Reto número 19

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-Escribe una historia de ciencia ficción mostrando cómo te imaginas el futuro.

El canto de los pájaros me despertó, había confundido el calor del sol con el cuerpo de Sofie; pero cuando abrí los ojos, ella ya no sé encontraba en la cama. Era una niña con mucha energía y no me sorprendió que despertara a los primeros rayos del alba.
Me levanté y tomé una ducha rápida, le había prometido a mi hija ir a la playa ese día.
Al entrar a la cocina, Sofie estaba haciendo el desayuno, a mi pequeña le encantaba hacerme pequeñas sorpresar, aunque todo siempre era por algún motivo, por supuesto. Al fijar mi mirada en la mesa, descubrí que ella ya había empacado lo necesario para nuestro viaje.
-¡Mami!- Corrió a abrazarme en cuanto me vio. -¿Cómo dormiste, mami? ¿Estas lista para el viaje? Ya tengo todo listo, solo me falta servir el jugo.
-Muy bien, pequeña. Le dije besando su corinilla. -Con qué ya tienes todo listo, ¿bloqueador?
-Si
-¿Toallas?
-Si
-¿Lentes de sol?
-Si- decía ella entre risas, mientras me llevaba el desayuno a la mesa; un plato de frutas, jugo y yogurt.
-¿Comida?- Ella se puso pálida por un instante. Y yo me reí. -Siéntate y desayuna conmigo, después iremos al huerto a escoger lo que necesitamos.
Desayunamos y después fuimos al huerto comunitario, una de las iniciativas que había entrado en vigor hacer 7 años, cuando Sofie nació. Al principio la idea no gustó a muchos, pero cuando el número de enfermedades fue descendiendo, junto con la contaminación, los que estaban reacios a la idea, nos secundaron. Era un alivio que por fin se hubieran tomado cartas en el asunto del cuidado de la naturaleza. Ahora cada 5 cuadras, se podían encontrar pequeños huertos. Todos ayudábamos a las labores, por ley, todos debíamos dedicar 2 horas de nuestro tiempo al cuidado del huerto, por lo cuál, ellos siempre estaban en buenas condiciones, y la carga de mantenerlos era tarea fácil.
Me gustaba la vista que el mundo nos estaba dando, habíamos pasado del gris, smok, calor y constante ruido, a nuestras raíces; a lo verde y colorido de la naturaleza, el trinar de las aves y el sonido del viento entre las copas de los árboles como sonidos del día a día. Siempre había un clima agradable y las personas se habían vuelto más cordiales. A tiempo nos dimos cuenta que la avaricia sería nuestra destrucción, y aunque seguimos en constante evolución con las nuevas leyes e iniciativas, sé que todo será para bien.

Sofie es una niña muy feliz; terminando de recolectar nuestras cosas nos fuimos a la playa. Pudimos ver, a lo lejos, la migración de las ballenas y había varios cangrejos ese día en la playa, con los cuales Sofie se entretuvo un rato. Ella dice que cuando crezca quiere ser parte de las brigadas que se encargan del cuidado y vigilancia de los animales. Ella, como muchos otros, quiere ser parte del cambio. Y estoy segura que lo hará; ahora que en el mundo de verdad se trabaja para darnos a todos mejor calidad de vida y no para alimentar los bolsillos de unos pocos, todo es posible; todos somos optimistas al respecto.

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