró a nuestro alrededor. Estábamos sentados en el mismo sillón, a unos centímetros de separación. Amaba que se hiciera el desinteresado.

-¿Tú no bailas? -no sé de dónde saqué tanto valor para decir eso, porque sabía a dónde se dirigía, pero lo dije.

-No soy un buen bailarín, que digamos. -rió.

-Ven, es fácil. -me levanté, tomé su mano y lo jalé, al sentirla contra mí mano, me imaginé todo lo que puede hacer con esta. Después de que se dio cuenta de que no me iba a rendir, accedió.

Caminamos entre la gente para encontrar un lugar cómodo dónde bailar. Era noche latina o algo así porque la mayoría de la música era de Enrique Iglesias, entre otros.

Al ritmo de la música, me pegué a Zayn, de manera que el quedara detrás mío; moviendo mi trasero justo en su miembro. Haciendo movimientos circulares, cada vez sentía que su amigo se emocionaba más y más. Al terminar unas tres canciones, volvimos a sentarnos.

-Eres una niña mala. -ronroneó en mi oído. -Me gusta.

-A mí me gusta jugar.

Me acerqué más a él, a tal punto que nuestros cuerpos estuvieran juntos. Posó una mano en mi muslo, haciendo pequeños circulitos.

-Ahora es mi turno.

Cada vez se acercaba más y más hasta que pude sentir su respiración. Me acerqué y nuestros labios se juntaron; había soñado tantas veces con esto, que no me lo podía creer. Tomé su cara con mis dos manos, profundizando el beso. Al principio era dulce pero ya después fue rudo. Me encanta. Su lengua recorrió toda mi cavidad bucal. Quería morir así, en sus labios.

El beso fue interrumpido por un gemido que se escapó de mi boca. Volteé hacia la mano de Zayn y esta se encontraba dentro del vestido, tocando mi entrada e hizo a un lado mis bragas. Tomé su mano para que siguiera. Jugó con mis labios y posteriormente, con mi clítor*s. Me estaba retorciendo de placer y lo mejor es que nadie a nuestro alrededor sabía lo que pasaba gracias a la poca iluminación y al sonido tan alto de la música; era excitante. Zayn metió dos dedos, acelerando mi respiración. Adentro, fuera. Adentro, fuera. Al notar mi cara y mi cuerpo retorciéndose, Zayn paró.

-¿Qué mier...? -protesté.

-Tranquila nena, no quiero que te corras... todavía.



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uyyyyyyyuuuyuyyy, ya viene lo bueno😏

por cierto, es la primera vez que escribo esto así que perdón si no les gusta😇

company [z. m.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora