La línea entre ser "buena persona y ser "tonta" a veces, es tan delgada que no la vemos y la factura que se paga por traspasarla puede salir carísima: perderte a ti mismo al punto de terminar odiándote por sacrificios que muchas veces no son correspondidos, o peor aun, que no merecen la pena. Vine a este mundo a intentar ser feliz, y no es nada fácil, por lo que al menos quiero hacer el viaje más ligero, a mi modo, siendo autentica, viviendo lo que quiero y como quiero, no complaciendo a los demás. Así que si me quieren o me odian por ser así, lo siento, es su problema.