Que irónica es la vida, un día te encuentras llorando y al siguiente día riendo tanto. En definitiva, no cambiaría nada de ella. Puedo decir que ahora que me conozco a la perfección y que me acepto tal cual soy, me he llegado a enamorar inclusive de mis defectos y de mis cicatrices. Ahora me valoro más, porque viendo hacia atrás puedo determinar que he sido sumamente valiente y es que le hago honor a aquella frase que dice ¨lo que no te mata, te fortalece¨ y yo continúo de pie, más fuerte que nunca, con más vida y unas ganas enormes de cumplir todas aquellas metas y sueños que me he propuesto, por mí y para mí porque me lo merezco.