Punto De Fuga

Punto de partida

Rostros que hasta ese día conocí, sabía que los olvidaría sin pena ni gloria. Era un funeral y aún no asimilaba la idea ni por un segundo, mucho menos pensar quien estaba ahí dentro. El tiempo no transcurría, era como una pausa eterna al olvido, un recordatorio de lo que puede dejar de ser en un segundo.

Mis lágrimas corrían como un grifo que deja olvidado un niñato al ignorar las consecuencias de sus actos, hacia mucho tiempo que no lloraba de esta manera, nisiquiera puedo recordar la razon.

Aquello rayaba en lo bizarro, sobrellevarlo era mucho peor. Incluso el clima, jugaba un rol determinante, nublado casi por llover. Miraba en todas direcciones y el gris no dejaba espacio para un poco de azul.
En verdad aquel día estaba predispuesto a la agonía.

El sacerdote habló después de un profundo y eterno minuto de silencio.

—Estamos todos reunidos aquí para celebrar la vida...y ahora muerte de este ser amado por todos ustedes. Esto no es más que el siguiente paso a la eternidad, tenemos que mirar hacia delante en este difícil duelo.

Miriam aparta la mirada y lo único que se me viene a la mente es pedirle que se tranquilize. Mi argumento vanal "todo estará bien." Acto seguido me abraza y el padre termina su sermón.
—desafortunadamente comienza...ahora.

Como algo previamente orquestado mis ojos con algo de dificultad a causa de las lágrimas, logran enfocar hacía delante una figura contrastante a las demás, lleva un traje negro y corbata a juego junto a un antifaz que oculta su mirada.
Lo más relevante de todo esque creo conocerle.

Sin pensármelo dos veces me deshago del abrazo de Miriam de una manera bastante grosera, para lograr articular una ahogada frase.

—Puedes esperarme un segundo? No tardaré.

Siento su mirada penetrante en el cráneo, se que esta furiosa y por un momento deja de interesarme.
Me dirijo hacia el extraño que se cuela entre la multitud buscando evitarme.

Acaso sabe algo que yo no? Donde lo había visto yo antes? Lo persigo sin éxito. cada vez parece que estoy más cerca y luego está más lejos. Así que optó por el plan B.

—Disculpe, señor. Podría esperar? necesito hablar con usted.

No se si logra oírme o no, pero el correr parece dársele bien.

—Por favor, aguarde— Suplico con la voz entrecortada.
Dos muchachos que anteriormente no había contemplado me llaman la atención por gritar en un escenario así.

—Ten cuidado mocosa este no es lugar para que juegues. Me advierte uno de ellos.
Mientras que el segundo me lanza una mirada de reproche. Cuando me deshago de ellos el hombre que buscaba ya está a escasos metros de distancia, con la mirada fija en mi.

Ahora que lo tenía ahí tan cerca, las palabras se habían quedado trabadas en mi garganta, había algo en el tan familiar que me ponía los pelos de punta y a la vez una completa incógnita.

—Di.. disculpe por seguirlo pero yo creo conocerle de alguna parte, aunque no recuerdo bien de dónde.

El enmascarado sonrió, casi podría jurar que estaba mas cerca, a punto de abrir los labios para responderme.
Sin embargo otra mano me sujeta por el antebrazo en el mismo momento, reclamando toda mi atención.

—HELENA! Donde crees que estabas, el funeral ya ha terminado.
Dice Miriam casi a gritos, con la expresión más furiosa que jamás le he visto antes. Sin embargo aún así volteo buscando al enmascarado, que para mi sorpresa ha desaparecido.

—Ahora veo lo poco que te importaba en realidad, que decepción.

—Claro que me interesa, no me acuses de lo contrario. Respondo de forma instantánea.

Se que tiene razón, la culpa me invade enteramente mientras la veo alejarse con los puños cerrados.
Aún así me cercioró por última vez de haberme quedado sola, se ha ido. Mientras que la lluvia hace su entrada.

Gracias por seguir esta historia prometo que se pone aún mejor 😃