Puedo notar el cansancio en ambos. Nos es tan difícil resolver nuestros desacuerdos. Ahora optamos por dejarnos de hablar la mayor parte del día. ¿Por qué no resolverlo al instante?, ¿por qué no aceptar nuestros fallos? Quizás dejamos pasar horas para ver quién tiene más o menos orgullo, ¡sí!, estamos jugando a retarnos, a medir nuestro orgullo y si el salir victorioso implica perderte, prefiero mil veces declararme perdedora cuanto antes