capitulo#04

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Estoy en mi habitación y no paro de pensar en brent. luego de verlo en el baño de chicos, estaba que me moría de la vergüenza y termine por salir corriendo como si mi vida dependiera de ello, vine directo a mi departamento y entre a mi habitación y no e salido ni a tomar agua, de verdad estoy un poco abrumada, solo entre a una clase y luego me marche del hotfman, si papa se llegara a enterar, probablemente me castigaría por al menos un año.

Ya estaba oscureciendo y oí unas llaves resonar por el departamento, escuche algunos pasos, cass había llegado..

-meg, ¿estas en casa?- gritó desde el interior del departamento.

-si, ya estoy aquí- respondí y vi como ella asomaba su linda cabellera rubia por la puerta de mi habitación

-hola pequeña, ¿como te fue en tu primer día de clases?- pregunto  mientras se sentaba en mi cama..

Oh genial, conocí a tres chicos, entre ellos una chica muy agradable, a excepción de uno de los dos chicos que me trato como a un ser despreciable  y la verdad no se que mierda le hice para que me tratara así, luego fui al baño y ¿Adivina que?, no era el baño de chicas, si no el de chicos, ¿puedes creerlo? Pase toda mi mañana dentro de un maldito cubículo del baño de hombres y cuando me decidí a salir, uno de los chicos guapos de hotfman me pillo allí dentro, casi muero de la vergüenza cuando me vio, eso sin mencionar que era uno los chicos a los cual había conocido, a y solo por si lo dudas, me salte todas las clases y termine de vuelta en el departamento..

-Bien, me fue muy bien... ¿Y a ti que tal te fue?- le conteste, tratando de ignorar todo lo sucedido el día de hoy.

-Como una patada en mi trasero, mi jefe parece que me detesta y yo no tengo ni puta idea del por que- contesto ella mientras hacia diferentes muecas en su rostro.

Se parece tanto a mama cuando hace eso..

-Que mal..tengo hambre ¿y tu?- le pregunte mientras sentía mis tripas crujir.

Ella asintió y se tendió en mi cama, luego se empezó a quitar sus zapatos altos y de veras no entiendo como ella los puede soportar todo un día.

-¿pedimos pizza?- pregunto ella, yo asenti por que no tenia ni una pizca de ganas de levantarme e ir a cocinar- bien ahora vuelvo- Dijo y se marcho, supongo que a su habitación..

Me recoste en mi cama y puse algo de música en mi celular, para ver si podía relajarme, pero no.. Y el hambre no ayudaba mucho que digamos, me levante y fui a ponerme mi pijama que consistía en una  franela grande de papa, que me llegaba un poco mas abajo de los muslos de las piernas y me solté el cabello, si me vieran con esta vestimenta probablemente me confundirían con una indigente, pero que mas da, no tengo planeado salir. Al cabo de unos veinte minutos, escuche como tocaban la puerta del departamento.

-meg,¿puedes abrir?, estoy en la ducha y seguro es el repartidor de pizza, te deje 200 dolares en la mesa de la cocina- oí gritar a cass.

-ya voy- dije lo suficientemente alto como para que cass escuchara que ya iba abrir.

El departamento era pequeño, contaba con dos cuartos y un baño, los cuartos estaban al final del pasillo y se dividían por el baño que estaba de por medio, mas adelante estaba una mini sala de estar, que a decir verdad era muy pequeña y contaba con poco espacio, luego se encontraba la cocina, que era diminuta y si entraban mas de tres personas ya era un milagro, y por ultimo como a cinco centímetros de la cocina, estaba la puerta de la entrada. El departamento era muy acogedor, pero cass y yo no nos quejamos, pues acordamos que viviríamos aquí por poco tiempo y luego nos mudariamos a una casa mas grande o al menos una donde si puedan entrar más de diez personas.

Cuando iba por la cocina tropecé con una caja, haciendo que cayera al piso y me despeinara mas de lo habitual, solté unas cuantas palabrotas y varios quejidos, sin pensarlo dos veces me levante del suelo y  luego escuche que los golpes en la puerta se hacían más frecuentes y con mas fuerza, apresure mi paso para abrir de una vez por todas antes de que se fuera el repartidor de pizza y muriera de hambre, abrí la puerta y vi que el repartidor de pizza llevaba un uniforme rojo y amarillo, estaba anotando algo en un papel y por la gorra que traía no dejaba ver su rostro.

-pizza con extra queso para dos- dijo el chico con una increíble velocidad en su voz, que de hecho, me sorprendió haberle entendido, sin embargo aun no levantaba su cabeza y seguía anotando en aquel papel.

-Si, lamento la tardanza, estaba..- ¡Oh por Dios!

No termine mi oración por que quede en un estado post traumático, el repartidor de pizza había levantado su vista hacia mi y lo reconocí en seguida, era ese chico, era el idiota que había conocido cuando me salí de clases y la verdad es que es más guapo de lo que recordaba, aunque también recordaba la manera grosera con la que me trato...

No se cuantos minutos pasaron, pero desde que el levanto la vista no pude evitar mirarlo y el tampoco se inmuto a quitar sus ojos de los mios, al cabo de unos minutos ya me estaba incomodando esta situación, hasta que el paso su lengua por su labio superior y yo no pude evitar mirar sus carnosos labios, mi vista quedo fija en un solo punto..sus labios.. Inconscientemente mordi mi labio inferior y mi vista se clavo en sus ojos y pude notar que el también estaba mirando mis labios.

-son 150 dolares- dijo con la voz mas gruesa de lo que recordaba..

-ha..si..claro..- le conteste un poco aturdida, me di media vuelta, camine con paso rápido a la cocina, tome 200 dolares y volví a la puerta principal- Aquí tienes- le di los 200 dolares y el me entrego la pizza- adiós- le dije mientras le cerraba la puerta en la cara, ¡LITERALMENTE!..

Camine hasta la cocina y dejé la pizza sobre la mesa que estaba allí.. No paraba de pensar ¿por que rayos mire tanto sus labios?, escuche como sonaron algunos golpes en la puerta y me dirigí hasta ella para abrirla, cuando la abrí me encontré con el repartidor de pizza que sin pensarlo dos veces se abalanzo hasta llegar a mis labios y me beso, por un momento perdí el equilibrio pero el me agarro con sus brazos mientras me besaba desesperadamente, yo no pude responderle el beso, pues estaba impactada, a el no pareció importarle por que siguió besandome, pero luego se separo bruscamente de mi, dejandome algo aturdida..

-aquí tienes el cambio- puso el billete de 50 dolares en mi mano y se fue..

¿que mierda fue eso?

Mil Veces Mejor Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora