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Seleccionado nacional, líder de grupo, representante de su país para las próximas olimpiadas. Su sueños hechos realidad después de los largos años de entrenamiento, pero realmente había valido la pena.

Casi nunca estaba en casa, todo el día lo dedicaba a entrenar, su vida era ese deporte. No tenia muchos amigos y los pocos que tenía ya no los frecuentaba.

Uno de ellos lo incito al festival anual que se hacia cerca de donde vivía. Era un gran evento para beneficencia de un hospital para niños con cáncer. Tenían varios eventos deportivos y culturales y entre ellos un pequeño tour de apenas 15km. Él aceptó gustoso. La idea de participar para ayudar a una buena causa era mucho de su agrado.

Se presento el día de la cita listo para participar. La carrera era mixta y casi recreativa. No puso mucha atención a sus rivales convencido que nadie estaba a su altura y sería tan simple ganar.

Pero ese acontecimiento lo marco. Tanto para bien como para mal. Volvió a poner los pies en la tierra y la humillación le devolvió la humildad que ya había perdido. No quiso platicar con nadie lo sucedido, era algo tan vergonzoso que opto por esconderlo en lo más recóndito de su mente y jamás volverlo a recordar.

Pero su curiosidad era mucha y en cuanto tuvo oportunidad le pregunto a su amigo, el organizador del evento por quien era ese extraño competidor que había obtenido el triunfo.

-Comprendo tu interés por saber quien te ganó de manera tan asombrosa- él lo fulminó con la mirada- Tranquilo sé que tu eres el mejor, lamentablemente no sabemos la identidad de ella. Solo recogió la medalla y se fue.

Así que era una chica la que le había arrebatado su triunfo. Una chica lo había humillado de tal manera.

Sin embargo no podía seguir perdiendo el tiempo en estas cosas por lo que regreso a sus entrenamientos diarios sin descansar, y por el momento olvido lo sucedido ni lo volvió a mencionar.

The Finish Line |Historia corta|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora